27 Septiembre 2014
REFERENTE. El hospital Avellaneda es precursor en la atención de adictos. la gaceta / foto de diego aráoz
El caso de Mercedes, la madre de un adolescente de 16 años al que llaman “Tomatito”, puso al consumo de estupefacientes como una de las principales causas que provocan la inseguridad que golpea a la provincia.
El caso se conoció el miércoles por una publicación de LA GACETA y abrió un debate acerca de los adictos a las drogas. Sin embargo en el secretario de Prevención y Asistencia de las Adicción, Lucas Haugirot Posse, sostuvo que la problemática del consumo de estupefacientes no está necesariamente vinculado con la delincuencia.
La madre de “Tomatito” no tuvo otra opción que recurrir a la Policía para que detuvieran a su hijo que le desvalijó la casa para, según explicó la víctima, comprar drogas. Sin embargo, el funcionario destacó que sólo un 30% de los casos que reciben en esa repartición están vinculados con causas judiciales. “El delito no se explica por el consumo de estupefacientes. Hay muchas otras situaciones que influyen en el consumo. Por eso estamos trabajando a partir de un cambio de paradigma en el que se plantea una atención interdisciplinaria y se busca no criminalizar el consumo de estupefacientes”, destacó Haugirot Posse.
En este sentido el director del Servicio de Adicciones del Hospital Avellaneda, Matías Tolosa, explicó que el consumo de drogas en Tucumán atraviesa transversalmente a todas las edades y clases sociales. Aunque, en ese marco, destacó que en los últimos años bajó la edad de los pacientes que consultan por este tipo de dolencias. “Actualmente más del 50% de los pacientes que recibimos tienen entre 14 y 25 años. Otra variable que se modificó es que, hace 10 años, era habitual que los pacientes consumieran sólo una sustancia. Pero ahora hubo un aumento en el policonsumo de sustancias”, remarcó. Además dijo que por semana reciben entre 20 y 30 consultas de nuevos pacientes. Tolosa también dijo que la internación no es siempre la solución y que se evalúa según el cuadro que presenta cada paciente. Por otra parte explicó que las drogas que con mayor frecuencia aparecen entre los pacientes son la marihuana, los psicofármacos (se venden en farmacias) y la pasta base.
La psicóloga Joana Palenzuela, que trabaja con adolescentes en un CIC del Gran San Miguel de Tucumán, dijo que los pacientes buscan evadir la crítica realidad (exclusión social y violencia) en la que viven a través del consumo. Además dijo que los pacientes que roban para consumir entran en un círculo vicioso del que es complejo sacarlos.
El caso se conoció el miércoles por una publicación de LA GACETA y abrió un debate acerca de los adictos a las drogas. Sin embargo en el secretario de Prevención y Asistencia de las Adicción, Lucas Haugirot Posse, sostuvo que la problemática del consumo de estupefacientes no está necesariamente vinculado con la delincuencia.
La madre de “Tomatito” no tuvo otra opción que recurrir a la Policía para que detuvieran a su hijo que le desvalijó la casa para, según explicó la víctima, comprar drogas. Sin embargo, el funcionario destacó que sólo un 30% de los casos que reciben en esa repartición están vinculados con causas judiciales. “El delito no se explica por el consumo de estupefacientes. Hay muchas otras situaciones que influyen en el consumo. Por eso estamos trabajando a partir de un cambio de paradigma en el que se plantea una atención interdisciplinaria y se busca no criminalizar el consumo de estupefacientes”, destacó Haugirot Posse.
En este sentido el director del Servicio de Adicciones del Hospital Avellaneda, Matías Tolosa, explicó que el consumo de drogas en Tucumán atraviesa transversalmente a todas las edades y clases sociales. Aunque, en ese marco, destacó que en los últimos años bajó la edad de los pacientes que consultan por este tipo de dolencias. “Actualmente más del 50% de los pacientes que recibimos tienen entre 14 y 25 años. Otra variable que se modificó es que, hace 10 años, era habitual que los pacientes consumieran sólo una sustancia. Pero ahora hubo un aumento en el policonsumo de sustancias”, remarcó. Además dijo que por semana reciben entre 20 y 30 consultas de nuevos pacientes. Tolosa también dijo que la internación no es siempre la solución y que se evalúa según el cuadro que presenta cada paciente. Por otra parte explicó que las drogas que con mayor frecuencia aparecen entre los pacientes son la marihuana, los psicofármacos (se venden en farmacias) y la pasta base.
La psicóloga Joana Palenzuela, que trabaja con adolescentes en un CIC del Gran San Miguel de Tucumán, dijo que los pacientes buscan evadir la crítica realidad (exclusión social y violencia) en la que viven a través del consumo. Además dijo que los pacientes que roban para consumir entran en un círculo vicioso del que es complejo sacarlos.
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