Batalla limpia esta vez

Luego de lo ocurrido en el GP de Bélgica entre los pilotos de Mercedes, el GP de Italia suscitó una atención especial. ¿Qué ocurriría en el veloz circuito de Monza? ¿Habría nuevamente maniobras polémicas entre los dos aspirantes al título? ¿Surtiría efecto la reprimenda de los popes del team germano a sus corredores? Ni una cosa, ni la otra. Es que si bien el inglés Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg pelearon por la victoria de la fecha 13, jamás tuvieron un cuerpo a cuerpo que permitiera suponer otro altercado.

Las escasas 274/1000 que le permitieron a Hamilton largar desde la pole y marginar al 2° puesto de la grilla a Rosberg auguraron una batalla intensa. Pero una mala largada del moreno le permitió al germano capturar la vanguardia sin demasiados riesgos. El 4° lugar en el pelotón no inquietó a Hamilton, que se tomó las cosas con calma confiado del buen ritmo de su “Flecha de Plata”. A base de varios récords de vuelta consecutivos, Hamilton se puso a décimas de su compañero, pero se quedó con las ganas de superarlo. El problema en los frenos que le habían dado a Nico un susto ya en el octavo giro al pasarse en la chicana, esta vez tuvo una consecuencia más grave: en el mismo sector siguió de largo y le dejó el primer puesto en bandeja a Lewis, que aprovechó el “regalo” para encaminarse tranquilo a su sexto triunfo del año y el 28° de su campaña (superó a Sir Jackie Stewart en el historial).

Los coletazos de la reunión que tuvieron después del incidente de Spa y en la que Mercedes puso las cosas en su lugar se notaron en el podio. Hamilton apenas saludó a Rosberg, que luego de aquel encuentro salió a decir que fue el responsable del toque que dejó sin chances a su coequiper y encima tuvo una sanción disciplinaria.

Con el recuerdo de lo sucedido en la ceremonia de premiación del GP belga, cuando Rosberg fue abucheado por el público por su mala maniobra; el inglés se puso a los tifosi en el bolsillo. “Es impresionante ver toda la recta llena de fans. Es impresionante esta carrera”, dijo en entrevista que le realizó el ex piloto francés Jean Alesi. La frase hizo estallar la algarabía de los espectadores. Pero Rosberg no se quedó atrás, en una clara muestra de que quiere liderar el torneo y también la guerra sicológica. “Lewis hizo una gran competencia y se lo merece”, contó en inglés. “Son un público bellísimo y están en mi corazón”, completó ya hablando en la lengua del Dante, algo que también enardeció a la gente. Pero la última palabra la tuvo Hamilton: “Grazie a tutti”, soltó con una sonrisa antes de irse a la conferencia de prensa. Es que así de tensa es esta batalla por el título, de la cual se esperan más e intensos capítulos.