20 Agosto 2014
Los docentes flexibilizan el paro, y desde hoy vuelven las clases a las facultades y a las escuelas
Tras cumplir 89 días de huelga los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán vuelven a sus actividades académicas. Lo resolvieron ayer, en una masiva asamblea. En dos semanas se reunirán de nuevo, para evaluar si las autoridades rectorales cumplieron con sus compromisos. Cada docente recibirá un extra mensual de $ 1.000
AMPLIA MAYORÍA. La moción de flexibilizar la huelga se impuso por más de 600 votos contra 39 que se habían inclinado por mantener la medida de fuerza. la gaceta / foto de Diego Aráoz
Por abrumadora mayoría, los docentes resolvieron ayer flexibilizar la medida de acción directa que vienen cumpliendo en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) desde el 23 de mayo. De los 645 asistentes registrados en las planillas que hicieron firmar los dirigentes de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt), sólo 39 se inclinaron por continuar con el paro. El resto votó la moción que, en los hechos, implica el retorno a las actividades académicas: dictado de clases y toma de exámenes.
Pero esta flexibilización -tal el vocablo utilizado en la moción- no regirá en forma permanente. Los docentes se pusieron como plazo para constatar el cumplimiento de los compromisos asumidos por las autoridades de la UNT el martes 2 del mes que viene. Ese día se realizará una nueva asamblea que decidirá cómo continúa el proceso.
La asamblea comenzó cerca de las 10, con un informe del secretario general de Adiunt, Oscar Pavetti. Básicamente, sintetizó la última oferta que les acercaron a los dirigentes las autoridades de la UNT: un adicional de emergencia de $ 1.000, desde este mes y hasta que se abran las próximas paritarias. El beneficio alcanza a todos los docentes de grado, y a los de pregrado que dicten 15 horas o más en las escuelas preuniversitarias. Para aquellos que den menos horas, se pagará un proporcional.
Todas las intervenciones, tanto las de aquellos que se inclinaban por volver a clases como los que querían sostener el paro, subrayaron en la necesidad de mantener el activismo que mostraron durante los 89 días que duró el paro, con el objetivo de conseguir las reivindicaciones que quedan pendientes.
Las primeras alocuciones ya prenunciaban el espíritu que finalmente se impuso, de flexibilizar el paro. “Hoy puede culminar el primer acto de una obra dramática y larga. Las bases y los dirigentes le hemos demostrado al país que se puede pelear por lo que es justo. Se están moviendo los cimientos de corrupción de la UNT”, afirmó Mario Fortuna, uno de los primeros oradores de los alrededor de 40. Él también introdujo un tema que sobrevoló durante toda la asamblea: el repudio al violento intento de desalojo del Rectorado, que se realizó el miércoles, y del que participó personal que custodia dependencias de la UNT. “El sueldo para ese aparato represivo implica unos $ 10,9 millones al año. A los investigadores se les da $ 3.000 anuales”, denunció Fortuna. Según se votó, uno de los condicionamientos para mantener las clases será que la rectora, Alicia Bardón, disuelva el área de seguridad de la UNT y sancione al personal que aparece en los videos y en las fotos de los violentos sucesos del miércoles.
También se debatió acerca de si los $ 1.000 resultaban una cifra aceptable. Todos coincidieron en que “no se llena un carrito del súper”; pero muchos señalaron que para un sector importante implica un porcentaje significativamente mayor al ofrecido por la Nación en las paritarias. Se decidió aceptarlos. Sobre todo, hicieron eje en el valor político de lo conseguido. “No debemos verlo sólo desde el punto de vista monetario, sino como algo que hemos logrado. Esta lucha nos unió. Aquí nos reunimos con dirigentes que honran la palabra dirigente”, dijo Eugenio Lobo.
Los docentes resolvieron, además, mantener el estado de alerta y de movilización. De hecho, anunciaron que continuarán realizando las marchas de antorchas. Además, advirtieron que quedó pendiente que el Consejo Superior fije una fecha para el inicio del proceso de reforma del estatuto. Anunciaron que se movilizarán para que en la sesión inaugural de la Asamblea Universitaria se debatan la carrera docente y la plena ciudadanía para los preuniversitarios.
Pero esta flexibilización -tal el vocablo utilizado en la moción- no regirá en forma permanente. Los docentes se pusieron como plazo para constatar el cumplimiento de los compromisos asumidos por las autoridades de la UNT el martes 2 del mes que viene. Ese día se realizará una nueva asamblea que decidirá cómo continúa el proceso.
La asamblea comenzó cerca de las 10, con un informe del secretario general de Adiunt, Oscar Pavetti. Básicamente, sintetizó la última oferta que les acercaron a los dirigentes las autoridades de la UNT: un adicional de emergencia de $ 1.000, desde este mes y hasta que se abran las próximas paritarias. El beneficio alcanza a todos los docentes de grado, y a los de pregrado que dicten 15 horas o más en las escuelas preuniversitarias. Para aquellos que den menos horas, se pagará un proporcional.
Todas las intervenciones, tanto las de aquellos que se inclinaban por volver a clases como los que querían sostener el paro, subrayaron en la necesidad de mantener el activismo que mostraron durante los 89 días que duró el paro, con el objetivo de conseguir las reivindicaciones que quedan pendientes.
Las primeras alocuciones ya prenunciaban el espíritu que finalmente se impuso, de flexibilizar el paro. “Hoy puede culminar el primer acto de una obra dramática y larga. Las bases y los dirigentes le hemos demostrado al país que se puede pelear por lo que es justo. Se están moviendo los cimientos de corrupción de la UNT”, afirmó Mario Fortuna, uno de los primeros oradores de los alrededor de 40. Él también introdujo un tema que sobrevoló durante toda la asamblea: el repudio al violento intento de desalojo del Rectorado, que se realizó el miércoles, y del que participó personal que custodia dependencias de la UNT. “El sueldo para ese aparato represivo implica unos $ 10,9 millones al año. A los investigadores se les da $ 3.000 anuales”, denunció Fortuna. Según se votó, uno de los condicionamientos para mantener las clases será que la rectora, Alicia Bardón, disuelva el área de seguridad de la UNT y sancione al personal que aparece en los videos y en las fotos de los violentos sucesos del miércoles.
También se debatió acerca de si los $ 1.000 resultaban una cifra aceptable. Todos coincidieron en que “no se llena un carrito del súper”; pero muchos señalaron que para un sector importante implica un porcentaje significativamente mayor al ofrecido por la Nación en las paritarias. Se decidió aceptarlos. Sobre todo, hicieron eje en el valor político de lo conseguido. “No debemos verlo sólo desde el punto de vista monetario, sino como algo que hemos logrado. Esta lucha nos unió. Aquí nos reunimos con dirigentes que honran la palabra dirigente”, dijo Eugenio Lobo.
Los docentes resolvieron, además, mantener el estado de alerta y de movilización. De hecho, anunciaron que continuarán realizando las marchas de antorchas. Además, advirtieron que quedó pendiente que el Consejo Superior fije una fecha para el inicio del proceso de reforma del estatuto. Anunciaron que se movilizarán para que en la sesión inaugural de la Asamblea Universitaria se debatan la carrera docente y la plena ciudadanía para los preuniversitarios.
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