La pelea Massa-Scioli llega a una comisaría

La pelea Massa-Scioli llega a una comisaría

El massismo denunció que le tapan afiches

07 Septiembre 2014
“Los tiempos se adelantaron”, suelen repetir por estos días los dirigentes experimentados, al observar la tensión política cuando aún falta un año para los próximos comicios nacionales y provinciales. Los hechos producidos esta semana en la ciudad parecen ratificar este “anticipo” en el ritmo político. Un dirigente del massismo acudió a la seccional 1a de la Policía para denunciar que “autores desconocidos” les taparon afiches de la propaganda de Sergio Massa, con otros de Daniel Scioli con la leyenda “Ola Naranja”. Lo curioso es que, en otro sector de la centro, los carteles que promocionan al gobernador bonaerense fueron cubiertos por otros del kirchnerista Julián Domínguez, jefe del bloque oficialista en la Cámara de Diputados de la Nación. Así, tres peronistas comenzaron a disputarse las paredes céntricas. Incluso, una campaña de difusión por el voto electrónico fue “borrada” por las pegatinas de los precandidatos.

El miércoles a las 20, el coordinador de la agrupación Renovación Federal Tucumán, Víctor Arias, se presentó en la seccional 1a para realizar una denuncia. Según relató, hacía unos 10 días su sector había comenzado a colocar “en lugares pagados en la vía pública afiches con las fotos del legislador Gerónimo Vargas Aignasse y del señor Sergio Massa”. “Fueron tapados con otros de propaganda del señor Sioli (sic), ‘La Ola Naranja’”, redactó el policía sumariante.

En su testimonio, Arias destacó que otro cartel “pagado a una empresa que cedió el lugar” -esta vez aparecía la dirigente massista Mariela Martín Domenichelli- fue blanco de vandalismo el martes pasado. “Dicho afiche apareció todo destrozado; debido a esta actitud presumo que puede tratarse de las mismas personas (que taparon los carteles)”, destacó Arias.

En la zona del parque 9 de Julio también aparecieron afiches; en esta ocasión, postulando el nombre del kirchnerista Julián Domínguez. Debajo de ellos quedaron, justamente, los anaranjados de Scioli.

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