Rosberg ganó y mantiene viva su chance por el título

Dicen que no está muerto quien pelea. Y qué mejor que el alemán Nico Rosberg para demostrarlo. En el Gran Premio de Brasil, la anteúltima fecha del Mundial de F-1, el piloto de Mercedes salió a todo o nada sabiendo que necesitaba un buen resultado para mantener su ilusión de conquistar el cetro y dejar con las ganas a su compañero inglés Lewis Hamilton.

Nico tuvo un paso impecable por Interlagos en uno de sus mejores fines de semana desde que está en la “máxima”. Dominó los tres entrenamientos, fue el más veloz en las tres instancias clasificatorias y el domingo mantuvo un ritmo veloz para lograr su quinto triunfo del año. Fue la mejor manera de reponerse de lo sucedido en el GP de Estados Unidos, cuando un botón mal apretado lo privó de defenderse del ataque letal de su coequiper.

Hamilton, por su parte, corrió con la ventaja de liderar el torneo, aunque no especuló en ningún momento. Justamente eso le hizo cometer un error que le costó caro. Cuando Rosberg entró a los boxes para un cambio de neumáticos, que sufrieron muchísimo en esta cita, el moreno intentó hacer una buena diferencia para mantener el liderazgo que había heredado. Venía volando sobre la pista hasta que se pasó en una curva por el escaso grip que ya tenían los neumáticos. Demoró unos segundos para retomar el ritmo de carrera y eso complicó su estrategia para intentar conseguir la victoria. Igual hizo negocio ya que sigue arriba en el campeonato con 17 puntos de ventaja sobre Rosberg. De cara al GP de Abu Dhabi, la última cita de calendario que entrega puntaje doble, a Hamilton le alcanza con ser segundo para sumar su segunda corona tras las conseguida en 2008.

Los fanáticos brasileños tuvieron muchos motivos de festejos. Uno de ellos fue porque el local Felipe Massa (Williams) llegó tercero tras una aceptable actuación, aunque muy lejos de las “Flechas de Plata”, que se aseguraron el undécimo doblete del año…