23 Octubre 2014
PERITO. El comisario Páez explica la tarea que hicieron en el lugar del ataque. la gaceta / foto de héctor peralta
La familia de Fabiana Mabel Cruz está convencida de que la mujer de 24 años fue asesinada por su marido, Fabio Viterman Cruz, y no que sufrió un accidente doméstico, como pretendía demostrar en sus últimas horas de vida. El hombre de 30 años está imputado por homicidio agravado, acusado de haberle prendido fuego a su esposa, quien murió dos días después.
El hecho tuvo lugar en la habitación que compartía el matrimonio en Lules, la noche del 30 de septiembre de 2011. Cerca de la medianoche, Cruz salió envuelta en llamas a la vereda y una vecina la auxilió, llevándola al hospital. Según declararon algunos testigos, el hombre observaba la escena en estado de shock y sólo atinaba a decirle “mirá lo que te has hecho”. La mujer falleció el 2 de octubre a la mañana, como consecuencia de las graves quemaduras sufridas.
Cuando los peritos, policías y personal de la fiscalía de Instrucción de la VIII° Nominación inspeccionaron el lugar del hecho, la habitación no estaba igual. “Estaba todo limpio y ordenado”, recordó el comisario Daniel Páez, quien en ese momento era bombero de la Policía. Eso dificultó la tarea de los peritos, ya que las huellas del incendio eran escasas. “Sólo encontré pequeñas partículas de hollín entre la cama y un guardarropas. No se pudo determinar dónde se produjo la combustión”, indicó.
Consultado por la representante de la querella, Teresita Mendilaharzu, sobre si el fuego pudo haber sido provocado por la colilla de un cigarrillo o una espiral, aún sobre el cuerpo bañado en alcohol, Páez respondió que no. “Tuvo que haber una llama”, aclaró. La pregunta estaba relacionada con lo afirmado por Celia Roldán, la vecina que trasladó a Cruz al hospital, quien relató que la mujer había argumentado que se quemó cuando intentaba encender una espiral y se le cayó un bote de alcohol encima.
La hermana
Otro de los testimonios que escucharon ayer los magistrados de la Sala III (Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre) fue el de Arnaldo Beltrán Décima, concubino de la hermana de la víctima. El hombre contó que aquella noche, cuando Cruz ya había sido llevada al hospital, llegó al lugar y observó ropa tirada en el piso, fotos de la pareja arrugadas y un bote de alcohol sobre la mesa. Allí llegó también Carolina Cruz, hermana del imputado. “La señora Carolina dijo que levanten todo y ordenó que limpien”, aseguró el testigo.
Quien también se refirió a Carolina Cruz fue Claudia Cruz, hermana de la víctima. La mujer relató que después de que velaran a su hermana en la casa de sus padres, en Tafí del Valle, habló por teléfono con la hermana del imputado. “Me dijo que había llegado a la casa donde vivía mi hermana y ahí estaba la Policía, que le preguntaron por Fabio y ella dijo que se había quedado en Tafí del Valle, me pedía que mienta que él estaba en Tafí”, declaró la mujer.
El juicio continúa hoy con los testimonios de otros testigos. La intención del tribunal es terminar el debate y dictar sentencia mañana.
El hecho tuvo lugar en la habitación que compartía el matrimonio en Lules, la noche del 30 de septiembre de 2011. Cerca de la medianoche, Cruz salió envuelta en llamas a la vereda y una vecina la auxilió, llevándola al hospital. Según declararon algunos testigos, el hombre observaba la escena en estado de shock y sólo atinaba a decirle “mirá lo que te has hecho”. La mujer falleció el 2 de octubre a la mañana, como consecuencia de las graves quemaduras sufridas.
Cuando los peritos, policías y personal de la fiscalía de Instrucción de la VIII° Nominación inspeccionaron el lugar del hecho, la habitación no estaba igual. “Estaba todo limpio y ordenado”, recordó el comisario Daniel Páez, quien en ese momento era bombero de la Policía. Eso dificultó la tarea de los peritos, ya que las huellas del incendio eran escasas. “Sólo encontré pequeñas partículas de hollín entre la cama y un guardarropas. No se pudo determinar dónde se produjo la combustión”, indicó.
Consultado por la representante de la querella, Teresita Mendilaharzu, sobre si el fuego pudo haber sido provocado por la colilla de un cigarrillo o una espiral, aún sobre el cuerpo bañado en alcohol, Páez respondió que no. “Tuvo que haber una llama”, aclaró. La pregunta estaba relacionada con lo afirmado por Celia Roldán, la vecina que trasladó a Cruz al hospital, quien relató que la mujer había argumentado que se quemó cuando intentaba encender una espiral y se le cayó un bote de alcohol encima.
La hermana
Otro de los testimonios que escucharon ayer los magistrados de la Sala III (Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre) fue el de Arnaldo Beltrán Décima, concubino de la hermana de la víctima. El hombre contó que aquella noche, cuando Cruz ya había sido llevada al hospital, llegó al lugar y observó ropa tirada en el piso, fotos de la pareja arrugadas y un bote de alcohol sobre la mesa. Allí llegó también Carolina Cruz, hermana del imputado. “La señora Carolina dijo que levanten todo y ordenó que limpien”, aseguró el testigo.
Quien también se refirió a Carolina Cruz fue Claudia Cruz, hermana de la víctima. La mujer relató que después de que velaran a su hermana en la casa de sus padres, en Tafí del Valle, habló por teléfono con la hermana del imputado. “Me dijo que había llegado a la casa donde vivía mi hermana y ahí estaba la Policía, que le preguntaron por Fabio y ella dijo que se había quedado en Tafí del Valle, me pedía que mienta que él estaba en Tafí”, declaró la mujer.
El juicio continúa hoy con los testimonios de otros testigos. La intención del tribunal es terminar el debate y dictar sentencia mañana.
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