10 Septiembre 2014
Las piezas se moverán y otro será el rompecabezas político a finales del año próximo. Las vicisitudes de ese cambio y la posible configuración de un nuevo orden de fuerzas será analizada por Carlos Pagni mañana a partir de las 20.30 en el teatro del hotel Hilton Garden Inn. Invitado por el Ciclo de Conferencias que organiza este diario desde hace nueve años, el analista político brindará la disertación titulada “La transición y el nuevo mapa del poder”.
“El gobierno sabe que se va. Y ha decidido no tener heredero. Por lo tanto, dispone de muy pocos estímulos para hacer ajustes o reformas que beneficien a alguien distinto de Cristina Fernández de Kirchner. El poder kirchnerista comienza y termina en la familia Kirchner. Eso lo aprendimos de la propia Presidenta, que se hizo entregar el bastón de mando por Florencia Kirchner. La oposición colabora mucho con la estabilidad del oficialismo. A mi juicio, mucho más que el propio oficialismo, sobre todo cuando se observa su política económica”, manifestó Pagni en una conversación telefónica.
El columnista del diario La Nación (sus análisis también son publicados en LA GACETA) precisó que, como quiera que fuese, no veía un horizonte apocalíptico, más allá de las prevenciones y alertas de la Presidenta. “Sí hay que prever una tensión social creciente, porque existe una caída muy pronunciada del salario debido a la inflación y un proceso de destrucción de puestos de trabajo debido a la recesión”, añadió.
En 2015 quizá se inviertan los roles de oficialismo y oposición, pero el personalismo tiene cuerda para rato, según el columnista. “El personalismo en la Argentina está garantizado desde el siglo XIX. Domingo Sarmiento comenzó el Facundo preguntándose por el personalismo. Y Juan Bautista Alberdi dedicó buena parte de su obra a denunciar ese problema. De los candidatos que están a la vista, casi todos son personalistas: Sergio Massa, Daniel Scioli, Mauricio Macri, Elisa Carrió, Fernando Solanas y Jorge Altamira”, dijo.
Pagni es profesor de Historia en la Universidad Nacional de Mar del Plata y fue docente de la cátedra de Historia de las Ideas Políticas de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigador del Instituto Emilio Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Además, se desempeña como consultor político para instituciones y empresas del país y del exterior.
“El gobierno sabe que se va. Y ha decidido no tener heredero. Por lo tanto, dispone de muy pocos estímulos para hacer ajustes o reformas que beneficien a alguien distinto de Cristina Fernández de Kirchner. El poder kirchnerista comienza y termina en la familia Kirchner. Eso lo aprendimos de la propia Presidenta, que se hizo entregar el bastón de mando por Florencia Kirchner. La oposición colabora mucho con la estabilidad del oficialismo. A mi juicio, mucho más que el propio oficialismo, sobre todo cuando se observa su política económica”, manifestó Pagni en una conversación telefónica.
El columnista del diario La Nación (sus análisis también son publicados en LA GACETA) precisó que, como quiera que fuese, no veía un horizonte apocalíptico, más allá de las prevenciones y alertas de la Presidenta. “Sí hay que prever una tensión social creciente, porque existe una caída muy pronunciada del salario debido a la inflación y un proceso de destrucción de puestos de trabajo debido a la recesión”, añadió.
En 2015 quizá se inviertan los roles de oficialismo y oposición, pero el personalismo tiene cuerda para rato, según el columnista. “El personalismo en la Argentina está garantizado desde el siglo XIX. Domingo Sarmiento comenzó el Facundo preguntándose por el personalismo. Y Juan Bautista Alberdi dedicó buena parte de su obra a denunciar ese problema. De los candidatos que están a la vista, casi todos son personalistas: Sergio Massa, Daniel Scioli, Mauricio Macri, Elisa Carrió, Fernando Solanas y Jorge Altamira”, dijo.
Pagni es profesor de Historia en la Universidad Nacional de Mar del Plata y fue docente de la cátedra de Historia de las Ideas Políticas de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigador del Instituto Emilio Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Además, se desempeña como consultor político para instituciones y empresas del país y del exterior.
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