29 Julio 2014
Ante la necesidad de financiar los gastos del Estado, la carga tributaria en la Argentina crece a un ritmo vertiginoso. Mediante la creación de nuevos impuestos, la recaudación de las tres órbitas de gobierno (Nacional, Provincial y Municipal) pasó de representar un 23% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2001, al 35% en 2013. Este avance refleja una expansión del 45% durante el período analizado.
Según un estudio del Instituto Argentina de Análisis Fiscal (Iaraf), los impuestos se llevarán, durante 2014, entre el 47,2% y el 59,5% del ingreso total que dispone una familia asalariada en la Argentina. Además, asegura que un trabajador formal debería trabajar, durante este año, entre 172 y 217 días para cumplir con sus impuestos.
El Iaraf toma como parámetro un grupo familiar compuesto por cuatro miembros (matrimonio más dos hijos), sobre la base del salario de uno los integrantes, que paga impuestos cuando cobre el sueldo, y cuando consume bienes y servicios. Para medir el impacto que tiene la carga tributaria, el informe analiza la incidencia de tres tributos nacionales (Impuesto al Valor Agregado, a las Ganancias y a los Bienes Personales), y de tributos provinciales y municipales (Impuesto a los Ingresos Brutos, Inmobiliario y Automotor). Además, utiliza como referencias cuatro modelos de ingresos familiares, a los cuales les aplicó un aumento del 30% para 2014 (ver recuadro). “Sobre cada uno de estos ingresos se calculó, a partir de las alícuotas vigentes, la incidencia sobre el ingreso y sobre el consumo”, explica el Iaraf.
El impacto en los sueldos
El reporte advierte que en la carga impositiva general hay una mayor relevancia de Ganancias en los niveles salariales elevados. “Entre el 72% y el 85% del total de carga tributaria corresponde a los tributos directos, dentro de los que se incluyen los impuestos al trabajo, a las Ganancias y a la Propiedad”, remarca el Iaraf. Además, señala que el ámbito nacional es el que se lleva la mayor proporción de tributos, donde se destacan los impuestos previsionales y el IVA. “Ganancias tiene mayor preponderancia en los ingresos más altos. El IVA y los impuestos internos tienen mayor peso en los ingresos bajos”, precisa.
El Iaraf explica que, si se toma, por ejemplo, el salario más bajo propuesto para 2014 ($ 9.742), los impuestos se llevan el 47,2% de ese monto. En la segunda escala ($ 21.111), representan el 53,1%; en la tercera ($ 31.856), el 58,4%; y en la cuarta ($ 48.095), el 59,5%.
Por otro lado, el análisis recalca que, si sin contar las contribuciones patronales, la carga impositiva de una familia oscila entre el 35% y el 50,1% de sus sueldos. “En los ingresos más bajos, los impuestos sobre el salario se llevan el 17% y los indirectos, que influyen en el consumo, se llevan el 16,3% (entre nacionales, provinciales y municipales). Por el contrario, en los niveles más elevados, Ganancias se lleva el 25% del ingreso”, advierte.
Ahorro y consumo
El incremento en la incidencia de los impuestos también influye sobre los márgenes para el ahorro y para el consumo. En el tramo más bajo de ingresos que analiza el Iaraf, las posibilidades de ahorro son nulas, aunque se incrementan en los ingresos superiores. Así, el informe compara los márgenes de ahorro de 2011 con los de 2014, en virtud del impacto de los tributos sobre los salarios netos. “En 2011, los márgenes de ahorro eran del 0% (para el sueldo más bajo) 8% (para la segunda escala), 16% (para la tercera) y 20% (para la cuarta). “En 2014, los porcentajes disponibles para ahorro en cada estrato salarial son 0%, 2%, 9% y 15%”, precisa. El estudio argumenta que “esta reducción de la propensión a ahorrar se debe a que los tributos crecieron a mayor ritmo que el salario nominal y, por ende, para mantener constante el nivel de consumo, es necesario reducir el ahorro”.
Independencia tributaria
En el mundo existe una medida utilizada para cuantificar la carga tributaria de un país. El mecanismo se denomina “Tax Freedom Day” (”Día de la Liberación de Impuestos”). El estudio asegura que este indicador considera los impuestos pagados por una nación durante un año y los divide por el PBI. Para medir cuántos días debe trabajar un asalariado argentino, y cumplir con las obligaciones tributarias, el estudio no consideró la carga fiscal neta, es decir la manera en que el Estado aplica, mediante el gasto, los fondos obtenidos por la recaudación impositiva.
De este modo, según el Iaraf, un trabajador formal debería trabajar, en 2014, entre 172 y 217 días para pagar los impuestos. “El ‘Día de la independencia tributaria’ se ubica en la Argentina entre el 21 de junio y el 5 de agosto. En 2011, se encontraba entre el 19 de junio y el 5 de julio. “En tres años subió entre 2 y 30 días la presión impositiva”, concluye el estudio.
