30 Septiembre 2014
La Bolsa de Buenos Aires rompe récord, pero por los temores a una devaluación
Las divisas extranjeras no abundan en la plaza y menos aún con el incumplimiento en el pago de la deuda soberana Las acciones son un vehículo para que inversores se cubran en dólares ante restricciones cambiarias oficiales
NIVELES HISTÓRICOS. El Merval es el mercado accionario del mundo que más ganancias generó este año. telam (archivo)
BUENOS AIRES.- La Bolsa de Buenos Aires es el mercado accionario del mundo que más ganancias ha generado en lo que va del año, pero no ha sido por la confianza en las empresas de Argentina: los inversores la están usando para obtener coberturas en dólares ante el temor a una devaluación. El índice accionario líder Merval ha trepado más de un 130% desde que arrancó el año en términos de moneda local -un 50% en dólares sin tener en cuenta el efecto inflacionario- haciendo palidecer los rendimientos de mercados en auge como los de China, India, Tailandia o Egipto.
Para el Gobierno argentino, que puso en guardia a muchos inversores con medidas intervencionistas en la economía, el avance de la bolsa es una muestra de la fe en el futuro del país, que cayó en julio en su segundo default en poco más de una década.
Los analistas y operadores bursátiles cuentan otra historia. Tradicionalmente, los precios en los mercados suben por la confianza de los inversores en las firmas que cotizan o por especulaciones de corto plazo. Pero en Argentina la demanda sube porque las acciones están siendo un vehículo para que inversores se cubran en dólares ante restricciones cambiarias del Gobierno para frenar el desplome de reservas del Banco Central.
Con las operaciones llamadas “contado con liquidación”, los inversores compran en pesos en la bolsa argentina acciones de empresas que también cotizan en Wall Street. Luego, mediante un proceso de arbitraje, liquidan los papeles en Estados Unidos y depositan los dólares en cuentas en Nueva York.
“Los precios de las acciones se mueven de la mano del contado con liquidación”, dijo Alejo Costa, jefe de estrategia en el banco de inversión local Puente. Con esta maniobra financiera, los inversores consiguen mover capitales de pesos a dólares en el exterior -o al menos dejan la puerta abierta para hacerlo- ante el temor de que el deterioro de la situación económica fuerce a una nueva depreciación de la moneda local.
El peso ya fue devaluado en un 20% en enero, en un intento del Gobierno por mejorar el perfil exportador de un país con una de las mayores tasas de inflación del mundo y cuya economía muestra señales de estancamiento. Analistas esperan una aceleración aún mayor en los precios al consumidor este año.
Sequía de dólares
Los dólares no abundan en el mercado, y menos luego de que los mercados de capitales se cerraron ante el incumplimiento de deuda en julio al que el país fue empujado por una restricción judicial en Estados Unidos para pagar intereses de un bono. Si bien el peso argentino en la plaza interbancaria se mantiene regulada por el Banco Central en torno de las $ 8,45 por dólar, el apetito de los argentinos por el billete verde -su refugio favorito ante las recurrentes crisis- hizo que la brecha entre la cotización oficial y la del mercado paralelo, en $ 15,65, supere el 85%.
Fuentes del mercado bursátil estiman que más del 60% de los $ 200 millones que se negocian diariamente en la Bolsa porteña corresponde a negocios con fines cambiarios. Pero el Gobierno asegura que el impulso en las acciones argentinas se debe a las buenas perspectivas del país.
“Hay inversores, institucionales o no, personas físicas o jurídicas, que confían claramente en la República Argentina porque advierten que la cotización de los activos financieros presenta un valor atractivo en virtud de las perspectivas de crecimiento”, dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hace algunos días.
La demanda por cobertura llevó al tipo de cambio implícito para el “contado con liquidación” a un promedio de $ 14,73 por dólar, según el cierre del viernes, reflejando una depreciación de la moneda local del 40% en lo que va del año.
“El mercado accionario va a seguir ajustando por el dólar y se está moviendo muy en referencia con el dólar blue (paralelo)”, observó Francisco Marra, operador de Bull Market Brokers.
