03 Noviembre 2014
SIN DEFINICIÓN. Minutos antes del gol de San Jorge, Argañaraz -que en la foto lleva la pelota- se perdió un gol casi hecho en el Monumental. la gaceta / foto de franco vera
San Jorge salvó su honor y el orgullo de cada uno de sus jugadores. Es que al quedar al margen de la definición del torneo, un par de fechas antes, muchos dudaron de la fuerza que le haría a un Juventud Antoniana con sueños de grandeza. Pero San Jorge tiró a la basura todas las suspicacias y no ganó el duelo sólo porque le faltó puntería y porque Francisco Bordón fue el villano de una tarde donde sus compañeros querían ponerse el traje de héroes.
Desde el primer minuto, San Jorge salió a copar la parada e imponer condiciones ante un rival que parecía el eliminado. Rápidamente, Marcos Gutiérrez leyó que el negocio del “expreso” estaba por las bandas. Con Ricardo Tapia, por derecha, y Raúl Chalabe, por izquierda, San Jorge puso contra las cuerdas al “santo” pero faltaba el toque final. Alberto Argañaraz perdió un gol increíble, pero Chalabe lo salvaría más tarde.
Tras un lateral en ataque, el volante corajeó dentro del área, eludió tres rivales y definió suave ante la salida de Mariano Maino. El 1-0 le quedaba bien al juego en la fría tarde de 25 y Chile. Pero con la ventaja puesta, el “expreso” se resguardó demasiado.
Así, los tucumanos sufrieron demasiado los últimos minutos de la primera mitad ante un Juventud que iba a la desesperada.
El complemento se jugó como una final. En el inicio, Matías Ceballos remató desde Salta y Bordón durmió una siesta gigante para regalar el empate. A pesar de que Juventud quería ganar, prácticamente festejó el empate ante a un San Jorge que dejó el alma en el campo, dejando en claro que el honor no se mancha.
Desde el primer minuto, San Jorge salió a copar la parada e imponer condiciones ante un rival que parecía el eliminado. Rápidamente, Marcos Gutiérrez leyó que el negocio del “expreso” estaba por las bandas. Con Ricardo Tapia, por derecha, y Raúl Chalabe, por izquierda, San Jorge puso contra las cuerdas al “santo” pero faltaba el toque final. Alberto Argañaraz perdió un gol increíble, pero Chalabe lo salvaría más tarde.
Tras un lateral en ataque, el volante corajeó dentro del área, eludió tres rivales y definió suave ante la salida de Mariano Maino. El 1-0 le quedaba bien al juego en la fría tarde de 25 y Chile. Pero con la ventaja puesta, el “expreso” se resguardó demasiado.
Así, los tucumanos sufrieron demasiado los últimos minutos de la primera mitad ante un Juventud que iba a la desesperada.
El complemento se jugó como una final. En el inicio, Matías Ceballos remató desde Salta y Bordón durmió una siesta gigante para regalar el empate. A pesar de que Juventud quería ganar, prácticamente festejó el empate ante a un San Jorge que dejó el alma en el campo, dejando en claro que el honor no se mancha.
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