Por Miguel Ángel Rouco
20 Agosto 2014
BUENOS AIRES.- Los hombres de negocios trazaron un duro diagnóstico durante las distintas reuniones corporativas que vienen manteniendo en las últimas horas, tanto en el seno de cada una de las entidades que los nuclean como en las cumbres interempresarias.
Durante el cónclave de ayer del Grupo de los Seis (G-6) en la Unión Industrial Argentina (UIA), no sólo acordaron una férrea oposición a la iniciativa oficial de cambios a la Ley de Abastecimiento, sino que además se mostraron muy preocupados por la inflación, una eventual devaluación y la posibilidad concreta de una reapertura de las paritarias.
“El paquete de leyes es considerado como lesivo para el derecho de propiedad y como peligroso para el mantenimiento de una paz social, necesaria para el último tramo del mandato de la presidenta Cristina Fernández”, le dijo a DyN un dirigente que trabajó activamente para acercar posiciones entre las entidades.
Lo que coronó los temores de los empresarios fue la falta de respuestas a los reclamos tanto del ministro de Economía, Axel Kiciloff, como del secretario de Comercio, Augusto Costa. “El silencio es la señal más preocupante hasta ahora. Esperamos que en los próximos días nos puedan recibir a todo el arco del empresariado”, expresó el informante.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis María Etchevehere fue mucho más contundente y llamó a este enfrentamiento “la 125 bis”. “Esto afecta el derecho de propiedad y puede llevar a muchas empresas a la quiebra. Que el Estado se pueda meter en las empresas e incautar mercadería y aplicar multas sin poder defenderse es un exceso”, planteó el dirigente ruralista.
La reunión dejó, eso sí, un criterio unívoco entre los hombres de negocios: si se aprueba la Ley, recurrirán a la Justicia para que se dicte su inconstitucionalidad.
“Hay doctrina, jurisprudencia y una voluminosa biblioteca que defiende nuestra posición”, indicó el asesor letrado de una de las entidades.
Apuesta al diálogo
Otros empresarios prefirieron apostar al diálogo y en la reunión del G-6 quedó definido que habrá una acción común para mantener reuniones con todos los sectores políticos. “Vamos a visitar a cada líder de los distintos bloques parlamentarios y a los presidenciables para exponer la gravedad de la situación y nuestro punto de vista”, explicó un representante del nucleamiento.
“Nosotros estamos en contra del intervencionismo y de cualquier injerencia del Estado en la vida de las empresas”, comentó otro dirigente.
Un dato más que se escuchó en sordina, tras la reunión en la sede de la UIA: “éste es el último round antes de las elecciones y hay que pelearlo con todo”.
Durante el cónclave de ayer del Grupo de los Seis (G-6) en la Unión Industrial Argentina (UIA), no sólo acordaron una férrea oposición a la iniciativa oficial de cambios a la Ley de Abastecimiento, sino que además se mostraron muy preocupados por la inflación, una eventual devaluación y la posibilidad concreta de una reapertura de las paritarias.
“El paquete de leyes es considerado como lesivo para el derecho de propiedad y como peligroso para el mantenimiento de una paz social, necesaria para el último tramo del mandato de la presidenta Cristina Fernández”, le dijo a DyN un dirigente que trabajó activamente para acercar posiciones entre las entidades.
Lo que coronó los temores de los empresarios fue la falta de respuestas a los reclamos tanto del ministro de Economía, Axel Kiciloff, como del secretario de Comercio, Augusto Costa. “El silencio es la señal más preocupante hasta ahora. Esperamos que en los próximos días nos puedan recibir a todo el arco del empresariado”, expresó el informante.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis María Etchevehere fue mucho más contundente y llamó a este enfrentamiento “la 125 bis”. “Esto afecta el derecho de propiedad y puede llevar a muchas empresas a la quiebra. Que el Estado se pueda meter en las empresas e incautar mercadería y aplicar multas sin poder defenderse es un exceso”, planteó el dirigente ruralista.
La reunión dejó, eso sí, un criterio unívoco entre los hombres de negocios: si se aprueba la Ley, recurrirán a la Justicia para que se dicte su inconstitucionalidad.
“Hay doctrina, jurisprudencia y una voluminosa biblioteca que defiende nuestra posición”, indicó el asesor letrado de una de las entidades.
Apuesta al diálogo
Otros empresarios prefirieron apostar al diálogo y en la reunión del G-6 quedó definido que habrá una acción común para mantener reuniones con todos los sectores políticos. “Vamos a visitar a cada líder de los distintos bloques parlamentarios y a los presidenciables para exponer la gravedad de la situación y nuestro punto de vista”, explicó un representante del nucleamiento.
“Nosotros estamos en contra del intervencionismo y de cualquier injerencia del Estado en la vida de las empresas”, comentó otro dirigente.
Un dato más que se escuchó en sordina, tras la reunión en la sede de la UIA: “éste es el último round antes de las elecciones y hay que pelearlo con todo”.
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