25 Septiembre 2014
FELICES. Lucas saluda a Francisco y le entrega una imagen de la Virgen de la Eucaristía.
Ingresaron bajo una llovizna, a paso firme, cargados de ansiedad y expectativa al sitio donde se erige el altar en la Plaza San Pedro. Los ubicaron en primera fila, a la derecha del sillón donde habría de sentarse el papa Francisco. “Fue algo increíble estar allí, a metros de él. Horas después de verlo, aún me sentía en el aire”, contó desde Roma Lucas Mohamed, uno de los representantes tucumanos en la histórica visita que una delegación del Turismo Nacional le efectuó ayer al Sumo Pontífice. “Si lo veíamos de cerca ya iba a ser genial; nunca me imaginé que iba a tenerlo frente a frente”, agregó Pablo Ortega, el otro piloto de nuestra provincia que participó de la audiencia pública. El preparador “Lito” Mohamed, muy emocionado también, recordó: “me dijo una frase célebre suya: que recen por él”.
Finalmente ayer se concretó el encuentro que la categoría programó desde abril. Una delegación de casi 20 personas (incluído el presidente, Hugo Paoletti, y varios pilotos -Facundo Chapur, Emiliano Giacoponi, Hannah Abdallah, entre otros-), tuvieron oportunidad de saludar al Santo Padre; de darle mensajes, obsequios y de pedir su bendición. Sucedió minutos después de que le dirigiera la palabra a las más de 150.000 personas congregadas en la plaza, que a esa altura ya no estaban afectadas por la lluvia de la otoñal mañana romana.
“Lo mejor que me pasó fue cuando me dio la mano. La sensación de emoción es indescriptible. Llegué a decirle algunas palabras. Creo que mi voz estaba toda temblorosa. Le entregué la imagen de la Virgen de la Eucaristía que me dio la parroquia Nuestra Señora de la Caridad. Le conté de su procedencia. Él me miró, me dio la mano, y con la otra tomó la imagen y una maqueta de mi auto. Ahí nomás se la dio a un auxiliar y me dijo ‘gracias’. No sabía bien qué hacer de la emoción”, describió Lucas.
Pablo se manifestó también en términos muy emotivos. “La experiencia fue increíble, lo mejor que me pudo pasar en la vida. Realmente es algo maravilloso, hermoso desde todo punto de vista, me llenó de felicidad. Varias horas después de estar con él, seguía llorando de la emoción sólo con recordar el momento. Le besé el anillo y recibí su bendición. Fue una experiencia que sin duda tocó muy fuerte en mi interior. Hablé con él: le agradecí por la recepción, por todo, le pedí por mi familia, por mis amigos, por el país. Fue tremendo. Él escuchaba y me mirada. Ya no pude seguir hablando, se me ahogaban las palabras.”
Lucas describió que los cardenales y la gente de seguridad del lugar se mostraron muy amables en todo momento. “Se notaba a simple vista la responsabilidad que tienen todos. Las cosas salieron bien, se ve que la organización es espectacular.”
Los dos pilotos, grandes protagonistas del certamen 2014 de la Clase 2 del TN, se dieron un tiempo para agradecer a la categoría por la oportunidad vivida. “Pude unir la pasión de mi familia con nuestra religión. ¡Esta iniciativa fue excelente!”, destacó Lucas. “¡Lo que viví se lo deseo a todos! A quienes hicieron esto posible, ¡un enorme gracias!” exclamó Pablo.
Finalmente ayer se concretó el encuentro que la categoría programó desde abril. Una delegación de casi 20 personas (incluído el presidente, Hugo Paoletti, y varios pilotos -Facundo Chapur, Emiliano Giacoponi, Hannah Abdallah, entre otros-), tuvieron oportunidad de saludar al Santo Padre; de darle mensajes, obsequios y de pedir su bendición. Sucedió minutos después de que le dirigiera la palabra a las más de 150.000 personas congregadas en la plaza, que a esa altura ya no estaban afectadas por la lluvia de la otoñal mañana romana.
“Lo mejor que me pasó fue cuando me dio la mano. La sensación de emoción es indescriptible. Llegué a decirle algunas palabras. Creo que mi voz estaba toda temblorosa. Le entregué la imagen de la Virgen de la Eucaristía que me dio la parroquia Nuestra Señora de la Caridad. Le conté de su procedencia. Él me miró, me dio la mano, y con la otra tomó la imagen y una maqueta de mi auto. Ahí nomás se la dio a un auxiliar y me dijo ‘gracias’. No sabía bien qué hacer de la emoción”, describió Lucas.
Pablo se manifestó también en términos muy emotivos. “La experiencia fue increíble, lo mejor que me pudo pasar en la vida. Realmente es algo maravilloso, hermoso desde todo punto de vista, me llenó de felicidad. Varias horas después de estar con él, seguía llorando de la emoción sólo con recordar el momento. Le besé el anillo y recibí su bendición. Fue una experiencia que sin duda tocó muy fuerte en mi interior. Hablé con él: le agradecí por la recepción, por todo, le pedí por mi familia, por mis amigos, por el país. Fue tremendo. Él escuchaba y me mirada. Ya no pude seguir hablando, se me ahogaban las palabras.”
Lucas describió que los cardenales y la gente de seguridad del lugar se mostraron muy amables en todo momento. “Se notaba a simple vista la responsabilidad que tienen todos. Las cosas salieron bien, se ve que la organización es espectacular.”
Los dos pilotos, grandes protagonistas del certamen 2014 de la Clase 2 del TN, se dieron un tiempo para agradecer a la categoría por la oportunidad vivida. “Pude unir la pasión de mi familia con nuestra religión. ¡Esta iniciativa fue excelente!”, destacó Lucas. “¡Lo que viví se lo deseo a todos! A quienes hicieron esto posible, ¡un enorme gracias!” exclamó Pablo.
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