14 Octubre 2014
BRASILIA/SANTIAGO.- La sospecha de que un inmigrante africano estaba infectado con el virus del ébola en Brasil fue descartada a través de un segundo análisis de sangre en el paciente que desde la semana pasada estaba internado en aislamiento en un hospital de Río, informó el gobierno brasileño. Según el ministro de Salud, Arthur Chioro, el guineano Souleymane Bah será dado de alta y se suspenderá el monitoreo a 64 personas que sostuvieron contacto con él a partir del 8 de octubre, cuando surgieron los síntomas de fiebre, tos y dolor de garganta que generaron la sospecha de ébola.
Bah, de 47 años, llegó a Brasil el 19 de septiembre, procedente de Ghana, y el 9 de octubre se presentó en una unidad de salud de ciudad de Cascavel -estado de Paraná- y desde entonces era mantenido en total aislamiento. Medios brasileños revelaron que la sospecha de ébola desató una ola de discriminación contra inmigrantes, principalmente en Cascavel, donde africanos y haitianos han sufrido amenazas y ofensas en las calles y rechazo por parte de la población local.
“Vamos a un bar, nos sentamos en una mesa y las personas se cambian de lugar para alejarse y siempre hay alguien que dice ‘váyanse de aquí, dejen de traer enfermedades a mi país’”, relató el biólogo africano Abdoulaye Telly Diallo. Diallo y su compatriota Laye Bangaly Camara, de 27 años, integran el grupo de 11 inmigrantes que se hospedan en el mismo albergue en el que permaneció Bah hasta que fue trasladado a Río, y por esto estaban siendo monitoreados, con pruebas diarias de temperatura. También los haitianos sufren las ofensas, aún cuando ese país no presentó ningún caso.
También las autoridades chilenas descartaron un caso sospechoso de ébola luego de hacer exámenes a un hombre proveniente de Guinea Ecuatorial. En Latinoamérica redoblan las medidas de seguridad sanitaria ante el temor a que la mortal enfermedad llegue a la región.
El paciente ingresó la tarde del domingo al Hospital Barros Luco de Santiago con síntomas febriles similares a los del ébola, lo que activó una alerta sanitaria y el aislamiento por precaución de la persona. El subsecretario de Salud, Jaime Burrows, dijo que las pruebas fueron negativas, pero que un test rápido de malaria resultó positivo.
El ciudadano viajó en junio de este año al país africano, donde no se han registrado oficialmente casos de ébola, y retornó a Santiago el 5 de octubre, luego de hacer escala en Madrid. Pero los temores a que se propague hacia Sudamérica la enfermedad, que ha causado la muerte a más de 4.000 personas, han llevado a las autoridades a redoblar los sistemas de seguridad sanitaria en la región. En Perú, otro africano procedente de la República de Guinea fue internado el domingo y aislado en un hospital tras presentar fiebre y malestar general, aunque luego la autoridad sanitaria dijo que no se trata de un caso sospechoso de ébola.
El jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Tom Frieden, afirmó que se estaban investigando intensamente las causas por las que una enfermera se infectó con ébola en Dallas a pesar de las estrictas medidas de seguridad. La enfermera tuvo en un momento contacto con una segunda persona cuando al parecer ya estaba infectada con el virus, por lo que esta persona está en observación. (DPA-Reuters)
Bah, de 47 años, llegó a Brasil el 19 de septiembre, procedente de Ghana, y el 9 de octubre se presentó en una unidad de salud de ciudad de Cascavel -estado de Paraná- y desde entonces era mantenido en total aislamiento. Medios brasileños revelaron que la sospecha de ébola desató una ola de discriminación contra inmigrantes, principalmente en Cascavel, donde africanos y haitianos han sufrido amenazas y ofensas en las calles y rechazo por parte de la población local.
“Vamos a un bar, nos sentamos en una mesa y las personas se cambian de lugar para alejarse y siempre hay alguien que dice ‘váyanse de aquí, dejen de traer enfermedades a mi país’”, relató el biólogo africano Abdoulaye Telly Diallo. Diallo y su compatriota Laye Bangaly Camara, de 27 años, integran el grupo de 11 inmigrantes que se hospedan en el mismo albergue en el que permaneció Bah hasta que fue trasladado a Río, y por esto estaban siendo monitoreados, con pruebas diarias de temperatura. También los haitianos sufren las ofensas, aún cuando ese país no presentó ningún caso.
También las autoridades chilenas descartaron un caso sospechoso de ébola luego de hacer exámenes a un hombre proveniente de Guinea Ecuatorial. En Latinoamérica redoblan las medidas de seguridad sanitaria ante el temor a que la mortal enfermedad llegue a la región.
El paciente ingresó la tarde del domingo al Hospital Barros Luco de Santiago con síntomas febriles similares a los del ébola, lo que activó una alerta sanitaria y el aislamiento por precaución de la persona. El subsecretario de Salud, Jaime Burrows, dijo que las pruebas fueron negativas, pero que un test rápido de malaria resultó positivo.
El ciudadano viajó en junio de este año al país africano, donde no se han registrado oficialmente casos de ébola, y retornó a Santiago el 5 de octubre, luego de hacer escala en Madrid. Pero los temores a que se propague hacia Sudamérica la enfermedad, que ha causado la muerte a más de 4.000 personas, han llevado a las autoridades a redoblar los sistemas de seguridad sanitaria en la región. En Perú, otro africano procedente de la República de Guinea fue internado el domingo y aislado en un hospital tras presentar fiebre y malestar general, aunque luego la autoridad sanitaria dijo que no se trata de un caso sospechoso de ébola.
El jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Tom Frieden, afirmó que se estaban investigando intensamente las causas por las que una enfermera se infectó con ébola en Dallas a pesar de las estrictas medidas de seguridad. La enfermera tuvo en un momento contacto con una segunda persona cuando al parecer ya estaba infectada con el virus, por lo que esta persona está en observación. (DPA-Reuters)
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