10 Noviembre 2014
EN CRECIMIENTO. "Personalmente a mi me suma mucho cambiar de un esquema a otro, porque me ayudará a seguir creciendo. Ya me enriqueció mucho el Mundial, y ahora sigo sumando para mi profesión", resaltó Lucas Biglia ante los medios de prensa.
LONDRES.- Lucas Biglia fue creciendo en la era Alejandro Sabella hasta ganarse nada menos que la titularidad en la Copa del Mundo, donde Argentina jugó la final después de 24 años, pero la derrota ante Alemania en ese juego caló tan hondo en el grupo que, como dice el volante de la Lazio italiana, dentro del grupo nadie quiere ni hablar de eso.
"Fue tan grande la decepción del Mundial que entre los jugadores no queremos recordar más todo eso", reconoció.
"Pero más allá de eso la convivencia dentro del grupo es muy buena, porque cuando uno viene a la Selección, aunque son pocos días andamos todo el tiempo juntos, las 24 horas, así que a diferencia de un club, cambiás calidad de relación por cantidad de tiempo que te da el día a día", describió Biglia ante la consulta de Télam.
A solas con los escasos medios gráficos argentinos que cubren esta gira por Inglaterra, se dio tiempo el ex Argentinos Juniors e Independiente para soltar algunas infidencias respecto del mentado reencuentro entre "José de San Martín y Simón Bolivar (Lionel Messi y Carlos Tevez)".
"Nos sacamos una foto los tres juntos y mis amigos me cargaron mucho. Me decían, ¿que les pasa a esos dos, están buscando fama? Es que yo soy un privilegiado por estar acá. Soy un jugador normal rodeado de galácticos", apreció.
"Y si Carlitos es en la selección el mismo que en Juventus, va a hacer diferencia, porque lo vi muy bien en lo personal y por eso creo que se va a adaptar muy bien al grupo", aventuró.
Biglia terminó siendo un jugador "fetiche" para Sabella, pero con visiones futbolísticas diametralmente opuestas y con métodos de conducción también distintos, ahora Gerardo Martino también lo ubicó entre sus preferidos, quizás porque lo convencen algunos atributos de un puesto que él mismo supo ocupar en su época de futbolista.
"Ahora nuestro esquema apunta a la presión alta, es un comportamiento futbolístico muy agresivo, por lo que no resulta fácil de desarrollar, pero ya se vieron algunas puntas positivas contra Alemania y durante el primer tiempo con Brasil", evaluó.
"Y personalmente a mi me suma mucho cambiar de un esquema a otro, porque me ayudará a seguir creciendo. Ya me enriqueció mucho el Mundial, y ahora sigo sumando para mi profesión", concluyó.
La despedida tuvo tintes futuristas, ya que confesó que existió un contacto a mediados de este año "para ir a Real Madrid, pero como estaba muy cerca el cierre del libro de pases, se terminó cayendo. Estoy bien en Lazio, pero quiero seguir creciendo, así que espero que pueda darse en otro momento".
Y se fue dejando dos nombres de futbolistas contemporáneos que admira: "los volantes centrales que más me gustan son Javier Mascherano y el italiano Andrea Pirlo. Acá juego con uno y en Juventus le toca a Carlitos jugar con el otro", puntualizó. (Télam)