15 Agosto 2014
"MANOS ARRIBA, NO DISPAREN". Con carteles y actitud pacífica, los manifestantes marcharon anoche en Ferguson. REUTERS
WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó hoy a la comunidad del estado de Missouri a la calma tras varias noches de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes después de que un adolescente negro desarmado de 18 años muriera a manos de la policía, la semana pasada, en Ferguson.
Anoche, cientos de personas marcharon pacíficamente en Ferguson, en la quinta noche de protestas. El capitán de la patrulla estatal de carreteras, Ron Johnson, un afroamericano que creció en Ferguson, y nuevo responsable de la zona, ha visto como miembros de seguridad y manifestantes se mezclaban sin que hubiera enfrentamientos.
"Estamos aquí juntos, no estamos para crear miedo ni intimidar", dijo Johnson, según un corresponsal del Washington Post. También se refirió a Michael Brown, el joven abatido por la Policía, del que expresó: "Es sobre todo un ser humano, un joven que ha perdido la vida. Así que comparto el dolor de la familia".
Desde Edgartown, en el estado de Massachusetts, en el que está vacacionando junto a su familia, Obama indicó que el Departamento de Justicia estadounidense y el FBI están investigando el incidente. "Ahora es tiempo de sanar. Es tiempo para la paz y la calma en las calles de Ferguson. Ahora es tiempo de un proceso abierto y transparente para asegurarnos de que se haga justicia", añadió.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, decidió retirar a la policía local y le encargó la seguridad a las fuerzas del estado. Nixon consideró que el cambio de comando servirá para reducir la tensión. "Este cambio operativo les dará a todos tiempo para respirar", señaló.
La llamada "Highway Patrol" se ocupa principalmente de vigilar el tránsito, pero interviene también en otros delitos como asesinatos y robos. La policía de la localidad de Ferguson, de 21.000 habitantes, fue duramente cuestionada por su actuación de los últimos días.
En el condado de St.Louis, en el que está Ferguson, el 67 por ciento de la población es negra, mientras que el 94 por ciento de sus policías son blancos.
Tras la muerte de un adolescente el sábado, Ferguson fue escenario de diversas protestas, que en algunos casos terminaron en disturbios y saqueos.
La policía disolvió algunas de estas marchas con gas lacrimógeno y bombas de humo, además de utilizar balas de goma. Varios periodistas fueron presionados por los efectivos para no informar sobre los acontecimientos y al menos dos reporteros fueron detenidos.
El jefe policial Tom Jackson admitió luego que la policía no actuó correctamente.
El secretario de Justicia, Eric Holder, dijo que los saqueos eran inaceptables, pero admitió a su vez que la policía debería ayudar a tranquilizar la situación y no lo contrario. Holder consideró que los manifestantes pacíficos deben tener derecho a protestar y que los periodistas deberían poder trabajar sin problemas.
Varios cientos de personas volvieron a congregarse el jueves por la noche en Ferguson para una marcha que en principio transcurrió en calma. Los habitantes de la localidad demandan que se dé a conocer quién fue el responsable de la muerte del adolescente Michael Brown. (DPA)
Anoche, cientos de personas marcharon pacíficamente en Ferguson, en la quinta noche de protestas. El capitán de la patrulla estatal de carreteras, Ron Johnson, un afroamericano que creció en Ferguson, y nuevo responsable de la zona, ha visto como miembros de seguridad y manifestantes se mezclaban sin que hubiera enfrentamientos.
"Estamos aquí juntos, no estamos para crear miedo ni intimidar", dijo Johnson, según un corresponsal del Washington Post. También se refirió a Michael Brown, el joven abatido por la Policía, del que expresó: "Es sobre todo un ser humano, un joven que ha perdido la vida. Así que comparto el dolor de la familia".
Desde Edgartown, en el estado de Massachusetts, en el que está vacacionando junto a su familia, Obama indicó que el Departamento de Justicia estadounidense y el FBI están investigando el incidente. "Ahora es tiempo de sanar. Es tiempo para la paz y la calma en las calles de Ferguson. Ahora es tiempo de un proceso abierto y transparente para asegurarnos de que se haga justicia", añadió.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, decidió retirar a la policía local y le encargó la seguridad a las fuerzas del estado. Nixon consideró que el cambio de comando servirá para reducir la tensión. "Este cambio operativo les dará a todos tiempo para respirar", señaló.
La llamada "Highway Patrol" se ocupa principalmente de vigilar el tránsito, pero interviene también en otros delitos como asesinatos y robos. La policía de la localidad de Ferguson, de 21.000 habitantes, fue duramente cuestionada por su actuación de los últimos días.
En el condado de St.Louis, en el que está Ferguson, el 67 por ciento de la población es negra, mientras que el 94 por ciento de sus policías son blancos.
Tras la muerte de un adolescente el sábado, Ferguson fue escenario de diversas protestas, que en algunos casos terminaron en disturbios y saqueos.
La policía disolvió algunas de estas marchas con gas lacrimógeno y bombas de humo, además de utilizar balas de goma. Varios periodistas fueron presionados por los efectivos para no informar sobre los acontecimientos y al menos dos reporteros fueron detenidos.
El jefe policial Tom Jackson admitió luego que la policía no actuó correctamente.
El secretario de Justicia, Eric Holder, dijo que los saqueos eran inaceptables, pero admitió a su vez que la policía debería ayudar a tranquilizar la situación y no lo contrario. Holder consideró que los manifestantes pacíficos deben tener derecho a protestar y que los periodistas deberían poder trabajar sin problemas.
Varios cientos de personas volvieron a congregarse el jueves por la noche en Ferguson para una marcha que en principio transcurrió en calma. Los habitantes de la localidad demandan que se dé a conocer quién fue el responsable de la muerte del adolescente Michael Brown. (DPA)
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