12 Noviembre 2014
El ex agente de Policía Álvaro Matías Gómez acordó con el fiscal de Cámara Daniel Marranzino una condena a tres años y ocho meses de prisión, por haber entregado su arma para que un adolescente cometiera un robo. El acuerdo fue presentado a los jueces de la sala III de la Cámara Penal durante una audiencia realizada el miércoles pasado, y se espera que la semana que viene se conozca la decisión de los magistrados.
El abogado Tomás Robert, defensor de Gómez, manifestó que el acuerdo fue posible cuando se modificó la acusación original del ex policía, quien había sido imputado por el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, por robo agravado. Sin embargo, tanto el letrado como el fiscal de Cámara consideraron que el robo no llegó a consumarse, al haber sido atrapado el ladrón cuando escapaba. A la misma conclusión arribó la abogada del adolescente que cometió el asalto.
De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio que realizó López Ávila, el 14 de marzo del año pasado Gómez le entregó el arma reglamentaria a un adolescente que encontró en el parque 9 de Julio, y le ordenó que asaltara en un drugstore ubicado en avenida Gobernador del Campo al 900.
El menor cumplió con el pedido ya que, según declaró ante López Ávila, el policía lo amenazó con detenerlo porque lo había encontrado fumando un cigarrillo de marihuana.
El ladrón fue aprehendido cuando paró un taxi a las pocas cuadras del lugar. La víctima del asalto y otros vecinos lo habían perseguido, en tanto que el policía había subido a un colectivo de la línea 17 y huyó, luego de recuperar su arma. Al día siguiente fue detenido, y desde entonces se encuentra tras las rejas. López Ávila le imputó haber sido el instigador del asalto y haber incumplido los deberes de funcionario público.
La sala III de la Cámara Penal, integrada por Dante Ibáñez y Carlos Caramuti, había fijado el inicio del debate oral para el martes de la semana pasada. Pero el fiscal de Cámara y los abogados defensores optaron por realizar el juicio abreviado, según lo estipula el Código Procesal Penal, y presentaron el acuerdo.
Para que los camaristas acepten la condena pactada, debe ser concordante el relato que dieron el policía y el menor con la prueba que se encuentra en la causa. Si los jueces dan el visto bueno, y la sentencia quedara firme, el policía estaría cerca de solicitar salidas transitorias, ya que en dos meses habría cumplido la mitad de la condena.
El abogado Tomás Robert, defensor de Gómez, manifestó que el acuerdo fue posible cuando se modificó la acusación original del ex policía, quien había sido imputado por el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, por robo agravado. Sin embargo, tanto el letrado como el fiscal de Cámara consideraron que el robo no llegó a consumarse, al haber sido atrapado el ladrón cuando escapaba. A la misma conclusión arribó la abogada del adolescente que cometió el asalto.
De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio que realizó López Ávila, el 14 de marzo del año pasado Gómez le entregó el arma reglamentaria a un adolescente que encontró en el parque 9 de Julio, y le ordenó que asaltara en un drugstore ubicado en avenida Gobernador del Campo al 900.
El menor cumplió con el pedido ya que, según declaró ante López Ávila, el policía lo amenazó con detenerlo porque lo había encontrado fumando un cigarrillo de marihuana.
El ladrón fue aprehendido cuando paró un taxi a las pocas cuadras del lugar. La víctima del asalto y otros vecinos lo habían perseguido, en tanto que el policía había subido a un colectivo de la línea 17 y huyó, luego de recuperar su arma. Al día siguiente fue detenido, y desde entonces se encuentra tras las rejas. López Ávila le imputó haber sido el instigador del asalto y haber incumplido los deberes de funcionario público.
La sala III de la Cámara Penal, integrada por Dante Ibáñez y Carlos Caramuti, había fijado el inicio del debate oral para el martes de la semana pasada. Pero el fiscal de Cámara y los abogados defensores optaron por realizar el juicio abreviado, según lo estipula el Código Procesal Penal, y presentaron el acuerdo.
Para que los camaristas acepten la condena pactada, debe ser concordante el relato que dieron el policía y el menor con la prueba que se encuentra en la causa. Si los jueces dan el visto bueno, y la sentencia quedara firme, el policía estaría cerca de solicitar salidas transitorias, ya que en dos meses habría cumplido la mitad de la condena.
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