19 Octubre 2014
EN PENUMBRAS. Una mujer trata de observar los artículos exhibidos en las vidrieras que, por el corte de luz, estuvieron a oscuras por algunas horas. la gaceta / Fotos de Oscar Ferronato
Lamentos y malestar. El corazón del centro comercial de la capital rebasó de emociones negativas. En vísperas del Día de la Madre, un corte de energía eléctrica en las cuadras de la zona peatonal postergó las compras y, en particular, hundió las expectativas de negocio de los propietarios de los locales, en plena freno de la actividad.
La falla en el sistema de servicio, producto de un problema en un transformador, se extendió desde las 11.30 hasta pasadas las 14, y dejó a oscuras al microcentro. También impidió la concreción y el registro de las compras con tarjetas de crédito y de débito. Los comerciantes recordaron lo sucedido el 23 de diciembre de 2013, cuando hubo un corte similar, aunque con mayor lapso de demora para la recuperación de la línea.
Si bien no hubo una evaluación precisa de los daños, según los cálculos del sector, el corte provocó pérdidas que rondarían un 30% de una media jornada de venta. El desperfecto se produjo en la “hora pico”, de movimiento más intenso generado por el Día de la Madre. La estimación valoró un promedio de 30 ticket de compra de $ 500 por local.
Esta fecha es especial, la segunda más importante del año, donde nadie se queda sin comprar un regalo para madres, abuelas, tías y otros vínculos cercanos, había remarcado la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En el trabajo, la entidad había señalado una retraso en el ritmo de compras, a pesar de las ofertas de promociones múltiples para estimular las actividad mercantil.
Miguel Molina, vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, consideró que el sábado previo al Día de la Madre es una “jornada fija” por el alto nivel comercial. “El Día de la Madre venía postergado. Recién el viernes se comenzó a trabajar bien”, enfatizó.
“Cortaron la luz cuando teníamos el negocio lleno de gente. Eso nos ha perjudicado muchísimo. Gente que ya había elegido el producto se quedó sin poder pagar y tuvo que irse”, se quejó Frida Katz, de Creaciones Jenny.
Javier Aaye, de “Karina”, consideró que se trató de un día perdido para los negocios. “Fue igual a que no hubiéramos abierto. No había luz, aire acondicionado ni sistema para cobrar con tarjeta de crédito. En consecuencia, la gente se fue”, acotó.
“La pasamos muy mal. Perdimos de vender mucho dinero. Pero mucho dinero. Esto es terrible”, se lamentó Víctor Obeid, de “Rincón Lengerie”. “Justo en el momento en que los comerciantes podíamos hacer una diferencia, perdimos toda posibilidad por un corte de luz. El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto: ya nos hicieron lo mismo el 23 de diciembre. ¿Quién va a atender nuestros reclamos?”, planteó.
“Fue una mañana desastrosa. No pudimos vender nada”, relató Hugo Giffoniello, propietario de un comercio de indumentaria femenina ubicada en la Galería del Ángel. “Es inconcebible que en este día tan importante para el comercio, nadie se haga cargo de las pérdidas que sufrimos. Por esta galería, que está a oscuras, casi no circula gente”, dijo. Adentro de su negocio, todo era penumbras, como en el bar de José Antonio Bellomío, que se iluminaba sólo con velas por la falta de electricidad.
“La víspera del Día de la Madre es la fecha en la que más se vende en todo el año. Ni siquiera para las fiestas los tucumanos gastan en regalos como lo hacen para este domingo. Sin embargo, nos dejaron sin luz; no hay ninguna compensación de parte del Estado ni de EDET”, indicó el propietario de “Poste Restante”. “Lo único que funciona todo el año son los inspectores de Rentas. Hace seis meses que están paradas todas las ventas, pero todo el tiempo están pidiendo facturas. La presión fiscal es insoportable. Eso sí, a la hora de atender la situación de los que somos perjudicados por estos cortes de luz, nadie se hace cargo”, agregó.
