Juan Pablo Ronderos - Gerente de Desarrollo de Negocios de la consultora Abeceb.com
Hay algunos puntos que todavía siguen sin respuesta clara en el proyecto de Ley que el Gobierno nacional buscará aprobar en el Congreso para cambiar la jurisdicción del pago de los bonos del canje de la deuda:
-¿Qué se puede interpretar de la propuesta del Gobierno para hacer un cambio de jurisdicción y/o de agente fiduciario para el pago de los bonos del canje de la deuda?
Lo primero que salta a la luz es que las autoridades están dando señales de que se sienten cómodas con la situación del default. Además, esta iniciativa muestra que no se quiere reconocer más beneficios a los fondos buitre que a los acreedores que ingresaron a los canjes, pese a que esto significa desacatar una sentencia firme de la principal plaza financiera del mundo. Además, hay que tener en cuenta que el país ingresó en cesación de pagos sólo por un 4% del PBI, lo que no parece tener sentido.
Por otro lado, tendiendo en cuenta que se envía el proyecto al Congreso, la iniciativa también aparece como una estrategia política, debido a que fuerza a la oposición a pronunciarse sobre esto, y reforzar el argumento “patria o buitres”.
-¿Cuáles son los aspectos de la propuesta que podrían generar dudas, o que se perciben como debilidades?
La principal debilidad de la iniciativa se asocia a la jurisdicción de pago en la Argentina. Existen motivos legales y de riesgo argentino que hacen que muchos acreedores no puedan, o no quieran, aceptar la propuesta.
Además, se despiertan varios interrogantes que, por lo menos hasta ahora, las autoridades no han aclarado cómo se podrán resolver. Por ejemplo, ¿cómo hará el Gobierno para hacerse de la información de los acreedores? Porque aún no se sabe si el BONY está dispuesto a cooperar con información sobre los acreedores y sobre sus cuentas, ya que no tendría ningún incentivo para hacerlo.
-Con este conflicto abierto, se puede decir que la economía argentina cerrará 2014 con recesión económica, ¿Qué se puede esperar para 2015?
En alguna medida, este año está cerrado en materia económica, aunque sin dudas habrá que observar cómo se mueven las expectativas en los próximos meses, debido a que esto afectará la marcha de la actividad.
Mientras tanto, lo que suceda el año que viene dependerá de si la Argentina logra salir de la cesación de pagos lo suficientemente rápido. Para conseguir este objetivo, el Gobierno nacional necesariamente deberá negociar con los holdouts. Si esto sucede se abrirían las puertas al financiamiento externo y mejorarían las expectativas con miras al cambio de gestión que se prevé en las elecciones generales que se llevarán a cabo en octubre del año que viene.
Así, habrá que estar atentos a las señales que entregue la Casa Rosada sobre las intenciones de llegar a un acuerdo definitivo con los holdouts. Lo cierto es que si este proyecto oficial -para modificar la jurisdicción del pago de los bonos del canje de la deuda- es aprobado por el Congreso nacional, la probabilidad de que se vaya por la vía de la negociación parece menor.
Por otro lado, si el default se prolongara en 2015, la economía no lograría recuperarse de la recesión de este año, por lo que se mantendrá en terreno negativo.