11 Septiembre 2014
EN DESUSO. Solo el sector del Casino del ex hotel Savoy es utilizado; el resto fue desocupado durante 2012. LA GACETA / ARCHIVO
La excelente relación institucional entre el Gobierno provincial y la empresa Impresora Internacional de Valores S.A.I.C. (Ivisa) parece resquebrajarse por estas horas. Ayer, la compañía que había firmado con convenio con el Poder Ejecutivo (PE) para restaurar y explotar el ex hotel Savoy durante 50 años le informó a la Caja Popular de Ahorros (CPA), ente encargado de administrar el ex Casino, que finalmente no participará del proyecto acordado.
El interventor de la CPA, Armando Cortalezzi, le confirmó la novedad a LA GACETA. “Enviaron una nota en la que expresan una supuesta imposibilidad de realizar la obra, refiriéndose a un artículo del convenio, e indicando que se debe a razones de fuerza mayor. No se específica el punto, por lo que ya enviamos una carta documento pidiendo mayores precisiones a la empresa. Los abogados ya se están encargando”, señaló Cortalezzi.
Advirtió que, si Ivisa abandona el emprendimiento, el trámite resultará complejo. El contrato entre los inversores y el Gobierno provincial establecía que se concedía la explotación del edificio del ex Savoy, situado en avenida Sarmiento al 600, hasta 2062, a cambio de una inversión de $ 75 millones. Además, la compañía iba a recibir una ampliación del plazo para instalar tragamonedas en Tucumán. En 2005, Ivisa había obtenido un permiso para colocar en el ex Casino unas 200 máquinas de juegos de azar hasta 2025, a cambio de un canon; gracias al convenio para remodelar el histórico edificio del “corredor Sarmiento” iba a tener la chance de extender hasta 2062 la comercialización de las “maquinitas”.
Con este nuevo panorama, según Cortalezzi, esta prórroga debería ser anulada. “Los abogados están estudiando el convenio para analizar las medidas a tomar. El beneficio que iban a obtener, lógicamente, se cae; pero hay que ver si nos corresponde una indemnización”, añadió.
Lazos con el PE
Ivisa desembarcó en Tucumán en 1999, cuando se convirtió en prestadora del servicio de automatización de quinielas. Desde entonces, extendió sus lazos con el Gobierno provincial. Además del permiso para explotar 200 tragamonedas, obtuvo créditos de la CPA por $ 13 millones.
Las gestiones por la cesión del ex Savoy fueron complejas. En abril de 2012, con el rechazo de la oposición, el oficialismo impulsó la sanción de una ley para ceder durante 50 años el edificio a Ivisa. La Comisión de Patrimonio de la Provincia y el Tribunal de Cuentas (TC) fueron los encargados de supervisar los detalles del acuerdo. El 15 de abril pasado, el ente de control rubricó el acuerdo N° 1.039, que convalidó el proyecto elaborado por la empresa. Los ingenieros fiscales destacaron que las carpetas respetan los lineamientos “de la ley Nº 8.492 (que autoriza la transferencia) y el Contrato de Concesión” por medio siglo.
Hace dos años, cuando comenzaban las gestiones por el ex Savoy -donde funcionaron las oficinas de los legisladores hasta 2012- el gobernador José Alperovich había anunciado que la inversión contemplada para la puesta en funcionamiento del inmueble sería de $ 55 millones. En abril pasado, cuando el Tribunal de Cuentas dio vía libre a la obra, el monto había trepado a $ 75 millones.
Fuentes de la Caja Popular indicaron que allí radica el punto que llevó a la empresa a abandonar la ejecución del nuevo hotel. Según voceros del ente crediticio, las nuevas estimaciones sobre el costo de la construcción alcanzaban los $ 170 millones.
Tras 15 años de excelente relación, el Gobierno provincial y la empresa Ivisa ahora afrontan un desacuerdo. Si bien en la CPA confían en que todo se resolverá, el sorpresivo portazo de la compañía generó desconcierto en la Casa de Gobierno.
El interventor de la CPA, Armando Cortalezzi, le confirmó la novedad a LA GACETA. “Enviaron una nota en la que expresan una supuesta imposibilidad de realizar la obra, refiriéndose a un artículo del convenio, e indicando que se debe a razones de fuerza mayor. No se específica el punto, por lo que ya enviamos una carta documento pidiendo mayores precisiones a la empresa. Los abogados ya se están encargando”, señaló Cortalezzi.
Advirtió que, si Ivisa abandona el emprendimiento, el trámite resultará complejo. El contrato entre los inversores y el Gobierno provincial establecía que se concedía la explotación del edificio del ex Savoy, situado en avenida Sarmiento al 600, hasta 2062, a cambio de una inversión de $ 75 millones. Además, la compañía iba a recibir una ampliación del plazo para instalar tragamonedas en Tucumán. En 2005, Ivisa había obtenido un permiso para colocar en el ex Casino unas 200 máquinas de juegos de azar hasta 2025, a cambio de un canon; gracias al convenio para remodelar el histórico edificio del “corredor Sarmiento” iba a tener la chance de extender hasta 2062 la comercialización de las “maquinitas”.
Con este nuevo panorama, según Cortalezzi, esta prórroga debería ser anulada. “Los abogados están estudiando el convenio para analizar las medidas a tomar. El beneficio que iban a obtener, lógicamente, se cae; pero hay que ver si nos corresponde una indemnización”, añadió.
Lazos con el PE
Ivisa desembarcó en Tucumán en 1999, cuando se convirtió en prestadora del servicio de automatización de quinielas. Desde entonces, extendió sus lazos con el Gobierno provincial. Además del permiso para explotar 200 tragamonedas, obtuvo créditos de la CPA por $ 13 millones.
Las gestiones por la cesión del ex Savoy fueron complejas. En abril de 2012, con el rechazo de la oposición, el oficialismo impulsó la sanción de una ley para ceder durante 50 años el edificio a Ivisa. La Comisión de Patrimonio de la Provincia y el Tribunal de Cuentas (TC) fueron los encargados de supervisar los detalles del acuerdo. El 15 de abril pasado, el ente de control rubricó el acuerdo N° 1.039, que convalidó el proyecto elaborado por la empresa. Los ingenieros fiscales destacaron que las carpetas respetan los lineamientos “de la ley Nº 8.492 (que autoriza la transferencia) y el Contrato de Concesión” por medio siglo.
Hace dos años, cuando comenzaban las gestiones por el ex Savoy -donde funcionaron las oficinas de los legisladores hasta 2012- el gobernador José Alperovich había anunciado que la inversión contemplada para la puesta en funcionamiento del inmueble sería de $ 55 millones. En abril pasado, cuando el Tribunal de Cuentas dio vía libre a la obra, el monto había trepado a $ 75 millones.
Fuentes de la Caja Popular indicaron que allí radica el punto que llevó a la empresa a abandonar la ejecución del nuevo hotel. Según voceros del ente crediticio, las nuevas estimaciones sobre el costo de la construcción alcanzaban los $ 170 millones.
Tras 15 años de excelente relación, el Gobierno provincial y la empresa Ivisa ahora afrontan un desacuerdo. Si bien en la CPA confían en que todo se resolverá, el sorpresivo portazo de la compañía generó desconcierto en la Casa de Gobierno.
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