10 Noviembre 2014
EN CATALUÑA. Más de dos millones de personas se acercaron a votar. fotos reuters
MADRID/BARCELONA.- Ni el veto del Tribunal Constitucional ni el hecho de ser una consulta no oficial frenó a los más de dos millones de ciudadanos que acudieron a las urnas en Cataluña para dar su opinión sobre una posible secesión de la región del noreste de España. “No es la votación definitiva pero es muy importante”, dijo el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, tras votar en Barcelona.
“Es un acto de pura propaganda que solo ha servido para exacerbar la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas”, expresó el ministro español de Justicia, Rafael Catalá, el único miembro del gabinete de Mariano Rajoy que habló públicamente de la consulta, tras el cierre de los locales de votación. Catalá anunció durante su comparecencia que se actuará en los próximos días si la Fiscalía encuentra responsabilidades penales en torno a la celebración de la consulta.
La jornada arrancó en medio de la incertidumbre después de que el ministerio público abriera ayer diligencias para investigar si había delito en la cesión de los locales públicos que acogieron las urnas y pidiera que se identificara a los responsables de su apertura. “Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable de abrir los colegios que me miren a mí. El responsable soy yo y mi gobierno, aunque espero que impere el sentido común”, zanjó Mas.
En este contexto, varios jueces de Cataluña rechazaron paralizar la votación, tal y como les reclamaban en sus denuncias colectivos antiindependentistas y partidos como UPyD, cuarta fuerza política en el Parlamento español.
A falta de un censo previo, se calcula que 5,4 millones de personas estaban convocadas a responder a las dos preguntas lanzadas en las papeletas de la votación: “¿Quiere que Cataluña sea un Estado?” y, en ese caso, “¿quiere que ese Estado sea independiente?”.
Un porcentaje significativo de catalanes respondió al llamamiento de Mas a pesar de que se trataba de una consulta no oficial ni vinculante, con urnas de cartón y sin supervisión institucional. Entre ellos, algunos rostros conocidos como el ex entrenador del Barcelona y actual técnico del Bayern Múnich, Josep Guardiola.
“Después del 9-N, la población catalana se merece celebrar un referéndum con todas las consecuencias políticas”, dijo Mas, fijando su objetivo en una consulta similar a la que Escocia celebró en septiembre con el consentimiento de Reino Unido. En España y Cataluña, sin embargo, la situación es bien diferente. El Ejecutivo de Rajoy se opuso desde el principio a la celebración de una consulta de autodeterminación en la región española e impugnó los dos intentos de celebrar una votación por parte del gobierno catalán. El gobierno de Mas hará públicos hoy los resultados. El presidente catalán tiene previsto enviar una carta a Rajoy para instarle a negociar.
Uno de los escenarios posibles a partir de ahora es que Mas convoque elecciones anticipadas en clave plebiscitaria, tal y como le pidieron los independentistas. (DPA)
“Es un acto de pura propaganda que solo ha servido para exacerbar la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas”, expresó el ministro español de Justicia, Rafael Catalá, el único miembro del gabinete de Mariano Rajoy que habló públicamente de la consulta, tras el cierre de los locales de votación. Catalá anunció durante su comparecencia que se actuará en los próximos días si la Fiscalía encuentra responsabilidades penales en torno a la celebración de la consulta.
La jornada arrancó en medio de la incertidumbre después de que el ministerio público abriera ayer diligencias para investigar si había delito en la cesión de los locales públicos que acogieron las urnas y pidiera que se identificara a los responsables de su apertura. “Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable de abrir los colegios que me miren a mí. El responsable soy yo y mi gobierno, aunque espero que impere el sentido común”, zanjó Mas.
En este contexto, varios jueces de Cataluña rechazaron paralizar la votación, tal y como les reclamaban en sus denuncias colectivos antiindependentistas y partidos como UPyD, cuarta fuerza política en el Parlamento español.
A falta de un censo previo, se calcula que 5,4 millones de personas estaban convocadas a responder a las dos preguntas lanzadas en las papeletas de la votación: “¿Quiere que Cataluña sea un Estado?” y, en ese caso, “¿quiere que ese Estado sea independiente?”.
Un porcentaje significativo de catalanes respondió al llamamiento de Mas a pesar de que se trataba de una consulta no oficial ni vinculante, con urnas de cartón y sin supervisión institucional. Entre ellos, algunos rostros conocidos como el ex entrenador del Barcelona y actual técnico del Bayern Múnich, Josep Guardiola.
“Después del 9-N, la población catalana se merece celebrar un referéndum con todas las consecuencias políticas”, dijo Mas, fijando su objetivo en una consulta similar a la que Escocia celebró en septiembre con el consentimiento de Reino Unido. En España y Cataluña, sin embargo, la situación es bien diferente. El Ejecutivo de Rajoy se opuso desde el principio a la celebración de una consulta de autodeterminación en la región española e impugnó los dos intentos de celebrar una votación por parte del gobierno catalán. El gobierno de Mas hará públicos hoy los resultados. El presidente catalán tiene previsto enviar una carta a Rajoy para instarle a negociar.
Uno de los escenarios posibles a partir de ahora es que Mas convoque elecciones anticipadas en clave plebiscitaria, tal y como le pidieron los independentistas. (DPA)
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