Aprueban tres fármacos para tratar la obesidad

Aprueban tres fármacos para tratar la obesidad

Pronto llegarán al país las drogas que quitan el apetito. Ayudarán a hacer dieta hipocalórica a quienes necesitan tener un peso saludable

BUENA OPCIÓN. Los fármacos son la única herramienta existente para controlar la pandemia de la obesidad. la gaceta / archivo BUENA OPCIÓN. Los fármacos son la única herramienta existente para controlar la pandemia de la obesidad. la gaceta / archivo
07 Septiembre 2014
En todos los países del mundo aumenta la prevalencia de la obesidad, y ninguno -hasta la fecha- consigue frenar la enfermedad crónica que afecta a todos los grupos etarios. “¡Hasta China tiene obesidad! Al caer el muro de Berlín, en 1989, cambian la política y la forma de vida. Llegan las gaseosas, las hamburguesas, la comida chatarra, la alimentación occidental. La obesidad es una pandemia mundial que urge ser tratada. Por suerte, ya fueron aprobadas tres drogas anorexigénicas para tratar el sobrepeso y la obesidad, que están dando buenos resultados en EE.UU y México, cuyos índices de sobrepeso/obesidad rondan el 75%”. Así lo anunció en su visita a LA GACETA el médico mexicano doctor Raúl Morin Zaragoza, presidente fundador de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, y desde hace 35 años investigador clínico de drogas anorexigénicas. El especialista disertó en Tucumán sobre “Fármacos para tratar la obesidad”, invitado por la Sociedad Argentina de Nutrición y por el Programa Provincial de Asistencia Integral de la Obesidad. Estos son algunos conceptos de la charla con nuestro diario:


- En el siglo pasado se prohibió el uso de drogas para adelgazar. ¿A qué se debe el cambio?

- Hace 35 años nos empezamos a comprometer con el problema de la obesidad ignorando mucho de esta enfermedad. Hoy seguimos descubriendo nuevos aspectos y nos damos cuenta de su complejidad: es crónica, con características genéticas y biológicas, incurable pero tratable, y con fuerte carga social. Se debe a un exceso de ingesta de energía y a una disminución del gasto energético debido a la vida sedentaria, características de este siglo. La patología podría combatirse con dos medidas: dieta hipocalórica y actividad física. Pero la gran mayoría de los pacientes no adhiere a este plan: 1) porque tienen mucho apetito y necesitan comer, y 2) porque se mueven poco. Los índices de caminatas urbanas son cada vez más bajos debido a la inseguridad y a que las ciudades privilegian el automotor y no al peatón. Cuando un paciente no puede luchar contra su condición apegándose a dietas hipocalóricas y al ejercicio físico, la farmacología es una buena opción. Argentina lo necesita porque el índice de sobrepeso/obesidad en su población es del 54%, y hay que frenar la prevalencia de la enfermedad.

-¿Con qué fármacos tratan la obesidad?

- Los fármacos de la segunda generación (1959 a los 80) son los que hoy están favoreciendo el control de esta pandemia. Los que aparecieron en las décadas de los 80, 90 y 2000 (fenfluramina, dexfenfluramina, sivutramina,) salieron del mercado. Sólo se mantiene orlistat. Hoy estamos viviendo la experiencia con medicamentos de más de 50 años en el mercado, obteniendo logros parciales paliativos -como sucede en toda enfermedad incurable- pero con grandes beneficios para las personas con obesidad. Estos fármacos, además, son la única herramienta que tenemos para controlar el mal.


-¿Cómo actúan los medicamentos?

- Los medicamentos no bajan de peso sino que quitan el hambre. Esto permite al paciente realizar la dieta hipocalórica, ya que una persona con hambre jamás hará dieta. Se trata de una medida paliativa efectiva. Se benefician pacientes obesos con alto riesgo de morbilidad y de mortalidad, debido a que la obesidad suele ir acompañada de diabetes, HTA, dislipidemia, ACV, arteroesclerosis, cáncer de mama, de endometrio, de próstata, de colon, apnea del sueño, depresión, angustia, entre otros males asociados. El objetivo del tratamiento es reducir el peso y el tejido adiposo visceral para bajar el riesgo de mortalidad por problemas cardiovasculares y metabólicos.

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