09 Septiembre 2014
El Gobierno nacional presentará esta semana un plan para que las tarjetas de crédito vuelvan a financiar en 12 cuotas sin interés. El propósito de la medida, que se extendería por cuatro meses, es apuntalar el consumo de bienes y de servicios afectados por la caída de las ventas. Muebles, materiales de construcción, hoteles, pasajes en micros, bicicletas y motos, son algunos de los productos incluidos en el programa.
Ante los signos de recesión que muestra la economía, el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof, y sus funcionarios de confianza, la secretaria de Coordinación Económica, Mariana González, y el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, diseñaron este programa, que acordaron con las empresas emisoras de plásticos Visa, Tarshop, Tarjeta Naranja, MasterCard y American Express. Según publicó el diario Clarin.com, los bancos no participaron de las negociaciones.
La iniciativa oficial, que la presidenta, Cristina Fernández anunciará entre hoy y mañana, tiene un propósito específico: incentivar el consumo, pero dirigido hacia los sectores más afectados por la recesión.
De este modo, la lista de productos o de servicios alcanzados por la medida podría modificarse, si es que la Casa Rosada cierra acuerdos con otras ramas de la actividad económica.
Para garantizar que el programa no funcione como un impulso sobre la inflación, el financiamiento de las operaciones que se concreten con tarjetas de crédito correrá por cuenta de las empresas emisoras de los plásticos.
Según fuentes del Ministerio de Economía, citadas por Ambito.com, a cambio las autoridades del Palacio de Hacienda se comprometieron a negociar una reducción del encaje de los depósitos que las compañías emisoras tienen en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El consumo minorista registró en agosto la peor caída de los últimos cinco años. Según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el nivel de operaciones bajó el 9,3% anual en cantidades. El rubro comercial más golpeado por la recesión fue el de los electrodomésticos, donde las ventas se redujeron el 16,3% anual ( en cantidades).
La entidad remarcó que, en general, las familias evitaron compras de grandes montos, por precaución, por falta de fondos en las tarjetas de crédito, o por retrasos en los pagos.
Ante los signos de recesión que muestra la economía, el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof, y sus funcionarios de confianza, la secretaria de Coordinación Económica, Mariana González, y el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, diseñaron este programa, que acordaron con las empresas emisoras de plásticos Visa, Tarshop, Tarjeta Naranja, MasterCard y American Express. Según publicó el diario Clarin.com, los bancos no participaron de las negociaciones.
La iniciativa oficial, que la presidenta, Cristina Fernández anunciará entre hoy y mañana, tiene un propósito específico: incentivar el consumo, pero dirigido hacia los sectores más afectados por la recesión.
De este modo, la lista de productos o de servicios alcanzados por la medida podría modificarse, si es que la Casa Rosada cierra acuerdos con otras ramas de la actividad económica.
Para garantizar que el programa no funcione como un impulso sobre la inflación, el financiamiento de las operaciones que se concreten con tarjetas de crédito correrá por cuenta de las empresas emisoras de los plásticos.
Según fuentes del Ministerio de Economía, citadas por Ambito.com, a cambio las autoridades del Palacio de Hacienda se comprometieron a negociar una reducción del encaje de los depósitos que las compañías emisoras tienen en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El consumo minorista registró en agosto la peor caída de los últimos cinco años. Según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el nivel de operaciones bajó el 9,3% anual en cantidades. El rubro comercial más golpeado por la recesión fue el de los electrodomésticos, donde las ventas se redujeron el 16,3% anual ( en cantidades).
La entidad remarcó que, en general, las familias evitaron compras de grandes montos, por precaución, por falta de fondos en las tarjetas de crédito, o por retrasos en los pagos.
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