30 Julio 2014
SORPRENDIDO. Mirkin comentó que lo vio de buen humor y de buen semblante al fallecido presidente de AFA. ARCHIVO LA GACETA
Luego de la Copa del Mundo Brasil 2014, Julio Grondona se había tomado unos días de licencia para reasumir sus funciones al frente de la Asociación del Fútbol Argentino, institución que conducía desde hacía 35 años. Todavía en su departamento de Puerto Madero, el "dueño de la pelota" se tomó casi tres horas para conocer a Oscar Mikin, presidente de San Martín, en el último encuentro a solas que mantuvo con un dirigente antes de su muerte.
"Estuve hasta cerca de las 14 en su casa particular tomando un café. Charlamos de anécdotas personales, de la figura de mi padre (Natalio Mirkin). Me contó momentos que habían compartido en su etapa de dirigencia. Mi viejo asumió en 1974 y él en 1979. También se quejó, de alguna manera, de la falta de dirigentes serios en el país. Me preguntó como estaba Tucumán y contó que había venido hacía muchos años", le comentó a LA GACETA el dirigente "Santo", que viajó hasta Buenos Aires para presentarse ante Grondona, luego de ganar las elecciones del 1 de junio.
"Fue una charla amena, no de amigos. El hecho de que me haya invitado a su casa me hizo ver un lado humano del dirigente, de mucha sensibilidad. También hablamos del nuevo torneo y me dijo que fue era una de las últimas cosas que quería hacer. Ya no tenía muchas ganas, pero sentía que esto era importante, que el fútbol sea más federal", continuó en su relato el también secretario de Obras Públicas de la provincia.
A solas con Grondona, el tucumano le entregó un poncho y una camiseta de regalo. A cambio hubiera querido una foto, pero como "Don Julio" estaba de entrecasa prefirió continuar con la charla. "Recordamos las peleas con mi padre, pero en el buen sentido. Siempre confrontar como gente que piensa distintos, sin antagonismos personales ya que en ese ámbito se puede construir", explicó Mirkin sin querer entrar en detalles. En 1983, su padre Natalio llevó a Grondona hasta los tribunales por una disputa entre AFA y San Martín. Esa fue la última vez que visitó Tucumán.
Sin imaginarse el desenlace de hoy, Mirkin describió la escena con la que el ahora ex presidente de AFA lo recibió en el sexto piso del edificio de Puerto Madero que hace de residencia de toda la familia Grondona. "Me llamó la atención que me convidó café y masas. Escuchaba radio, con un equipo antiquísimo. Se lo veía con muy buen semblante, de buen humor. Lo llamaba mucha gente por teléfono. Esa tarde se iba a reintegrar a AFA después de 40 días de licencia", concluyó el presidente "Santo", todavía conmovido por la noticia del deceso del hombre que hizo historia en el deporte más popular del país.
"Estuve hasta cerca de las 14 en su casa particular tomando un café. Charlamos de anécdotas personales, de la figura de mi padre (Natalio Mirkin). Me contó momentos que habían compartido en su etapa de dirigencia. Mi viejo asumió en 1974 y él en 1979. También se quejó, de alguna manera, de la falta de dirigentes serios en el país. Me preguntó como estaba Tucumán y contó que había venido hacía muchos años", le comentó a LA GACETA el dirigente "Santo", que viajó hasta Buenos Aires para presentarse ante Grondona, luego de ganar las elecciones del 1 de junio.
"Fue una charla amena, no de amigos. El hecho de que me haya invitado a su casa me hizo ver un lado humano del dirigente, de mucha sensibilidad. También hablamos del nuevo torneo y me dijo que fue era una de las últimas cosas que quería hacer. Ya no tenía muchas ganas, pero sentía que esto era importante, que el fútbol sea más federal", continuó en su relato el también secretario de Obras Públicas de la provincia.
A solas con Grondona, el tucumano le entregó un poncho y una camiseta de regalo. A cambio hubiera querido una foto, pero como "Don Julio" estaba de entrecasa prefirió continuar con la charla. "Recordamos las peleas con mi padre, pero en el buen sentido. Siempre confrontar como gente que piensa distintos, sin antagonismos personales ya que en ese ámbito se puede construir", explicó Mirkin sin querer entrar en detalles. En 1983, su padre Natalio llevó a Grondona hasta los tribunales por una disputa entre AFA y San Martín. Esa fue la última vez que visitó Tucumán.
Sin imaginarse el desenlace de hoy, Mirkin describió la escena con la que el ahora ex presidente de AFA lo recibió en el sexto piso del edificio de Puerto Madero que hace de residencia de toda la familia Grondona. "Me llamó la atención que me convidó café y masas. Escuchaba radio, con un equipo antiquísimo. Se lo veía con muy buen semblante, de buen humor. Lo llamaba mucha gente por teléfono. Esa tarde se iba a reintegrar a AFA después de 40 días de licencia", concluyó el presidente "Santo", todavía conmovido por la noticia del deceso del hombre que hizo historia en el deporte más popular del país.
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