19 Octubre 2014
DEBATE. Durante más de una hora los vecinos se reunieron en un bar, intercambiaron opiniones, discutieron y consensuaron algunas propuestas. la gaceta / fotos de diego aráoz
Enumerar los problemas se hizo superabundante. Que las calles internas son “boca de lobo”, que no hay iluminación, que la luz se corta a cada rato, que no hay presión de agua. “Nos concentremos en la seguridad, que es lo que nos convoca”, pidió uno, tratando de ordenar el debate.
Ayer a la tarde más de 50 personas se reunieron en el bar de una estación de servicios de Raco. Fue el cuarto encuentro que mantuvieron por los robos que sucedieron en los últimos seis meses en la zona. “Ya no se trata del robo de la pala o de la máquina de cortar el césped que olvidamos en los patios. Se llevan lavarropas, heladeras y cuatriciclos en vehículos de gran porte, como camionetas”, describió una mujer.
La conclusión de la reunión fue designar a los representantes que se reunirán el miércoles a las 18 con el secretario de Seguridad, Paul Hofer. Ese día viajarán desde Raco los lugareños Fanny Carrillo, Mónica Ledesma, Irma Mamaní y José Luis Andino. En la capital los esperarán José Colombres, Gustavo Perea, Mirna Dip, Francisco Acosta y Sergio Ascárate, quienes poseen viviendas en la comuna.
Propuestas policiales
María Amelia Colombres relató que las reuniones comenzaron luego de un correo electrónico que había recibido, por un robo ocurrido en El Siambón. Por eso, armaron un grupo cerrado en la red social Facebook y otro en el servicio de mensajería WhatsApp.
En las sucesivas reuniones que tuvieron, hubo encuentros con jefes policiales, notas presentadas al ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Jorge Gassenbauer, y a los secretarios Hofer y Marcelo Caponio, según recordaron ayer.
“Los comisarios que vinieron nos dieron sus teléfonos personales, pero en 20 días no nos atendieron ni una sola vez”, aseguró José Colombres. Pero los vecinos de Raco decidieron avanzar con propuestas, y que esta vez la solución la den las autoridades. “Ya pagamos $ 3.000 para arreglar las motos, que no nos tomen por zonzos”, afirmó Acosta.
Perea propuso que las autoridades elaboren un cronograma con el nombre de los policías y el horario en el que deberán estar en la garita ubicada en el cruce de las rutas 341 (que conduce a Raco) con la 340 (que lleva a San Javier). “Así podremos saber quién es el que no está en su lugar de trabajo cuando pasamos por ahí”, explicó el vecino.
Una mujer sugirió que si no funciona ninguna de las propuestas, se cierren los accesos, se contrate seguridad privada y se cree, de esa manera, un mega country. La sugerencia no tuvo eco.
Mudar la comisaría
La garita ubicada en el ingreso a Raco, al costado de la ruta, fue creada hace muchos años con el aporte de los vecinos. José Colombres dijo que fue uno de los aportantes. “Tenía baño, hicimos que la cañería cruce por abajo de la ruta para que tengan agua. Ahora los pozos están tapados y no tienen agua. Eso ya no lo podemos solucionar nosotros”, protestó el hombre.
En este sentido, le propondrán el miércoles a Hofer que cambie la ubicación actual de la comisaría de Raco (emplazada en calles internas). “Donde está ahora habrá sido útil en otros tiempos. Pero ahora queda alejada de muchas zonas”, gritó un vecino. “Tenemos que pedir que la dependencia de El Siambón sea reabierta”, exigió otra mujer.
“Tenemos que escuchar las necesidades de los policías que trabajan en la comisaría. No tienen teléfono para que los hablemos; no tienen para imprimir una denuncia. Los que tienen que responder son los de arriba”, aseveró Carrillo. “Soy casera en cuatro viviendas”, se presentó la mujer.
Contra el delegado
Los reclamos de los vecinos de Raco se extendieron al delegado comunal, José Emilio Jeder. “Se lo invitó a la reunión”, lanzó Verónica en medio de los cuestionamientos. “Tenía enferma a la hijita”, respondió Fernando Jeder, hermano del funcionario y residente de la zona. El hombre explicó que estaba presente en la reunión como un vecino más y no en representación de su hermano.
“La comuna no tiene solvencia propia, los impuestos van al gobierno central, y todos sabemos que el gobernador José Alperovich no cumple con lo que dice”, dijo Fernando Jeder.
“No vaya a ser que tengamos una pueblada como pasó en Villa Chicligasta o en Villa Carmela”, advirtió Acosta. Otro de los asistentes propuso dejar de pagar los impuestos si no tienen respuesta. “Pago más impuestos por la casa en Raco que por la de San Miguel de Tucumán, y no tenemos servicios”, enfatizó otro vecino. “Los focos para las calles las tenemos que comprar nosotros”, dijo, a su vez, Amelia Colombres.