Las acciones favoritas de los inversores para hacer las operaciones de arbitraje son las de la siderúrgica Tenaris, que tienen un peso de casi un 13% en el índice líder Merval y acumulan este año un alza del 85%, coincidieron operadores. Otros papeles que usan como vehículo son los de Grupo Financiero Galicia, la petrolera YPF, Banco Macro y Banco Francés.
Incluso los inversores hacen arbitraje con bonos como el Bonar X y el Boden 2015. “Sabemos que los mercados accionarios siempre se anticipan y ganan a las devaluaciones y a la inflación”, afirmó Ezequiel Asensio, de Balanz Capital.
Para el Gobierno argentino, que puso en guardia a muchos inversores con medidas intervencionistas en la economía, el avance de la bolsa es una muestra de la fe en el futuro del país, que cayó en julio en su segundo default en poco más de una década.
Los analistas y operadores bursátiles cuentan otra historia. Tradicionalmente, los precios en los mercados suben por la confianza de los inversores en las firmas que cotizan o por especulaciones de corto plazo. Pero en Argentina la demanda sube porque las acciones están siendo un vehículo para que inversores se cubran en dólares ante restricciones cambiarias del Gobierno para frenar el desplome de reservas del Banco Central.
Con las operaciones llamadas “contado con liquidación”, los inversores compran en pesos en la bolsa argentina acciones de empresas que también cotizan en Wall Street. Luego, mediante un proceso de arbitraje, liquidan los papeles en Estados Unidos y depositan los dólares en cuentas en Nueva York.
“Los precios de las acciones se mueven de la mano del contado con liquidación”, dijo Alejo Costa, jefe de estrategia en el banco de inversión local Puente. Con esta maniobra financiera, los inversores consiguen mover capitales de pesos a dólares en el exterior -o al menos dejan la puerta abierta para hacerlo- ante el temor de que el deterioro de la situación económica fuerce a una nueva depreciación de la moneda local.
El peso ya fue devaluado en un 20% en enero, en un intento del Gobierno por mejorar el perfil exportador de un país con una de las mayores tasas de inflación del mundo y cuya economía muestra señales de estancamiento. Analistas esperan una aceleración aún mayor en los precios al consumidor este año.
Sequía de dólares
Los dólares no abundan en el mercado, y menos luego de que los mercados de capitales se cerraron ante el incumplimiento de deuda en julio al que el país fue empujado por una restricción judicial en Estados Unidos para pagar intereses de un bono. Si bien el peso argentino en la plaza interbancaria se mantiene regulada por el Banco Central en torno de las $ 8,45 por dólar, el apetito de los argentinos por el billete verde -su refugio favorito ante las recurrentes crisis- hizo que la brecha entre la cotización oficial y la del mercado paralelo, en $ 15,65, supere el 85%.
Fuentes del mercado bursátil estiman que más del 60% de los $ 200 millones que se negocian diariamente en la Bolsa porteña corresponde a negocios con fines cambiarios. Pero el Gobierno asegura que el impulso en las acciones argentinas se debe a las buenas perspectivas del país.
“Hay inversores, institucionales o no, personas físicas o jurídicas, que confían claramente en la República Argentina porque advierten que la cotización de los activos financieros presenta un valor atractivo en virtud de las perspectivas de crecimiento”, dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hace algunos días.
La demanda por cobertura llevó al tipo de cambio implícito para el “contado con liquidación” a un promedio de $ 14,73 por dólar, según el cierre del viernes, reflejando una depreciación de la moneda local del 40% en lo que va del año.
“El mercado accionario va a seguir ajustando por el dólar y se está moviendo muy en referencia con el dólar blue (paralelo)”, observó Francisco Marra, operador de Bull Market Brokers.
Las acciones favoritas de los inversores para hacer las operaciones de arbitraje son las de la siderúrgica Tenaris, que tienen un peso de casi un 13% en el índice líder Merval y acumulan este año un alza del 85%, coincidieron operadores. Otros papeles que usan como vehículo son los de Grupo Financiero Galicia, la petrolera YPF, Banco Macro y Banco Francés.
Incluso los inversores hacen arbitraje con bonos como el Bonar X y el Boden 2015. “Sabemos que los mercados accionarios siempre se anticipan y ganan a las devaluaciones y a la inflación”, afirmó Ezequiel Asensio, de Balanz Capital.
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