06 Noviembre 2014
El Tribunal de Disciplina de la Liga Tucumana de Fútbol, tal como se preveía, no le tembló el pulso y sancionó a los clubes San Ramón y a Jorge Newbery por los serios incidentes que se registraron en Villa Quinteros y que obligó la suspensión del cotejo el domingo 26 de octubre. Además de suspenderle sus estadios, ambos deberán afrontar una sanción económica.
Los “aviadores” no podrán jugar en su estadio durante tres encuentros por lo que no jugará ningún encuentro en su estadio, salvo que lleguen a las semifinales del certamen. Además, tienen plazo hasta el martes para abonar $ 9.000, que equivales a 300 generales de $ 30.
A San Ramón, en cambio, le suspendieron su estadio una fecha. También deberá abonar los $ 9.000 de multa y, como si esto no fuera poco, devolverle el dinere a los simpatizantes de Newbery que las adquirieron y que no pudieron ingresar al estadio. No se informó aún como será el mecanismo de canje.
El Tribunal de Disciplina también decidió que los equipos sancionados deberán elegir un estadio ubicado a unos 50 kilómetros de su ciudad de origen. Los dirigentes, ante este panorama, tendrán que buscar escenarios en el Gran San Miguel de Tucumán.
Los miembros del Tribunal de Disciplina puso así punto final a la polémica que se había generado por estos incidentes. A San Ramón lo sancionó por haber vendido entradas al público visitante, cuando el encuentro se debía disputar con hinchas locales únicamente. En tanto que a Newbery los castigó porque sus hinchas asistieron a presenciar el encuentro, pese a que no podían hacerlo.
Por otra parte, el Tribunal de Disciplina sancionó a la Trinidad con una multa de $ 5.000 (equivalen a 200 entradas generales de $ 25) por vender bebidas alcohólicas dentro de su estadio que deberá pagar hasta mañana. Además, el club deberá presentar hasta el lunes un descargo por las amenazas que recibieron los árbitros el sábado.
Los “aviadores” no podrán jugar en su estadio durante tres encuentros por lo que no jugará ningún encuentro en su estadio, salvo que lleguen a las semifinales del certamen. Además, tienen plazo hasta el martes para abonar $ 9.000, que equivales a 300 generales de $ 30.
A San Ramón, en cambio, le suspendieron su estadio una fecha. También deberá abonar los $ 9.000 de multa y, como si esto no fuera poco, devolverle el dinere a los simpatizantes de Newbery que las adquirieron y que no pudieron ingresar al estadio. No se informó aún como será el mecanismo de canje.
El Tribunal de Disciplina también decidió que los equipos sancionados deberán elegir un estadio ubicado a unos 50 kilómetros de su ciudad de origen. Los dirigentes, ante este panorama, tendrán que buscar escenarios en el Gran San Miguel de Tucumán.
Los miembros del Tribunal de Disciplina puso así punto final a la polémica que se había generado por estos incidentes. A San Ramón lo sancionó por haber vendido entradas al público visitante, cuando el encuentro se debía disputar con hinchas locales únicamente. En tanto que a Newbery los castigó porque sus hinchas asistieron a presenciar el encuentro, pese a que no podían hacerlo.
Por otra parte, el Tribunal de Disciplina sancionó a la Trinidad con una multa de $ 5.000 (equivalen a 200 entradas generales de $ 25) por vender bebidas alcohólicas dentro de su estadio que deberá pagar hasta mañana. Además, el club deberá presentar hasta el lunes un descargo por las amenazas que recibieron los árbitros el sábado.
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