27 Septiembre 2014
LONDRES.- El Parlamento británico aprobó los ataques aéreos contra los insurgentes del ISIS en Irak por un margen decisivo, allanando el camino para que la Real Fuerza Aérea se sume a la acción liderada por Estados Unidos con efecto inmediato. Seis aviones bombarderos Tornado GR4, estacionados en Chipre, están listos para formar parte de las operaciones, después de que el primer ministro David Cameron convocara al Parlamento para respaldar una acción militar, tras un pedido formal del Gobierno iraquí.
Cameron planteó a los legisladores antes de la votación que no esperaba una campaña aérea desproporcionada, mientras que su oficina informó que un pequeño número de efectivos podría ser enviado a Irak en las próximas horas para guiar los ataques aéreos y, posiblemente, entrenar a fuerzas peshmerga iraquíes y kurdas que luchan contra militantes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
La votación por 524 votos a favor y 43 en contra significa que Gran Bretaña se embarcará en su primera campaña militar desde que realizó los ataques aéreos en 2011 en apoyo de los rebeldes libios que derrocaron a Muammar Gaddafi, y se unirá a una coalición liderada por Estados Unidos.
Mientras los países árabes se han unido rápidamente a la campaña de bombardeos, los aliados tradicionales de Washington en Occidente han sido lentos en responder el llamado del presidente Barack Obama. Francia fue el primer país europeo en dar una respuesta el 19 de septiembre, pero desde el lunes Australia, Bélgica, Holanda y Dinamarca anunciaron que enviarían aviones de guerra. Cameron fue cuidadoso de asegurarse un apoyo interpartidario para los ataques contra los yihadistas antes de proponer una moción en el Parlamento. “¿Existe una amenaza para el pueblo británico? La respuesta es sí”, dijo. Gran Bretaña, un firme aliado de Estados Unidos, fue rápido para unirse a una acción militar en Afganistán e Irak hace una década. Pero los ciudadanos preocupados por otra guerra y el rechazo del Parlamento el año pasado a realizar ataques contra el Gobierno sirio llevaron a Cameron a ser cauteloso esta vez. El premier dijo que los ataques británicos contra posiciones en Siria deberían ser decididos en un debate separado del Parlamento. “Creo que tenemos buenos motivos para hacer más en Siria”, pero “una decisión de esa magnitud debería tomarse en consenso con los grandes partidos”, insistió.
El Reino Unido se vio especialmente afectado por las acciones del ISIS, ya que un rehén británico fue decapitado y la vida de otros dos está amenazada. Posiblemente, los autores contaban con pasaportes británicos. El gobierno cree que al menos 500 británicos luchan con el Estado Islámico en Irak y Siria. (Reuters-DPA)
Cameron planteó a los legisladores antes de la votación que no esperaba una campaña aérea desproporcionada, mientras que su oficina informó que un pequeño número de efectivos podría ser enviado a Irak en las próximas horas para guiar los ataques aéreos y, posiblemente, entrenar a fuerzas peshmerga iraquíes y kurdas que luchan contra militantes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
La votación por 524 votos a favor y 43 en contra significa que Gran Bretaña se embarcará en su primera campaña militar desde que realizó los ataques aéreos en 2011 en apoyo de los rebeldes libios que derrocaron a Muammar Gaddafi, y se unirá a una coalición liderada por Estados Unidos.
Mientras los países árabes se han unido rápidamente a la campaña de bombardeos, los aliados tradicionales de Washington en Occidente han sido lentos en responder el llamado del presidente Barack Obama. Francia fue el primer país europeo en dar una respuesta el 19 de septiembre, pero desde el lunes Australia, Bélgica, Holanda y Dinamarca anunciaron que enviarían aviones de guerra. Cameron fue cuidadoso de asegurarse un apoyo interpartidario para los ataques contra los yihadistas antes de proponer una moción en el Parlamento. “¿Existe una amenaza para el pueblo británico? La respuesta es sí”, dijo. Gran Bretaña, un firme aliado de Estados Unidos, fue rápido para unirse a una acción militar en Afganistán e Irak hace una década. Pero los ciudadanos preocupados por otra guerra y el rechazo del Parlamento el año pasado a realizar ataques contra el Gobierno sirio llevaron a Cameron a ser cauteloso esta vez. El premier dijo que los ataques británicos contra posiciones en Siria deberían ser decididos en un debate separado del Parlamento. “Creo que tenemos buenos motivos para hacer más en Siria”, pero “una decisión de esa magnitud debería tomarse en consenso con los grandes partidos”, insistió.
El Reino Unido se vio especialmente afectado por las acciones del ISIS, ya que un rehén británico fue decapitado y la vida de otros dos está amenazada. Posiblemente, los autores contaban con pasaportes británicos. El gobierno cree que al menos 500 británicos luchan con el Estado Islámico en Irak y Siria. (Reuters-DPA)