23 Septiembre 2014
PASADO. Roberto Pereyra vistió la camiseta argentina durante el Mundial Sub 20 de Colombia, en 2011.
Una carrera hecha y derecha. Un salto de calidad que sucede a otro y otro, hasta que las puertas de uno de los clubes más importantes de Europa se abren. Roberto Maximiliano Pereyra hoy es figura en la Juventus de Carlos Tevez y Andrea Pirlo. Roberto Pereyra es tucumano. Roberto Pereyra es el típico crack al que nunca se le conoció nada oscuro. Su paso lento y seguro en cada decisión fue un gol de media cancha que coronó con el máximo deseo de todo futbolista: ser citado al seleccionado mayor.
En la que sin dudas representa la primera lista “real” armada por Gerardo Martino, “Maxi” fue una de las sorpresas. Es un premio. “Estoy muy contento, siento un orgullo enorme por lo que ‘Maxi’ ha conseguido a base de sacrificio”, le cuenta a LG Deportiva Diego Pereyra, hermano mayor -entre los varones- del volante de la “Juve”. Él también juega de mediocampista, pero en Amalia.
La noticia del llamado de Roberto fue algo así como cruzar la meta de un sueño concebido desde que se calzó los botines por primera vez. Pereyra, que empezó en UTA, tuvo un pequeño paso por Cadetes de San Martín, de Mar del Plata. Pasó de taquito una prueba en River, donde fue una de las figuras en el peor momento del club: en el año del descenso a la B Nacional, en 2011. Aún así, Udinese quiso llevárselo. Lo compró y lo mantuvo hasta que pudo, porque Juventus venía haciéndole un seguimiento desde hace tiempo. En total, “Maxi” (23 años) jugó tres temporadas en Udinese, donde marcó siete goles. En el verano europeo de este año pasó (a préstamo y con opción) a la vieja señora del fútbol italiano.
De bajo perfil como su amigo Carlos Tevez, Roberto tiene un antecedente vistiendo la camiseta albiceleste. Fue en el Mundial Sub 20 de Colombia, en 2011, donde también se destacó pese a que el equipo quedó en cuartos de final.
Y hablando del “Apache”, que no fue tenido en cuenta por Martino para los amistosos del 11 y 14 de octubre con Hong Kong y Brasil, respectivamente, Diego Pereyra cuenta cómo es la relación entre el goleador y su hermano: “hablan mucho, se llevan muy bien. Los dos son productos naturales del potrero del fútbol, son buenos amigos. Aparte, Carlos aconseja mucho a ‘Maxi’”.
En casa de los Pereyra en barrio Soeme también se respira fútbol. No sólo Diego y Roberto persiguen sus pasiones. Facundo, de 15, defiende a la escuelita Carlos Contreras en la Liga. También está Cecilia, la hermana mayor, uno de los sostenes emocionales de los chicos. Y mamá Rosa y papá Leónides son la voz de paciencia y esperanza de sus herederos.
“Maxi” se enteró de la novedad estando solo en Turín. Posiblemente viaje alguien de su familia, quizás su novia. Por el momento, cruzaron llamados telefónicos y voces de alegría en el momento más feliz del tucumano, que llegó al edén del fútbol a pura humildad y tesón.
En la que sin dudas representa la primera lista “real” armada por Gerardo Martino, “Maxi” fue una de las sorpresas. Es un premio. “Estoy muy contento, siento un orgullo enorme por lo que ‘Maxi’ ha conseguido a base de sacrificio”, le cuenta a LG Deportiva Diego Pereyra, hermano mayor -entre los varones- del volante de la “Juve”. Él también juega de mediocampista, pero en Amalia.
La noticia del llamado de Roberto fue algo así como cruzar la meta de un sueño concebido desde que se calzó los botines por primera vez. Pereyra, que empezó en UTA, tuvo un pequeño paso por Cadetes de San Martín, de Mar del Plata. Pasó de taquito una prueba en River, donde fue una de las figuras en el peor momento del club: en el año del descenso a la B Nacional, en 2011. Aún así, Udinese quiso llevárselo. Lo compró y lo mantuvo hasta que pudo, porque Juventus venía haciéndole un seguimiento desde hace tiempo. En total, “Maxi” (23 años) jugó tres temporadas en Udinese, donde marcó siete goles. En el verano europeo de este año pasó (a préstamo y con opción) a la vieja señora del fútbol italiano.
De bajo perfil como su amigo Carlos Tevez, Roberto tiene un antecedente vistiendo la camiseta albiceleste. Fue en el Mundial Sub 20 de Colombia, en 2011, donde también se destacó pese a que el equipo quedó en cuartos de final.
Y hablando del “Apache”, que no fue tenido en cuenta por Martino para los amistosos del 11 y 14 de octubre con Hong Kong y Brasil, respectivamente, Diego Pereyra cuenta cómo es la relación entre el goleador y su hermano: “hablan mucho, se llevan muy bien. Los dos son productos naturales del potrero del fútbol, son buenos amigos. Aparte, Carlos aconseja mucho a ‘Maxi’”.
En casa de los Pereyra en barrio Soeme también se respira fútbol. No sólo Diego y Roberto persiguen sus pasiones. Facundo, de 15, defiende a la escuelita Carlos Contreras en la Liga. También está Cecilia, la hermana mayor, uno de los sostenes emocionales de los chicos. Y mamá Rosa y papá Leónides son la voz de paciencia y esperanza de sus herederos.
“Maxi” se enteró de la novedad estando solo en Turín. Posiblemente viaje alguien de su familia, quizás su novia. Por el momento, cruzaron llamados telefónicos y voces de alegría en el momento más feliz del tucumano, que llegó al edén del fútbol a pura humildad y tesón.
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