Según un estudio del Instituto Argentina de Análisis Fiscal (Iaraf), los impuestos se llevarán, durante 2014, entre el 47,2% y el 59,5% del ingreso total que dispone una familia asalariada en la Argentina. Además, asegura que un trabajador formal debería trabajar, durante este año, entre 172 y 217 días para cumplir con sus impuestos.
El Iaraf toma como parámetro un grupo familiar compuesto por cuatro miembros (matrimonio más dos hijos), sobre la base del salario de uno los integrantes, que paga impuestos cuando cobre el sueldo, y cuando consume bienes y servicios. Para medir el impacto que tiene la carga tributaria, el informe analiza la incidencia de tres tributos nacionales (Impuesto al Valor Agregado, a las Ganancias y a los Bienes Personales), y de tributos provinciales y municipales (Impuesto a los Ingresos Brutos, Inmobiliario y Automotor). Además, utiliza como referencias cuatro modelos de ingresos familiares, a los cuales les aplicó un aumento del 30% para 2014 (ver recuadro). “Sobre cada uno de estos ingresos se calculó, a partir de las alícuotas vigentes, la incidencia sobre el ingreso y sobre el consumo”, explica el Iaraf.
El impacto en los sueldos
El reporte advierte que en la carga impositiva general hay una mayor relevancia de Ganancias en los niveles salariales elevados. “Entre el 72% y el 85% del total de carga tributaria corresponde a los tributos directos, dentro de los que se incluyen los impuestos al trabajo, a las Ganancias y a la Propiedad”, remarca el Iaraf. Además, señala que el ámbito nacional es el que se lleva la mayor proporción de tributos, donde se destacan los impuestos previsionales y el IVA. “Ganancias tiene mayor preponderancia en los ingresos más altos. El IVA y los impuestos internos tienen mayor peso en los ingresos bajos”, precisa.
El Iaraf explica que, si se toma, por ejemplo, el salario más bajo propuesto para 2014 ($ 9.742), los impuestos se llevan el 47,2% de ese monto. En la segunda escala ($ 21.111), representan el 53,1%; en la tercera ($ 31.856), el 58,4%; y en la cuarta ($ 48.095), el 59,5%.
Por otro lado, el análisis recalca que, si sin contar las contribuciones patronales, la carga impositiva de una familia oscila entre el 35% y el 50,1% de sus sueldos. “En los ingresos más bajos, los impuestos sobre el salario se llevan el 17% y los indirectos, que influyen en el consumo, se llevan el 16,3% (entre nacionales, provinciales y municipales). Por el contrario, en los niveles más elevados, Ganancias se lleva el 25% del ingreso”, advierte.
Ahorro y consumo
El incremento en la incidencia de los impuestos también influye sobre los márgenes para el ahorro y para el consumo. En el tramo más bajo de ingresos que analiza el Iaraf, las posibilidades de ahorro son nulas, aunque se incrementan en los ingresos superiores. Así, el informe compara los márgenes de ahorro de 2011 con los de 2014, en virtud del impacto de los tributos sobre los salarios netos. “En 2011, los márgenes de ahorro eran del 0% (para el sueldo más bajo) 8% (para la segunda escala), 16% (para la tercera) y 20% (para la cuarta). “En 2014, los porcentajes disponibles para ahorro en cada estrato salarial son 0%, 2%, 9% y 15%”, precisa. El estudio argumenta que “esta reducción de la propensión a ahorrar se debe a que los tributos crecieron a mayor ritmo que el salario nominal y, por ende, para mantener constante el nivel de consumo, es necesario reducir el ahorro”.
Independencia tributaria
En el mundo existe una medida utilizada para cuantificar la carga tributaria de un país. El mecanismo se denomina “Tax Freedom Day” (”Día de la Liberación de Impuestos”). El estudio asegura que este indicador considera los impuestos pagados por una nación durante un año y los divide por el PBI. Para medir cuántos días debe trabajar un asalariado argentino, y cumplir con las obligaciones tributarias, el estudio no consideró la carga fiscal neta, es decir la manera en que el Estado aplica, mediante el gasto, los fondos obtenidos por la recaudación impositiva.
De este modo, según el Iaraf, un trabajador formal debería trabajar, en 2014, entre 172 y 217 días para pagar los impuestos. “El ‘Día de la independencia tributaria’ se ubica en la Argentina entre el 21 de junio y el 5 de agosto. En 2011, se encontraba entre el 19 de junio y el 5 de julio. “En tres años subió entre 2 y 30 días la presión impositiva”, concluye el estudio.
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