22 Octubre 2014
En la semana de la moda de Nueva York, Oscar de la Renta presentó su última colección primavera/verano 2015.
Está probado que en público, una mujer que viste un Oscar de la Renta es seguro que deslumbra a todo aquel que está a su alrededor. Ya sea en una alfombra roja o en alguna fiesta multitudinaria. Las miradas no serán esquivas. Y en privado -dicen aquellas que han usado uno-, se sienten seguras, y únicas. Esos sentimientos ha logrado generar durante su carrera el modisto dominicano que el lunes murió a los 82 años en Connecticut (Estados Unidos), tras padecer un cáncer que le fue diagnosticado en 2006.
Su paso por los talleres de Balenciaga, Pierre Balmain y Elizabeth Arden; sus primeros vestidos para Jackie Kennedy y las siguientes primeras damas de Estados Unidos (hasta Michelle Obama); y las innumerables celebrities que lo eligieron para las alfombras rojas (como Sarah Jéssica Parker, Emma Watson, Jéssica Alba, Anne Hathaway, Penélope Cruz, Taylor Swift, entre muchísimas otras actrices y cantantes) fueron el gran impulso o la base sólida para que de la Renta comenzara a vestir a millones de mujeres, que soñaban y sueñan en convertirse en princesas modernas, y para que se convirtiera en “el caballero de la moda”, como lo seguirán llamando durante generaciones.
Nada bonito
Según el diseñador tucumano Marcelo Dip, una frase de Oscar de la Renta resume todo lo que ha hecho o quiso mostrar el dominicano durante su carrera: “Él decía: odio lo bonito, porque abarata lo bello. De la Renta era clásico, pero sofisticado; la calidad de su ropa es lo extremo de lo femenino, resalta la figura de la mujer como ninguno. Le daba protagonismo a cualquier mujer que llevara uno de sus vestidos”, destaca Dip. También resaltó el exquisito uso que hacía de las faldas con volumen, de los estampados esfumados y de los drapeados. “Me identifico con él en lo clásico y nada recargado, en la distinción y en la sobriedad”, agregó el diseñador local.
La modelo tucumana, Lara Bernasconi, sabe cómo se siente llevar sobre la piel un “Oscar”: “me compré uno hace dos años en París. Es un vestido color crudo, para un cóctel de día. Cuando lo uso, siento que estoy perfecta para ir a cualquier lugar. No pasa lo mismo con un John Galliano, que también es un genio. La diferencia es que Oscar de la Renta es sinónimo de elegancia, distinción”. Bernasconi también destacó los géneros nobles que usaba de la Renta en cada una de sus prendas, lo que le daba un plus que hacían la diferencia.
El 9 de septiembre pasado, de la mano de Karlie Kloss, una de sus modelos favoritas de los últimos tiempos, Oscar de la Renta salió a la pasarela y saludó al final del que sería su último desfile. Esa tarde neoyorkina presentó una línea de prendas de inspiración accesible: es que cuando realizaba sus diseños, él pensaba en homenajear a la mujer en cada trazo. “He sido testigo de la evolución de la mujer en los últimos 40 años. Me siento orgulloso de haber visto sus avances y he tenido la suerte de ser parte de ese movimiento para entender el poder de la mujer de hoy”, decía, con palabras más o palabras menos, cada vez que lo entrevistaban.
Dos estilos presentes
En la semana de la moda de Nueva York, Oscar de la Renta presentó su última colección primavera/verano 2015. Ese 9 de septiembre acompañó sus típicos vestidos estilo “princesa” con looks al estilo “beauty”, en el que se destacaban pantalones tiro alto, cuadros, tops, flores y mucho guipur.
La última novia
Fue su secreto mejor guardado: Oscar diseñó el vestido de novia de Amal Alamuddin, actual mujer de George Clooney. Hasta el día de la boda, a fines de septiembre, nadie sabía quién era el encargado del vestido blanco.
Su paso por los talleres de Balenciaga, Pierre Balmain y Elizabeth Arden; sus primeros vestidos para Jackie Kennedy y las siguientes primeras damas de Estados Unidos (hasta Michelle Obama); y las innumerables celebrities que lo eligieron para las alfombras rojas (como Sarah Jéssica Parker, Emma Watson, Jéssica Alba, Anne Hathaway, Penélope Cruz, Taylor Swift, entre muchísimas otras actrices y cantantes) fueron el gran impulso o la base sólida para que de la Renta comenzara a vestir a millones de mujeres, que soñaban y sueñan en convertirse en princesas modernas, y para que se convirtiera en “el caballero de la moda”, como lo seguirán llamando durante generaciones.
Nada bonito
Según el diseñador tucumano Marcelo Dip, una frase de Oscar de la Renta resume todo lo que ha hecho o quiso mostrar el dominicano durante su carrera: “Él decía: odio lo bonito, porque abarata lo bello. De la Renta era clásico, pero sofisticado; la calidad de su ropa es lo extremo de lo femenino, resalta la figura de la mujer como ninguno. Le daba protagonismo a cualquier mujer que llevara uno de sus vestidos”, destaca Dip. También resaltó el exquisito uso que hacía de las faldas con volumen, de los estampados esfumados y de los drapeados. “Me identifico con él en lo clásico y nada recargado, en la distinción y en la sobriedad”, agregó el diseñador local.
La modelo tucumana, Lara Bernasconi, sabe cómo se siente llevar sobre la piel un “Oscar”: “me compré uno hace dos años en París. Es un vestido color crudo, para un cóctel de día. Cuando lo uso, siento que estoy perfecta para ir a cualquier lugar. No pasa lo mismo con un John Galliano, que también es un genio. La diferencia es que Oscar de la Renta es sinónimo de elegancia, distinción”. Bernasconi también destacó los géneros nobles que usaba de la Renta en cada una de sus prendas, lo que le daba un plus que hacían la diferencia.
El 9 de septiembre pasado, de la mano de Karlie Kloss, una de sus modelos favoritas de los últimos tiempos, Oscar de la Renta salió a la pasarela y saludó al final del que sería su último desfile. Esa tarde neoyorkina presentó una línea de prendas de inspiración accesible: es que cuando realizaba sus diseños, él pensaba en homenajear a la mujer en cada trazo. “He sido testigo de la evolución de la mujer en los últimos 40 años. Me siento orgulloso de haber visto sus avances y he tenido la suerte de ser parte de ese movimiento para entender el poder de la mujer de hoy”, decía, con palabras más o palabras menos, cada vez que lo entrevistaban.
Dos estilos presentes
En la semana de la moda de Nueva York, Oscar de la Renta presentó su última colección primavera/verano 2015. Ese 9 de septiembre acompañó sus típicos vestidos estilo “princesa” con looks al estilo “beauty”, en el que se destacaban pantalones tiro alto, cuadros, tops, flores y mucho guipur.
La última novia
Fue su secreto mejor guardado: Oscar diseñó el vestido de novia de Amal Alamuddin, actual mujer de George Clooney. Hasta el día de la boda, a fines de septiembre, nadie sabía quién era el encargado del vestido blanco.
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