22 Octubre 2014
El martes cumplirá dos meses de su gestión como nuevo presidente de la Federación Internacional de Basquetbol (FIBA), tras ser elegido el 28 de septiembre en Sevilla. A partir de los próximos días, su mandato lo llevará a cualquier parte del mundo. Esa seguirá siendo su vida: subir y bajar de los aviones, y participar de reuniones y encuentros donde se resuelven los problemas del baloncesto a lo largo y ancho del globo. Así es el hoy y será el mañana de Horacio Muratore, quien deberá instalarse en breve por un tiempo mayor en Suiza, donde se encuentra la sede de la entidad. LG Deportiva repasó con el dirigente algunos de los puntos principales de su agenda de actividades.
- ¿Cómo vive este momento?
- Estaba muy ansioso al principio, pero ahora ya estoy mas tranquilo. Estoy instalado en lo que es mi oficina, en la sede central de FIBA. Tengo mis colaboradores, el staff que va a trabajar conmigo. Estamos separando las funciones y eso me da tranquilidad. El sofocón del primer momento ya pasó.
- ¿Cuáles serán los cambios?
- Se está estructurando la FIBA con una sola cabeza y no seis, como era hasta ahora. Habrá delegaciones regionales y también se mantendrá el buró de zona, que es la parte política. Entonces lo que hay que establecer es el rol de cada uno. Hasta fin de año, tenemos que definir eso, porque desde el 1 de enero se empieza con el nuevo sistema de gobierno de FIBA. El manejo será desde la sede central. La auditoría estará a cargo de la Price Waterhouse Coopers, una de las empresas de mayor prestigio en el mundo que tiene la federación internacional. Será la misma que auditará todas las zonas, que a su vez podrían ser controladas por otras compañías internacionales elegidas por ellos.
- ¿Qué le depara el futuro inmediato?
- Debo estar más tiempo en la sede de FIBA, en Mies, una ciudad chica que está a 15 minutos del aeropuerto de Ginebra. Allí se encuentra la sede central, que fue inaugurada el 18 de junio del año pasado. Pasaré bastante tiempo en ese lugar, porque es el punto más accesible para moverse a todos los continentes.
- ¿Cómo vive este momento?
- Estaba muy ansioso al principio, pero ahora ya estoy mas tranquilo. Estoy instalado en lo que es mi oficina, en la sede central de FIBA. Tengo mis colaboradores, el staff que va a trabajar conmigo. Estamos separando las funciones y eso me da tranquilidad. El sofocón del primer momento ya pasó.
- ¿Cuáles serán los cambios?
- Se está estructurando la FIBA con una sola cabeza y no seis, como era hasta ahora. Habrá delegaciones regionales y también se mantendrá el buró de zona, que es la parte política. Entonces lo que hay que establecer es el rol de cada uno. Hasta fin de año, tenemos que definir eso, porque desde el 1 de enero se empieza con el nuevo sistema de gobierno de FIBA. El manejo será desde la sede central. La auditoría estará a cargo de la Price Waterhouse Coopers, una de las empresas de mayor prestigio en el mundo que tiene la federación internacional. Será la misma que auditará todas las zonas, que a su vez podrían ser controladas por otras compañías internacionales elegidas por ellos.
- ¿Qué le depara el futuro inmediato?
- Debo estar más tiempo en la sede de FIBA, en Mies, una ciudad chica que está a 15 minutos del aeropuerto de Ginebra. Allí se encuentra la sede central, que fue inaugurada el 18 de junio del año pasado. Pasaré bastante tiempo en ese lugar, porque es el punto más accesible para moverse a todos los continentes.
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