Lula redobla su apoyo a la campaña de Rousseff

BELO HORIZONTE.- El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva se metió de lleno en la campaña por la reelección de su sucesora, Dilma Rousseff, atacando duramente al adversario de la presidenta en el balotaje del próximo 26 de octubre, el socialdemócrata Aécio Neves. Durante un acto en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, Lula tildó al candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) como un “hijito de papá”, en referencia a su acomodada situación económica. Lo acusó de haberle faltado el respeto a Rousseff en el debate realizado el jueves, y sugirió que el socialdemócrata no respeta de la misma manera a las mujeres que a los hombres. “Nunca vi a un ciudadano faltarle el respeto a la Presidenta como nuestro opositor. Eso no es un comportamiento de un candidato, es un comportamiento de esos ‘hijitos de papá’ que creen que los demás tienen que hacerles todo. No sé si tendría coraje de ser tan grosero si el adversario fuera un hombre”, dijo Lula en la capital de Minas, estado que fue gobernado por Neves durante dos periodos, con altos índices de aprobación. El ex mandatario también criticó el hecho de que Neves, cuando tenía 19 años, trabajara como asesor parlamentario de su padre, el ex diputado Aécio Cunha, aún cuando residía en Río y el Congreso quedara en Brasilia. Según el ex presidente, el que ostentaba Neves era “el mejor empleo del mundo”.

Lula también se refirió a un artículo de “The Economist”, en el que se defiende la candidatura de Neves. “Como si no bastara la prensa brasileña (para apoyar a Neves), vi a la revista pidiendo votos para el adversario de ella. Es la revista más importante del sistema financiero internacional, de los bancos, de los ladrones. La revista que defiende a los bancos no quiere a Dilma, quiere a Aécio. ¿Cuál es la respuesta que le tenemos que dar? Si Aécio es el candidato de los banqueros, óptimo; Dilma es la candidata del pueblo brasileño”, indicó. El intercambio de acusaciones y la agresividad en la campaña tuvo su punto álgido el jueves, cuando el tono y las ofensas personales llegaron a sorprender incluso a los aliados de cada candidato. Ambos están empatados en la intención de votos. (DPA)