17 Octubre 2014
ORGULLO. Según Angelici, el balance tendrá un superávit de $ 16 millones.
“Ya no se gana con la camiseta, lo dije el miércoles antes del partido y lo sigo sosteniendo. Más aún luego de lo que se vio en el campo en el duelo contra los paraguayos”, dijo Daniel Angelici sobre un golpe que sacudió los cimientos del mundo Boca.
El 0-1 contra el humilde Deportivo Capiatá por Copa Sudamericana sigue sin poder digerirse. Fue un mazazo tan fuerte como inesperado.
“Fue un partido raro, donde el rival casi no generó peligro, pero nos convirtió en la que tuvo y después cuidó el resultado. Todavía nos quedan 90’ en Paraguay, para revertir el resultado. Tenemos un buen plantel, un buen cuerpo técnico, pero debemos demostrarlo en la cancha”, agregó.
Ser presidente de Boca no es tarea sencilla y Angelici lo vive en carne propia. “Es una responsabilidad muy grande. Este club es una gran familia de la que yo, circunstancialmente, estoy al frente. Uno siempre trabaja para que las cosas salgan bien, pero los dirigentes no entramos a la cancha; y si al equipo le va mal, nos va mal a todos”, asegura el hombre al que le tocó bailar con la más fea.
Tras una década en la que Boca se cansó de sumar trofeos a sus vitrinas, llegó el tan temido período de transición; ese que encontró a Angelici con el bastón de mando entre sus manos. “La del 2000 fue una década donde se ganó muchísimo. Mauricio Macri, dentro de la reestructuración que hizo en lo deportivo-institucional, logró 16 títulos algo casi imposible de repetir. Y en la mayoría de los clubes, los socios pagan su platea o su cuota social para ir los domingos a ver ganar a su equipo. De nada sirve tener el club ordenado. Es muy importante, pero nadie va a ir al obelisco a festejar un balance como el que presentaremos el próximo mes con superávit de $ 16 millones. Al hincha le interesan los títulos. Y en eso, estamos en falta”, aseguró.
Quizás ese es el punto que más lo preocupa. De un tiempo a esta parte, Boca pasó de ganar todo a nivel internacional a mirar los torneos continentales por televisión. Y la gestión de Angelici y compañía se vio ampliamente opacada por eso.
Por eso, en la recta final de cara a las elecciones de diciembre de 2015, Angelici sabe que debe encarrilar el barco deportivo si pretende continuar el modelo. “Aún no decidimos qué vamos a hacer como CD, lo vamos a decidir a mitad del próximo año”, explicó “Tano” resaltando los logros de su gestión.
“Hoy estamos bien en lo institucional y en lo económico. La gente reconoce que se hicieron muchas obras y que, además, tenemos un proyecto muy grande como lo es inaugurar el centro de entrenamiento de las inferiores, pero también sabemos que Boca es un club de fútbol y se necesitan títulos. Vamos a ver cómo nos va en ese sentido el año que viene”, concluyó.
El 0-1 contra el humilde Deportivo Capiatá por Copa Sudamericana sigue sin poder digerirse. Fue un mazazo tan fuerte como inesperado.
“Fue un partido raro, donde el rival casi no generó peligro, pero nos convirtió en la que tuvo y después cuidó el resultado. Todavía nos quedan 90’ en Paraguay, para revertir el resultado. Tenemos un buen plantel, un buen cuerpo técnico, pero debemos demostrarlo en la cancha”, agregó.
Ser presidente de Boca no es tarea sencilla y Angelici lo vive en carne propia. “Es una responsabilidad muy grande. Este club es una gran familia de la que yo, circunstancialmente, estoy al frente. Uno siempre trabaja para que las cosas salgan bien, pero los dirigentes no entramos a la cancha; y si al equipo le va mal, nos va mal a todos”, asegura el hombre al que le tocó bailar con la más fea.
Tras una década en la que Boca se cansó de sumar trofeos a sus vitrinas, llegó el tan temido período de transición; ese que encontró a Angelici con el bastón de mando entre sus manos. “La del 2000 fue una década donde se ganó muchísimo. Mauricio Macri, dentro de la reestructuración que hizo en lo deportivo-institucional, logró 16 títulos algo casi imposible de repetir. Y en la mayoría de los clubes, los socios pagan su platea o su cuota social para ir los domingos a ver ganar a su equipo. De nada sirve tener el club ordenado. Es muy importante, pero nadie va a ir al obelisco a festejar un balance como el que presentaremos el próximo mes con superávit de $ 16 millones. Al hincha le interesan los títulos. Y en eso, estamos en falta”, aseguró.
Quizás ese es el punto que más lo preocupa. De un tiempo a esta parte, Boca pasó de ganar todo a nivel internacional a mirar los torneos continentales por televisión. Y la gestión de Angelici y compañía se vio ampliamente opacada por eso.
Por eso, en la recta final de cara a las elecciones de diciembre de 2015, Angelici sabe que debe encarrilar el barco deportivo si pretende continuar el modelo. “Aún no decidimos qué vamos a hacer como CD, lo vamos a decidir a mitad del próximo año”, explicó “Tano” resaltando los logros de su gestión.
“Hoy estamos bien en lo institucional y en lo económico. La gente reconoce que se hicieron muchas obras y que, además, tenemos un proyecto muy grande como lo es inaugurar el centro de entrenamiento de las inferiores, pero también sabemos que Boca es un club de fútbol y se necesitan títulos. Vamos a ver cómo nos va en ese sentido el año que viene”, concluyó.
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