11 Noviembre 2014
SIN TRÁNSITO. Un árbol cayó en la Ruta 301 y los operarios trabajaron varias horas para despejar el camino. la gaceta / foto de diego aráoz
Durante el día, el calor fue agobiante. La lluvia era augurada fervorosamente en cada diálogo entre los peatones que se escondían bajo las sombras de la ciudad en busca de alivio. Y anoche la lluvia llegó, pero nadie vaticinó el granizo y los fuertes vientos que se registraron en la zona de San Felipe, San Isidro de Lules, La Reducción y Famaillá, que provocarían daños y cortes de luz.
En San Miguel de Tucumán, de acuerdo con el informe que dio el titular de Defensa Civil de la Provincia, Fernando Torres, se registraron precipitaciones de entre 6 y 7 milímetros y no hubo denuncias sobre destrozos o caídas de árboles. Sin embargo, en San Felipe, en los barrios ubicados a la vera de la autopista, hubo voladuras de techo por causa de un vendaval que azotó esa parte de la provincia.
“En María Elena, una localidad ubicada entre Lules y Bella Vista, hubo un viento provocado por las grandes diferencias de temperatura. Estos fuertes vientos pueden ser considerados como un tipo de tornado”, explicó Torres. Pero, afortunadamente, no hubo víctimas ni evacuados.
En Famaillá, el intendente Juan Enrique Orellana informó que, en esa ciudad, cayeron varios árboles que no provocaron víctimas ni daños de consideración.
En La Reducción la situación fue varias veces más dramática. Los lectores, a través de LA GACETA en WhatsApp, enviaron fotografías en las que se veía la magnitud de la granizada que azotó esa localidad. “La piedra”, que fue impidiadosa, junto con el vendaval, produjo la caída de árboles y provocó cortes en el suministro de energía eléctrica. La furia de la naturaleza complicó el tránsito en la ruta 301, ya que un enorme árbol se desplomó sobre un tramo de esa vía y la obstruyó.
Según los lectores, la tormenta de granizo duró entre 10 y 15 minutos, que fueron suficientes para provocar varios destrozos.
Para hoy, según el Servicio Meteorológico Nacional, se espera una nueva jornada calurosa en la que se podrían repetir los fenómenos registrados anoche.
En San Miguel de Tucumán, de acuerdo con el informe que dio el titular de Defensa Civil de la Provincia, Fernando Torres, se registraron precipitaciones de entre 6 y 7 milímetros y no hubo denuncias sobre destrozos o caídas de árboles. Sin embargo, en San Felipe, en los barrios ubicados a la vera de la autopista, hubo voladuras de techo por causa de un vendaval que azotó esa parte de la provincia.
“En María Elena, una localidad ubicada entre Lules y Bella Vista, hubo un viento provocado por las grandes diferencias de temperatura. Estos fuertes vientos pueden ser considerados como un tipo de tornado”, explicó Torres. Pero, afortunadamente, no hubo víctimas ni evacuados.
En Famaillá, el intendente Juan Enrique Orellana informó que, en esa ciudad, cayeron varios árboles que no provocaron víctimas ni daños de consideración.
En La Reducción la situación fue varias veces más dramática. Los lectores, a través de LA GACETA en WhatsApp, enviaron fotografías en las que se veía la magnitud de la granizada que azotó esa localidad. “La piedra”, que fue impidiadosa, junto con el vendaval, produjo la caída de árboles y provocó cortes en el suministro de energía eléctrica. La furia de la naturaleza complicó el tránsito en la ruta 301, ya que un enorme árbol se desplomó sobre un tramo de esa vía y la obstruyó.
Según los lectores, la tormenta de granizo duró entre 10 y 15 minutos, que fueron suficientes para provocar varios destrozos.
Para hoy, según el Servicio Meteorológico Nacional, se espera una nueva jornada calurosa en la que se podrían repetir los fenómenos registrados anoche.
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