Por Nicolás Iriarte
20 Octubre 2014
PUDIERON FRENARLO. García Guerreño, autor del primero gol del “tomba”, marca a Gigliotti, bien contenido por él y el resto de los defensores de Godoy Cruz.
El adiós a los descensos -al menos por este torneo- ayudaron a que la liga argentina, venida a menos en los últimos años, pueda parir un partido como el que jugaron Boca y Godoy Cruz, anoche.
La fecha 12 empezó con dos 0-0 el viernes pero la afirmación se mantiene: sin la presión ni el miedo de perder la categoría, los partidos de este semestre son más entretenidos.
En Mendoza, Boca empezó ganando, pasó a perderlo y terminó triunfando por 3 a 2. Un combo saludable para cualquier deporte que se precie de entretener y si se quiere, divertir al público local y neutral, porqué no.
En este caso, gran parte del show lo provocó Fernando Gago que abrió el marcador con un gol lindo pero accidentado: su remate desde afuera del área se desvió en la defensa mendocina y descolocó a Sebastián Moyano, arquero local. La iniciativa del volante y del equipo era clara: ir para adelante y muchas veces, con claridad.
La fórmula de aquel gol sería la que regiría el resto del juego: errores pero que convivirían con la capacidad suficiente del rival para aprovecharlos. Para que en un partido haya cinco tantos, los errores son bienvenidos y no menosprecia el nivel del juego que se vio ayer. Es más, es parte de la misma teoría: el miedo a equivocarse disminuyó en el Torneo de Transición.
Pero para Boca, las alegrías duran tan poco que sobre el final del primer tiempo ya tenía el partido empatado y al comienzo del segundo, perdido.
Tuvo que entrar Juan Manuel Martínez para enderezar el rumbo del equipo que venía de protagonizar una humillante derrota ante Deportivo Capiatá de Paraguay por la Copa Sudamericana.
Y cómo serán las oportunidades que entrega este campeonato, que uno de los refuerzos que menos rindió en Boca terminó desequilibrando.
El “Burrito” puso el 2 a 2 y posibilitó que Jonathan Calleri, minutos después, le diera el triunfo definitivo al equipo de Rodolfo Arruabarrena. Sin dudas, el triunfo que más quieren es el del jueves en Paraguay, para avanzar a cuartos de final del torneo que puede darle el boleto a la Copa Libertadores, pero este es un buen comienzo.
La fecha 12 empezó con dos 0-0 el viernes pero la afirmación se mantiene: sin la presión ni el miedo de perder la categoría, los partidos de este semestre son más entretenidos.
En Mendoza, Boca empezó ganando, pasó a perderlo y terminó triunfando por 3 a 2. Un combo saludable para cualquier deporte que se precie de entretener y si se quiere, divertir al público local y neutral, porqué no.
En este caso, gran parte del show lo provocó Fernando Gago que abrió el marcador con un gol lindo pero accidentado: su remate desde afuera del área se desvió en la defensa mendocina y descolocó a Sebastián Moyano, arquero local. La iniciativa del volante y del equipo era clara: ir para adelante y muchas veces, con claridad.
La fórmula de aquel gol sería la que regiría el resto del juego: errores pero que convivirían con la capacidad suficiente del rival para aprovecharlos. Para que en un partido haya cinco tantos, los errores son bienvenidos y no menosprecia el nivel del juego que se vio ayer. Es más, es parte de la misma teoría: el miedo a equivocarse disminuyó en el Torneo de Transición.
Pero para Boca, las alegrías duran tan poco que sobre el final del primer tiempo ya tenía el partido empatado y al comienzo del segundo, perdido.
Tuvo que entrar Juan Manuel Martínez para enderezar el rumbo del equipo que venía de protagonizar una humillante derrota ante Deportivo Capiatá de Paraguay por la Copa Sudamericana.
Y cómo serán las oportunidades que entrega este campeonato, que uno de los refuerzos que menos rindió en Boca terminó desequilibrando.
El “Burrito” puso el 2 a 2 y posibilitó que Jonathan Calleri, minutos después, le diera el triunfo definitivo al equipo de Rodolfo Arruabarrena. Sin dudas, el triunfo que más quieren es el del jueves en Paraguay, para avanzar a cuartos de final del torneo que puede darle el boleto a la Copa Libertadores, pero este es un buen comienzo.