Alumnas se ponen en la piel de las mujeres valientes que tuvo la Batalla de Tucumán

No les temblaba el pulso. Llevaban alimentos, atendían heridos, enterraban muertos y atacaban al enemigo si era necesario. Algunas se vestían de hombres para ser aceptadas en el combate. Asumían el papel de espías y eran verdaderas estrategas buscando que sus contrincantes abandonaran las filas en la lucha.

No es muy conocido el papel de las mujeres en la Batalla de Tucumán. Fue eso precisamente lo que inspiró a los alumnos de la escuela Agrotécnica de Gastona Sud (Chicligasta) a realizar un cortometraje. El filme será presentado en la VII edición del Festival Juvenil de Cine, que se desarrollará en Concepción la semana que viene.

En el festival se proyectarán los cortos creados por estudiantes de escuelas secundarias de diferentes provincias del país. Un trabajo muy llamativo es el que realizaron en Gastona Sud, a siete km de Concepción. La historia se llama “Tejiendo la Libertad”. Su presentación coincide con la conmemoración del 202º aniversario de la Batalla de Tucumán.

En este corto sobre la gesta histórica participaron estudiantes y muchos vecinos de la zona. Uno de los actores principales, por ejemplo, es Eduardo “El Turco” Elías, un poblador que aceptó ponerse en la piel de un abuelo, ex combatiente, que relata el papel fundamental que tuvieron tres mujeres en la batalla. Según investigaron los estudiantes, ellas son: Juana Moro, Magdalena “Macacha” Güemes de Tejada y María Remedios del Valle.

“El argumento es sencillo, pero es muy emotivo. Decidimos hacerlo porque vemos que muchas veces la historia ignora el papel que tuvieron esas mujeres o las minimiza con una labor complementaria. Y nosotros vimos que no fue así. Ellas tres fueron fundamentales para la gesta de 1812”, cuenta Karen Valenzuela, acompañada por Cristian González, Silvia Cruz, Erika Salvador y Lucas Vallejo. Todos son alumnos de 6° año, curso que ideó este micro filme. El proyecto fue dirigido por el profesor Patricio Paz.

El recuerdo
El hilo conductor del corto es Elías. Hay una cicatriz en su mano que le trae dolorosos recuerdos y él se los cuenta a sus dos nietas. Así comienza su viaje al pasado. Por su mente -y en la pantalla- pasan imágenes de cuerpos tirados sobre el campo.

Algunas secuencias muestran la batalla que ocurrió al mediodía del 24 de septiembre de 1812 al sudoeste de la capital, en la zona del llamado Campo de las Carreras. Allí se enfrentaron los 3.000 soldados del ejército realista contra la fuerza conducida por el general Manuel Belgrano, que era menor en cantidad de combatientes. “No fue fácil recrear esos momentos, pero quisimos hacerlo de la forma más verosímil posible. Confeccionamos los uniformes de los combatientes y utilizamos un campo cercano a la escuela”, detalla Karen.

“Cuánta crudeza y valentía en este ejército”, destaca el abuelo, que encarna a Saturnino Quesada. A los pocos segundos nos mete de lleno en el tema central del corto: “y esa negrita, la de Ayohuma. Tuve el honor de estar al mando de esa negrita olvidada”.

El abuelo se refiere a María Remedios del Valle, quien acompañó como auxiliar y combatiente al Ejército del Norte durante toda la guerra de Independencia de la Argentina. Los soldados la llamaban “Madre de la Patria”. En mérito a su valor, Belgrano la nombró capitana.

“No conocía su historia y sentí un gran orgullo de representarla para este corto porque fue una mujer muy valiente”, detalla Luciana Sepúlveda, de 16 años. Sobre su papel interpretando a María Remedios, la alumna resalta: “hay una escena muy fuerte, en la que tengo que matar a una persona, en medio del combate. Yo estoy rodeada de hombres y lo único que me importa es luchar por la libertad de mi pueblo”.

Mientras se sucede esa secuencia, el abuelo describe que “la capitanita” lideró también a grupos de mujeres que se arriesgaban a ser decapitadas por pasar mensajes a los criollos sobre la estrategia de los realistas. “Tan valiente y murió en la pobreza y abandonada”, se lamenta.

“Hay movimiento en el cuartel de los realistas”, dice el papel que lleva Juana Moro, otra de las valientes mujeres que se destacaron en la batalla. “Me gustó hacer este personaje. Ella era una mujer de alta sociedad que espiaba a los españoles para conseguir información. Una vez cayó prisionera y un grupo de vecinos la rescató”, especifica Rocío Rocha, de 15 años. Otra de las hábiles en la red de informante fue Machaca Güemes de Tejada (hermana de Martín Miguel de Güemes), interpretada en este filme por la alumna Florencia Soria, de 14 años.

“Recuerdo mucho a estas tres mujeres; me duele que se las haya echado al olvido”, remata el abuelo Quesada, antes del cierre emocionante e inesperado del corto.