Los vecinos quedaron en volver a juntarse en 15 días, a la misma hora y en el mismo lugar. En el medio, una mujer avisó: “ayer en Los Nogalitos vendían objetos robados, unos patitos de bronce. Así que si a alguien le faltan de su casa, ya sabe dónde están”.
Ayer a la tarde más de 50 personas se reunieron en el bar de una estación de servicios de Raco. Fue el cuarto encuentro que mantuvieron por los robos que sucedieron en los últimos seis meses en la zona. “Ya no se trata del robo de la pala o de la máquina de cortar el césped que olvidamos en los patios. Se llevan lavarropas, heladeras y cuatriciclos en vehículos de gran porte, como camionetas”, describió una mujer.
La conclusión de la reunión fue designar a los representantes que se reunirán el miércoles a las 18 con el secretario de Seguridad, Paul Hofer. Ese día viajarán desde Raco los lugareños Fanny Carrillo, Mónica Ledesma, Irma Mamaní y José Luis Andino. En la capital los esperarán José Colombres, Gustavo Perea, Mirna Dip, Francisco Acosta y Sergio Ascárate, quienes poseen viviendas en la comuna.
Propuestas policiales
María Amelia Colombres relató que las reuniones comenzaron luego de un correo electrónico que había recibido, por un robo ocurrido en El Siambón. Por eso, armaron un grupo cerrado en la red social Facebook y otro en el servicio de mensajería WhatsApp.
En las sucesivas reuniones que tuvieron, hubo encuentros con jefes policiales, notas presentadas al ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Jorge Gassenbauer, y a los secretarios Hofer y Marcelo Caponio, según recordaron ayer.
“Los comisarios que vinieron nos dieron sus teléfonos personales, pero en 20 días no nos atendieron ni una sola vez”, aseguró José Colombres. Pero los vecinos de Raco decidieron avanzar con propuestas, y que esta vez la solución la den las autoridades. “Ya pagamos $ 3.000 para arreglar las motos, que no nos tomen por zonzos”, afirmó Acosta.
Perea propuso que las autoridades elaboren un cronograma con el nombre de los policías y el horario en el que deberán estar en la garita ubicada en el cruce de las rutas 341 (que conduce a Raco) con la 340 (que lleva a San Javier). “Así podremos saber quién es el que no está en su lugar de trabajo cuando pasamos por ahí”, explicó el vecino.
Una mujer sugirió que si no funciona ninguna de las propuestas, se cierren los accesos, se contrate seguridad privada y se cree, de esa manera, un mega country. La sugerencia no tuvo eco.
Mudar la comisaría
La garita ubicada en el ingreso a Raco, al costado de la ruta, fue creada hace muchos años con el aporte de los vecinos. José Colombres dijo que fue uno de los aportantes. “Tenía baño, hicimos que la cañería cruce por abajo de la ruta para que tengan agua. Ahora los pozos están tapados y no tienen agua. Eso ya no lo podemos solucionar nosotros”, protestó el hombre.
En este sentido, le propondrán el miércoles a Hofer que cambie la ubicación actual de la comisaría de Raco (emplazada en calles internas). “Donde está ahora habrá sido útil en otros tiempos. Pero ahora queda alejada de muchas zonas”, gritó un vecino. “Tenemos que pedir que la dependencia de El Siambón sea reabierta”, exigió otra mujer.
“Tenemos que escuchar las necesidades de los policías que trabajan en la comisaría. No tienen teléfono para que los hablemos; no tienen para imprimir una denuncia. Los que tienen que responder son los de arriba”, aseveró Carrillo. “Soy casera en cuatro viviendas”, se presentó la mujer.
Contra el delegado
Los reclamos de los vecinos de Raco se extendieron al delegado comunal, José Emilio Jeder. “Se lo invitó a la reunión”, lanzó Verónica en medio de los cuestionamientos. “Tenía enferma a la hijita”, respondió Fernando Jeder, hermano del funcionario y residente de la zona. El hombre explicó que estaba presente en la reunión como un vecino más y no en representación de su hermano.
“La comuna no tiene solvencia propia, los impuestos van al gobierno central, y todos sabemos que el gobernador José Alperovich no cumple con lo que dice”, dijo Fernando Jeder.
“No vaya a ser que tengamos una pueblada como pasó en Villa Chicligasta o en Villa Carmela”, advirtió Acosta. Otro de los asistentes propuso dejar de pagar los impuestos si no tienen respuesta. “Pago más impuestos por la casa en Raco que por la de San Miguel de Tucumán, y no tenemos servicios”, enfatizó otro vecino. “Los focos para las calles las tenemos que comprar nosotros”, dijo, a su vez, Amelia Colombres.
Los vecinos quedaron en volver a juntarse en 15 días, a la misma hora y en el mismo lugar. En el medio, una mujer avisó: “ayer en Los Nogalitos vendían objetos robados, unos patitos de bronce. Así que si a alguien le faltan de su casa, ya sabe dónde están”.