Una reactivación con efectos estacionales

Una reactivación con efectos estacionales

30 Noviembre 2014
Un mes de reactivación y de fuertes desembolsos de dinero. El sector público pone todas sus fichas para reactivar el consumo en el último mes de un año que se ha caracterizado por la caída paulatina de la actividad y, en definitiva, por una situación de recesión con elevada inflación.

En la administración pública, el desembolso de recursos será el equivalente a dos sueldos y a un medio aguinaldo para 80.000 empleados. En cifras, eso significan unos $ 2.750 millones, al decir del gobernador José Alperovich. Otros $ 2.000 millones serán los que desembolsará el sector privado (son unos 160.000 trabajadores registrados), mientras que no menos de $ 3.000 millones más corresponderán al pago de haberes, pensiones y planes asistenciales. Es decir, en el circuito financiero y comercial de la provincia circularán alrededor de $ 8.000 millones en los próximos 30 a 40 días.

Sin embargo, una golondrina no hace verano. Los comerciantes han dejado en claro que, pese al esfuerzo del Estado, las ventas no permitirán salvar el año. Según el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del NOA (Cesnoa), Daniel Abad, diciembre suele marcar una reactivación estacional del consumo. “El Gobierno anuncia que concentrará pagos de sueldos y aguinaldos y que esto significará una lluvia de pesos para la economía tucumana”, señala el especialista. Y completa: “estaremos en presencia de un veranito para el consumo, que viene con alicaídas ventas, en torno de un 5% en términos generales y de un 1,8% si se toma en cuenta sólo los alimentos y las bebidas”.

En consecuencia, indica el titular del Cesnoa, el efecto de la mayor disponibilidad de dinero se disipará ni bien terminen las fiestas. “Hay que ver cómo arranca 2015 la economía”, advierte. En este aspecto, considera que el Gobierno debe lograr captar financiamiento lo más rápido posible, para que la actividad tienda a recuperarse y no terminar con otro período recesivo.

“Aunque suene a contrasentido, en cierta medida, la recesión económica le conviene al Gobierno hasta tanto arregle su situación de deuda impaga (con los fondos buitre)”, sostiene Abad.

Lo fundamental para la economía que se viene es que el Gobierno nacional consiga los dólares financieros suficientes para pasar el año electoral, signado por un impulso del mayor gasto público. De otro modo, acota, la actividad económica seguirá siendo la variable de ajuste. Frente a ese panorama, lo más probable es que el consumo tienda a plancharse, en el mejor de los casos o a sostener una caída.

Párrafo aparte será la inflación. El último mes del año traerá aparejado, según los analistas, un aumento sostenido de los precios, por efecto de una mayor disponibilidad de pesos. Así las cosas, las consultoras privadas creen que la inflación cerrará el año en torno al 40%.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios