29 Septiembre 2014
La tabla de posiciones habla por sí sóla. El presente de ambos equipos lo decía todo en la previa, y lo que pasó en barrio El Bosque estaba en los pronósticos de muchos.
Es que un Mitre que anda a la caza del puntero Unión Aconquija, fue demasiado equipo para un San Jorge que cada fin de semana vive un capítulo más de una pesadilla que parece no tener fin.
Basta con darle una bofetada al equipo de Cristian Lovrincevich para tenerlo a merced y justamente es lo que hicieron ayer los santiagueños.
En un campo de juego donde dar dos pases seguidos es casi una quimera, el “expreso” y el “aurinegro” brindaron un primer tiempo para el olvido. Fue imposible ver fútbol en una cancha que justamente de eso tiene poco. La pelota pasó más tiempo por los aires y los arqueros fueron casi espectadores de lujo.
Claro, hasta el minuto final cuando Diego Romero sacudió la modorra con un remate desde afuera del área, pero la pelota dio en el palo izquierdo de Martín Góngora.
En el complemento, el que aprendió la lección a partir de ese remate de Romero fue el visitante. Al minuto de juego, Marco Prieto tomó una pelota en la medialuna y de mediavuelta sentenció a Francisco Bordón. Gol, 1 a 0.
Y ahí se terminó el partido. San Jorge se cayó a pedazos y Mitre hizo lo que quiso. Juan Villafañe, en una contra letal, y Enzo Noir, en la última jugada, sentenciaron el duelo y dejaron en claro para qué está cada equipo.
Mientras los santiagueños le sonríen al presente; en San Jorge sólo le buscan explicación a uno de los peores momentos de su corta historia.
Es que un Mitre que anda a la caza del puntero Unión Aconquija, fue demasiado equipo para un San Jorge que cada fin de semana vive un capítulo más de una pesadilla que parece no tener fin.
Basta con darle una bofetada al equipo de Cristian Lovrincevich para tenerlo a merced y justamente es lo que hicieron ayer los santiagueños.
En un campo de juego donde dar dos pases seguidos es casi una quimera, el “expreso” y el “aurinegro” brindaron un primer tiempo para el olvido. Fue imposible ver fútbol en una cancha que justamente de eso tiene poco. La pelota pasó más tiempo por los aires y los arqueros fueron casi espectadores de lujo.
Claro, hasta el minuto final cuando Diego Romero sacudió la modorra con un remate desde afuera del área, pero la pelota dio en el palo izquierdo de Martín Góngora.
En el complemento, el que aprendió la lección a partir de ese remate de Romero fue el visitante. Al minuto de juego, Marco Prieto tomó una pelota en la medialuna y de mediavuelta sentenció a Francisco Bordón. Gol, 1 a 0.
Y ahí se terminó el partido. San Jorge se cayó a pedazos y Mitre hizo lo que quiso. Juan Villafañe, en una contra letal, y Enzo Noir, en la última jugada, sentenciaron el duelo y dejaron en claro para qué está cada equipo.
Mientras los santiagueños le sonríen al presente; en San Jorge sólo le buscan explicación a uno de los peores momentos de su corta historia.
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