03 Octubre 2014
BUENOS AIRES.- La participación del doctor Roberto Cantil en “Los 8 Escalones” no finalizó junto con el programa. El médico se fue con bronca, rápidamente pudo comprobar que hubo una gran injusticia, y ahora planea llegar hasta las últimas consecuencias.
Todo comenzó cuando le preguntaron “¿Cuál de estas prestigiosas universidades se creó primero?”. Las opciones eran la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad Nacional del Nordeste o la Universidad Nacional de La Plata.
El participante respondió con seguridad: “mi querida Universidad de La Plata”, mientras que Gerardo Sofovich eligió la del Litoral. Para la producción, la respuesta del “Ruso” fue la correcta y el participante tuvo que retirarse eliminado.
Sin embargo, apenas salió del estudio donde se graba el ciclo, Cantil comenzó a recibir llamadas de personas que le advertían que su respuesta era la correcta y que la producción había favorecido a Sofovich. Entre esos llamados estuvo el del propio rector de la Universidad Nacional del Litoral.
Ahora, el médico lleva adelante una demanda por daño jurídico. “De a poco, varios profesores y profesionales de las dos universidades fueron conformando un coro de indignación por lo que algunos llegaron a definir como una injusticia y hasta una estafa intelectual, haciendo énfasis en que los programas de carácter educativo no pueden cometer esos errores”, señaló Cantil.
Todo comenzó cuando le preguntaron “¿Cuál de estas prestigiosas universidades se creó primero?”. Las opciones eran la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad Nacional del Nordeste o la Universidad Nacional de La Plata.
El participante respondió con seguridad: “mi querida Universidad de La Plata”, mientras que Gerardo Sofovich eligió la del Litoral. Para la producción, la respuesta del “Ruso” fue la correcta y el participante tuvo que retirarse eliminado.
Sin embargo, apenas salió del estudio donde se graba el ciclo, Cantil comenzó a recibir llamadas de personas que le advertían que su respuesta era la correcta y que la producción había favorecido a Sofovich. Entre esos llamados estuvo el del propio rector de la Universidad Nacional del Litoral.
Ahora, el médico lleva adelante una demanda por daño jurídico. “De a poco, varios profesores y profesionales de las dos universidades fueron conformando un coro de indignación por lo que algunos llegaron a definir como una injusticia y hasta una estafa intelectual, haciendo énfasis en que los programas de carácter educativo no pueden cometer esos errores”, señaló Cantil.
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