Por la tarde, el movimiento en las peatonales fue creciente. Hubo compras de último momento, aunque los comerciantes advirtieron que no era la misma cantidad de clientes que acudió durante la mañana del corte de luz.
La falla en el sistema de servicio, producto de un problema en un transformador, se extendió desde las 11.30 hasta pasadas las 14, y dejó a oscuras al microcentro. También impidió la concreción y el registro de las compras con tarjetas de crédito y de débito. Los comerciantes recordaron lo sucedido el 23 de diciembre de 2013, cuando hubo un corte similar, aunque con mayor lapso de demora para la recuperación de la línea.
Si bien no hubo una evaluación precisa de los daños, según los cálculos del sector, el corte provocó pérdidas que rondarían un 30% de una media jornada de venta. El desperfecto se produjo en la “hora pico”, de movimiento más intenso generado por el Día de la Madre. La estimación valoró un promedio de 30 ticket de compra de $ 500 por local.
Esta fecha es especial, la segunda más importante del año, donde nadie se queda sin comprar un regalo para madres, abuelas, tías y otros vínculos cercanos, había remarcado la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En el trabajo, la entidad había señalado una retraso en el ritmo de compras, a pesar de las ofertas de promociones múltiples para estimular las actividad mercantil.
Miguel Molina, vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, consideró que el sábado previo al Día de la Madre es una “jornada fija” por el alto nivel comercial. “El Día de la Madre venía postergado. Recién el viernes se comenzó a trabajar bien”, enfatizó.
“Cortaron la luz cuando teníamos el negocio lleno de gente. Eso nos ha perjudicado muchísimo. Gente que ya había elegido el producto se quedó sin poder pagar y tuvo que irse”, se quejó Frida Katz, de Creaciones Jenny.
Javier Aaye, de “Karina”, consideró que se trató de un día perdido para los negocios. “Fue igual a que no hubiéramos abierto. No había luz, aire acondicionado ni sistema para cobrar con tarjeta de crédito. En consecuencia, la gente se fue”, acotó.
“La pasamos muy mal. Perdimos de vender mucho dinero. Pero mucho dinero. Esto es terrible”, se lamentó Víctor Obeid, de “Rincón Lengerie”. “Justo en el momento en que los comerciantes podíamos hacer una diferencia, perdimos toda posibilidad por un corte de luz. El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto: ya nos hicieron lo mismo el 23 de diciembre. ¿Quién va a atender nuestros reclamos?”, planteó.
“Fue una mañana desastrosa. No pudimos vender nada”, relató Hugo Giffoniello, propietario de un comercio de indumentaria femenina ubicada en la Galería del Ángel. “Es inconcebible que en este día tan importante para el comercio, nadie se haga cargo de las pérdidas que sufrimos. Por esta galería, que está a oscuras, casi no circula gente”, dijo. Adentro de su negocio, todo era penumbras, como en el bar de José Antonio Bellomío, que se iluminaba sólo con velas por la falta de electricidad.
“La víspera del Día de la Madre es la fecha en la que más se vende en todo el año. Ni siquiera para las fiestas los tucumanos gastan en regalos como lo hacen para este domingo. Sin embargo, nos dejaron sin luz; no hay ninguna compensación de parte del Estado ni de EDET”, indicó el propietario de “Poste Restante”. “Lo único que funciona todo el año son los inspectores de Rentas. Hace seis meses que están paradas todas las ventas, pero todo el tiempo están pidiendo facturas. La presión fiscal es insoportable. Eso sí, a la hora de atender la situación de los que somos perjudicados por estos cortes de luz, nadie se hace cargo”, agregó.
Por la tarde, el movimiento en las peatonales fue creciente. Hubo compras de último momento, aunque los comerciantes advirtieron que no era la misma cantidad de clientes que acudió durante la mañana del corte de luz.
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