11 Noviembre 2014
FOTOS DE ELLIBERAL.COM.AR
SANTIAGO DEL ESTERO.- Un temporal de lluvia y fuertes ráfagas de viento provocó voladuras de techos, caída de árboles y de postes de alumbrado ayer, en distintas localidades santiagueñas. Las más afectadas fueron Ojo de Agua, ubicada a 200 kilómetros al sur de la capital provincial, que quedó incomunidada y sin servicios; y Sumampa, en el punto limítrofe con la provincia de Córdoba.
El violento temporal se abatió en horas de la medianoche de ayer, tras varias jornadas de intenso calor. Las fuertes ráfagas de viento de más de 90 kilómetros por hora destruyeron casas precarias y tapias perimetrales que cayeron y provocaron daños en vehículos estacionados en la zona céntrica.
Asimismo, el fuerte viento generó la voladura de techos de galpones, estructuras metálicas y carteles luminosos de comercios. También se registró la caída de torres de comunicación, árboles y postes del alumbrado público.
La tormenta provocó además daños materiales en el Club Instituto de Ojo de Agua, con la caída de mampostería en tapias y un salón de uso múltiples.
En parajes cercanos, el fuerte viento causó la voladura de techos de chapa en galpones en los que se acopian productos agrícolas y en viviendas de campo tipo "ranchos", construidas con ramas secas, horcones y barro, en las que viven familias de campesinos dedicadas a la agricultura y cría de aves de corral.
En las zonas afectadas por el viento y la lluvia trabajan cuadrillas municipales, de la Empresa Distribuidora de Electricidad de Santiago del Estero y de Defensa Civil.
La gobernadora Claudia Ledesma de Zamora ordenó el envío de chapas, alimentos y medicamentos para asistir a los damnificados por la violenta tormenta en la que no se registraron heridos, según las primeras evaluaciones realizadas por Defensa Civil.
"Una línea recta atravesó el pueblo haciendo desastre a su paso", graficó una vecina al diario local "El Liberal".
Según los medios santiagueños, el fenómeno derribó a más de trescientos árboles y casas, y dejó a más de un centenar de familias damnificadas, según estimaciones preliminares del intendente Antonio Vittar, reproducidas por "Nuevo Diario", aunque por el momento no se reportaron víctimas fatales. (Télam)
El violento temporal se abatió en horas de la medianoche de ayer, tras varias jornadas de intenso calor. Las fuertes ráfagas de viento de más de 90 kilómetros por hora destruyeron casas precarias y tapias perimetrales que cayeron y provocaron daños en vehículos estacionados en la zona céntrica.
Asimismo, el fuerte viento generó la voladura de techos de galpones, estructuras metálicas y carteles luminosos de comercios. También se registró la caída de torres de comunicación, árboles y postes del alumbrado público.
La tormenta provocó además daños materiales en el Club Instituto de Ojo de Agua, con la caída de mampostería en tapias y un salón de uso múltiples.
En parajes cercanos, el fuerte viento causó la voladura de techos de chapa en galpones en los que se acopian productos agrícolas y en viviendas de campo tipo "ranchos", construidas con ramas secas, horcones y barro, en las que viven familias de campesinos dedicadas a la agricultura y cría de aves de corral.
En las zonas afectadas por el viento y la lluvia trabajan cuadrillas municipales, de la Empresa Distribuidora de Electricidad de Santiago del Estero y de Defensa Civil.
La gobernadora Claudia Ledesma de Zamora ordenó el envío de chapas, alimentos y medicamentos para asistir a los damnificados por la violenta tormenta en la que no se registraron heridos, según las primeras evaluaciones realizadas por Defensa Civil.
"Una línea recta atravesó el pueblo haciendo desastre a su paso", graficó una vecina al diario local "El Liberal".
Según los medios santiagueños, el fenómeno derribó a más de trescientos árboles y casas, y dejó a más de un centenar de familias damnificadas, según estimaciones preliminares del intendente Antonio Vittar, reproducidas por "Nuevo Diario", aunque por el momento no se reportaron víctimas fatales. (Télam)
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