“Podrán ver a Tapalín sin traje y hablando de las verdades de la vida”

“Podrán ver a Tapalín sin traje y hablando de las verdades de la vida”

El documental sobre el payaso tucumano inaugura la competencia. “Él siempre está dando un show”, contaron dos de los directores

UN SHOWMAN. Las directoras contaron que, cuando se prende la cámara, Tapalín no puede dejar de actuar.  foto gentileza de Belina Zavadisca UN SHOWMAN. Las directoras contaron que, cuando se prende la cámara, Tapalín no puede dejar de actuar. foto gentileza de Belina Zavadisca
22 Octubre 2014
Varias veces ha descubierto Mariana Rotundo a Tapalín. La inaugural todavía le late en la memoria: ella tenía cuatro años y él ya era el payaso sin edad más emblemático de Tucumán. El animador grababa su programa en Canal 10 y recibía cada semana a distintos grupos de jardines de infantes. Y así llegó Mariana, como parte del comité de “Rincón de luz”, ansiosa porque por fin se metería en ese cubo que contenía personas y decorados. “Para mí era un mundo increíble: las luces, el escenario, el payaso con lentejuelas, los papelitos que caían... Era el mundo que estaba dentro del televisor. Esa vez, además de conocer a Tapalín, descubrí qué era realmente la TV, algo que me marcó de por vida”.

El segundo hallazgo sucedió también en el edificio de esa emisora, cuando ya Rotundo y Belina Zavadisca eran alumnas de la Escuela de Cine de la UNT. “Cierta vez, mientras conversábamos en el bar del canal, nos acordamos de que allí se hacía el programa y fuimos al archivo para preguntar si había quedado material. Ese fue el disparador para buscar cada vez más datos y pedirle una entrevista. Así surgió la idea de hacer un corto, que en 2009 fue el ganador del NOA del concurso Raymundo Gleyzer. Con ese dinero desarrollamos el proyecto de documental, que consiguió el subsidio del Incaa”, sintetiza Zavadisca.

Y hay una tercera redefinición del payaso, que ya Rotundo y Zavadisca (ambas viven ahora en Buenos Aires ) y Federico Delpero (radicado en Barcelona) hacen a trío. Fue mientras dirigían “Tapalín, la película”, el filme elegido para inaugurar hoy el Festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo. “Sinceramente, en principio teníamos en mente una película distinta. Pero desde 2009 hasta 2012, cuando finalmente tuvo lugar el rodaje, las ideas y su tratamiento fueron cambiando muchísimo. En ese tiempo lo redescubrimos a él y también a nosotros, y calculo que a los espectadores les pasará lo mismo o que lo verán de una manera diferente”.

- ¿Qué las cautivó del personaje para realizar este filme?

- MR: Tapalín es maravilloso, un personaje muy amplio. El puntapié inicial fue un recuerdo de nuestra infancia, pero la idea del documental se cristalizó cuando nos encontramos con que había una gran cantidad de material en torno a él.

- BZ: a medida que lo íbamos conociendo, veíamos su complejidad. Tapalín siempre está haciendo una puesta en escena de sí mismo, su personalidad se desdobla y, cuanto más sabíamos de él, más convencidos estábamos de que superaba al corto. Hay muchas cosas que se pueden (y que queríamos) decir de su historia.

- ¿Cómo está estructurado el documental?

- MR: son tres capítulos que contienen tres puntos de vista distintos. Eso da la pauta de que cada director ve al mismo personaje de manera diferente. ¿Qué significa eso? Que, en realidad, un documental es una visión. Y todo el tiempo mostramos que las cosas se ven de acuerdo con el lugar en el que uno se pare a mirarlas. Tapalín es un ejemplo de que todo es relativo, de que lo que se pueda pensar de algo es relativo a quien lo piense. No hay objetividad.

- BZ: en cada documental hay algo de ficción; todos tienen algo de falso o de puesta en escena. A Tapalín le pones una cámara y te arma un personaje en el acto, nunca deja de actuar y eso se ve mucho en la película. Queríamos registrarlo en su casa, por ejemplo, pero él hacía un show de su cotidianidad, es muy actor. Por eso se llama “Tapalín, la película” y no “Tapalín, el documental”.

- ¿El espectador puede redescubrirlo con la película?

- BZ: él tiene una forma muy espectacular de mostrarse ante la gente, siempre se lo ve como en el programa de TV. Nosotros hemos intentado abordarlo desde otros lugares. En una charla, Federico le pregunta sobre el amor, la muerte y otros temas, y es lindo ver cómo él responde desde el lugar de un hombre mayor con experiencia y sabiduría.

- MR: la película es la posibilidad de ver a Tapalín sin traje y hablando de las verdades de la vida. La intención no es que la gente lo redescubra, pero sí sería una satisfacción mostrar una perspectiva diferente de un personaje tan tucumano. El filme gustó en festivales de otros lugares, pero nuestro mayor deseo es que les guste a los tucumanos porque es para ellos.

- ¿Él estaba preocupado por cómo sería plasmado?

- BZ: con él tenemos una relación como si fuera un tío abuelo: nos llama por teléfono todas las semanas, conoce la vida de todos... Él quiso hacer su propia película; de hecho, el documental muestra una lucha de poder entre quién es filmado y quién filma. Tendríamos que haber hecho una cuarta parte dirigida por él. De todos modos, confió mucho en nosotros y eso tiene que ver con el vínculo que construimos.

- MR: agradecemos mucho su predisposición para filmar horas y horas sin descanso. Y también por estar siempre copándose con las ideas, porque no todo de la película le encantaba. Él siempre quería opinar y hacer otras escenas.

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