Gustavo Cordera: "Calamaro era una niña de Barrio Norte"

Sin pelos en la lengua, Gustavo Cordera, ex líder de la Bersuit, repasó el papel de Andrés Calamaro en la separación de la Bersuit.

En una extensa entrevista con el diario Clarín, el músico cuenta cómo fue que Calamaro se acercó a la Bersuit. "El pedido me lo hizo el Bebe Contepomi. Me dijo: 'Mirá, Andrés está mal, muy muy mal, irreconocible, hasta casi te diría que olvidó sus propias canciones. El admira mucho a la Bersuit y a los Auténticos Decadentes y a mí se me ocurrió que vos le podrías dar una mano'. Nosotros éramos unos enfermos mentales en recuperación y en ese momento Del Cielito (el estudio que había comprado Bersuit en Parque Leloir) era nuestra clínica psiquiátrica", recuerda Cordera.

"Andrés era una especie de Neanderthal desfigurado, con las manos completamente lastimadas y llenas de pus. No se le movían los dedos, se mordía, se lastimaba constantemente todo el tiempo. Necesitaba estar con amigos. El llegó y le dijimos: cada vez que te muerdas los dedos te vamos a pegar un bife en la cabeza. Y cada 15 minutos era paf, paf. En dos días no se mordió más.", continúa su relato el músico.

Más adelante, Cordera evalúa qué fue lo que sucedió en su separación con la Bersuit. Según el músico, su banda estaba "teniendo un affaire con Calamaro, una niña de Barrio Norte... Yo era un puta bardera de Avellaneda". Según Cordera, el "romance" de su banda con el "Salmón" aceleró la separación de Bersuit. "Calamaro les propuso abandonarme", cuenta pero asegura que no hay resentimientos. "Yo creí que lo podía ayudar, me sentí omnipotente, me sentí por encima de él, creí que él me necesitaba y que yo podía ser el salvador. Esa es mi omnipotencia y por eso hay que pagar. Y pagué", concluyó.