El día del encuentro entre Grondona y Muratore

El día del encuentro entre Grondona y Muratore

DESDE SUDÁFRICA. Muratore resaltó la gestión del fallecido ex titular de AFA DESDE SUDÁFRICA. Muratore resaltó la gestión del fallecido ex titular de AFA
El jueves 23 de diciembre de 2004 teníamos acordado el encuentro entre Julio Grondona y Horacio Muratore, por ese entonces presidente de la CABB. Ambos estaban felices, pues venían de ser los “dueños del oro” en Atenas, Grecia, donde tanto el fútbol como el basquetbol, consiguieron ser campeones olímpicos. Había comenzado a darle forma a lo que hoy es el libro: “Horacio Muratore: el Señor de los Éxitos”. Habíamos convenido encontrarnos a las 19.30. Unos 15 minutos después llegó Don Julio, a quien esperaban en el salón del primer piso de AFA la mayoría de los presidentes de clubes que despedían el triunfal año deportivo.

Apenas ingresó a la sede de Viamonte al 1300, se estrechó en un fuerte abrazo con Horacio, que esperaba ansioso. Ambos debían partir más tarde a la entrega de las distinciones que tanto al fútbol como al basquetbol les entregaba esa noche el diario “Clarín” en su tradicional fiesta de fin de año. Grondona, que como siempre estaba acompañado de Daniel Pellegrino, se mostró muy cálido.

Mi grabador estaba listo y sabiendo que los tiempos eran exiguos, y comencé a preguntarle cuál era su sensación tras la conquista alcanzada por los máximos deportes en Argentina. “El éxito del basquetbol en Grecia fue mucho más duro de lograr que en el caso del fútbol, porque en los demás países el baloncesto es mucho más profesional. Indudablemente que esto potencia el triunfo y pone de relieve que la mano de la dirigencia ha llegado a los lugares que corresponde”, me respondió entre otros conceptos.

Horacio le agradeció y le pidió a Grondona que le transfiera, de alguna manera, su capacidad. “Siempre he dicho públicamente que es mi imagen, es mi ideal de dirigente y ojalá que pueda seguir al frente del fútbol argentino. Estamos los dos en el mismo camino, pensando y trabajando por el deporte y la juventud, e intentando hacer cosas positivas para todo el país. Tenemos la satisfacción de que nos han respondido los jugadores y los cuerpos técnicos para alcanzar los Juegos Olímpicos que el pueblo argentino disfrutó”, comentó feliz Don Julio.

Hoy, casi 10 años después de aquel jueves, Muratore, próximo a convertirse en el número 1 del baloncesto mundial como presidente de FIBA-mundo, lamentó esta, para él, irreparable pérdida. “Se nos fue el principal referente del deporte de nuestro país, que fue capaz de abrir cualquier puerta en muchos lugares del mundo y que tenía un reconocimiento como pocos. Una lástima”, me escribió Horacio desde Sudáfrica, donde sus obligaciones como dirigente profesional lo sitúan por estos días.

Se fue Grondona, que no llegó a ser presidente de FIFA, tal vez por no haber aprendido el idioma universal: el inglés. Eso fue lo que quedó pendiente para este hombre, para quien: “todo pasa”, como tenía escrito en su anillo. Para muchos, seguirá siendo un referente de nivel y prestigio, aunque otros se encargarán de “demonizarlo”, hasta donde más le duela a su familia y a su honor.

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