11 Septiembre 2014
INSPECCIÓN. Un policía chileno, ayudado por un perro, busca indicios que ayuden a esclarecer el atentado. REUTERS
SANTIAGO.- El gobierno y la oposición de Chile acordaron reformar un conjunto de leyes, como respuesta al atentado del lunes en una estación de subte y en la víspera de un nuevo aniversario del inicio de la última dictadura, fecha en la que usualmente se registran manifestaciones y disturbios. Asimismo, y tras un nuevo ataque explosivo ocurrido en Viña del Mar, que dejó una mujer herida, el Ministerio Público reveló que solicitó “colaboración a organismos internacionales” para la investigación del caso.
La presidenta Michelle Bachelet y el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, recibieron ayer a líderes de partidos y movimientos políticos oficialistas y opositores, con quienes analizaron la situación y las eventuales reformas a la legislación sobre seguridad. “Quiero agradecer su presencia aquí y decirles que la entendemos como un gesto frente a temas de esta naturaleza”, dijo. Subrayó que “la unidad del país es siempre muy importante, porque lo que buscan algunos grupos con este tipo de actos no es desestabilizar a un determinado gobierno sino desestabilizar a un sistema democrático”. Bachelet explicó que la reunión fue citada para “contarles” a los líderes políticos “todas las medidas” tomadas por el gobierno, así como “los nuevos pasos” que se proponía dar y “los cambios legislativos” que impulsa con el fin de “contar con mayores capacidades y recursos para responder a este tipo de actos”.
La jefa del Estado había anticipado que promoverá reformas a las leyes Antiterrorista, de Inteligencia y de Control de Armas y Explosivos, tal como venía reclamándolo la oposición desde que en los últimos dos meses se repitieran algunos atentados menores. “Los partidos se han comprometido en dar celeridad en el Congreso para que Chile tenga una Ley Antiterrorista eficaz y legitimada ante la sociedad”, y “una Agencia Nacional de Inteligencia que tenga las condiciones y que sea construida en este contexto político”, afirmó Peñailillo.
El ambiente de tensión generado por la explosión del lunes, que dejó 14 heridos, se vio aumentado en las últimas horas: una bomba casera detonó el martes a la noche en un supermercado de Viña del Mar, a 125 kilómetros de Santiago, y le provocó lesiones a una empleada de 43 años, y ayer tarde una bomba de ruido detonó dentro un baño del centro comercial Open Plaza, también en Viña del Mar. Dos personas sufrieron traumas acústicos.
Otro factor de inquietud es el aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 dio inicio a la dictadura del general Augusto Pinochet y se prolongó hasta 1990. Ese día se registran protestas y disturbios, lo que llevó al sitio de internet Mapcity a incluir entre sus servicios el canal “Puntos conflictivos del 11 de septiembre”, en el que identificó 61 “zonas conflictivas” de Santiago a las que caracterizó como “posibles focos de violencia”.
En, tanto, el fiscal Raúl Guzmán. reveló que “dentro de las diligencias de investigación” del atentado del lunes “se pidió la colaboración de organismos internacionales”. (Télam)
La presidenta Michelle Bachelet y el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, recibieron ayer a líderes de partidos y movimientos políticos oficialistas y opositores, con quienes analizaron la situación y las eventuales reformas a la legislación sobre seguridad. “Quiero agradecer su presencia aquí y decirles que la entendemos como un gesto frente a temas de esta naturaleza”, dijo. Subrayó que “la unidad del país es siempre muy importante, porque lo que buscan algunos grupos con este tipo de actos no es desestabilizar a un determinado gobierno sino desestabilizar a un sistema democrático”. Bachelet explicó que la reunión fue citada para “contarles” a los líderes políticos “todas las medidas” tomadas por el gobierno, así como “los nuevos pasos” que se proponía dar y “los cambios legislativos” que impulsa con el fin de “contar con mayores capacidades y recursos para responder a este tipo de actos”.
La jefa del Estado había anticipado que promoverá reformas a las leyes Antiterrorista, de Inteligencia y de Control de Armas y Explosivos, tal como venía reclamándolo la oposición desde que en los últimos dos meses se repitieran algunos atentados menores. “Los partidos se han comprometido en dar celeridad en el Congreso para que Chile tenga una Ley Antiterrorista eficaz y legitimada ante la sociedad”, y “una Agencia Nacional de Inteligencia que tenga las condiciones y que sea construida en este contexto político”, afirmó Peñailillo.
El ambiente de tensión generado por la explosión del lunes, que dejó 14 heridos, se vio aumentado en las últimas horas: una bomba casera detonó el martes a la noche en un supermercado de Viña del Mar, a 125 kilómetros de Santiago, y le provocó lesiones a una empleada de 43 años, y ayer tarde una bomba de ruido detonó dentro un baño del centro comercial Open Plaza, también en Viña del Mar. Dos personas sufrieron traumas acústicos.
Otro factor de inquietud es el aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 dio inicio a la dictadura del general Augusto Pinochet y se prolongó hasta 1990. Ese día se registran protestas y disturbios, lo que llevó al sitio de internet Mapcity a incluir entre sus servicios el canal “Puntos conflictivos del 11 de septiembre”, en el que identificó 61 “zonas conflictivas” de Santiago a las que caracterizó como “posibles focos de violencia”.
En, tanto, el fiscal Raúl Guzmán. reveló que “dentro de las diligencias de investigación” del atentado del lunes “se pidió la colaboración de organismos internacionales”. (Télam)