12 Septiembre 2014
BUENOS AIRES.- La automotriz General Motors (GM) suspendió ayer la exportación a la Argentina de sus tres modelos producidos en Brasil, tras la deuda que la empresa ha ido acumulando durante los últimos meses debido a las restricciones para liberar dólares e importar.
Según el presidente de GM Sudamérica, Jaime Ardila, hace un mes que la industria automotriz no consigue obtener moneda americana en el Banco Central de la Argentina. “Las cosas deben normalizarse cuando el problema con los holdouts se solucione”, agregó el directivo de GM en relación al cepo cambiario que soportan las empresas del rubro, que se estima en una deuda de más de U$S 2.500 millones para todas las empresas que exportan desde Brasil al país.
GM Brasil colocaba en Argentina los modelos Onix, Prisma y la pick-up S-10, producidos en aquel país, mientras que desde la planta de la compañía cercana a Rosario, se les enviaba el modelo Corsa.
Como marco a las declaraciones de Ardila, el diario Valor apunta que la “exposición cambiaria” preocupa a las empresas de Brasil, sobre todo, por la perspectiva de nuevas desvalorizaciones del peso.
La novedad que comunicó el ejecutivo de GM se dio a conocer un día después de que la presidenta Cristina Fernández ratificó sus críticas a la industria y le reclamó a las empresas automotrices: “vendan autos a los que quieren comprar”, dijo. En esa línea, el ministro de Economía, Axel Kicillof, las acuso de extorsionar al Gobierno con las suspensiones de personal para conseguir divisas para girarlas a sus casas matrices.
El diario paulista reprodujo además declaraciones del presidente del grupo Fiat-Chrysler en América Latina, Cledorvino Belini, quien dijo que la tendencia es disminuir los volúmenes de exportación hacia la Argentina y continuar con la importación de autos fabricados en la Argentina. (DyN)
Según el presidente de GM Sudamérica, Jaime Ardila, hace un mes que la industria automotriz no consigue obtener moneda americana en el Banco Central de la Argentina. “Las cosas deben normalizarse cuando el problema con los holdouts se solucione”, agregó el directivo de GM en relación al cepo cambiario que soportan las empresas del rubro, que se estima en una deuda de más de U$S 2.500 millones para todas las empresas que exportan desde Brasil al país.
GM Brasil colocaba en Argentina los modelos Onix, Prisma y la pick-up S-10, producidos en aquel país, mientras que desde la planta de la compañía cercana a Rosario, se les enviaba el modelo Corsa.
Como marco a las declaraciones de Ardila, el diario Valor apunta que la “exposición cambiaria” preocupa a las empresas de Brasil, sobre todo, por la perspectiva de nuevas desvalorizaciones del peso.
La novedad que comunicó el ejecutivo de GM se dio a conocer un día después de que la presidenta Cristina Fernández ratificó sus críticas a la industria y le reclamó a las empresas automotrices: “vendan autos a los que quieren comprar”, dijo. En esa línea, el ministro de Economía, Axel Kicillof, las acuso de extorsionar al Gobierno con las suspensiones de personal para conseguir divisas para girarlas a sus casas matrices.
El diario paulista reprodujo además declaraciones del presidente del grupo Fiat-Chrysler en América Latina, Cledorvino Belini, quien dijo que la tendencia es disminuir los volúmenes de exportación hacia la Argentina y continuar con la importación de autos fabricados en la Argentina. (DyN)
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