Atlético es el club de la alegría

Atlético es el club de la alegría

A Sbuttoni todavía le dura la felicidad de los clásicos, aunque hoy cambiará el chip.

CONTROL. Sbuttoni protege el balón de Lucas Chacana. El central fue de lo mejor de Atlético ante San Martín el domingo. CONTROL. Sbuttoni protege el balón de Lucas Chacana. El central fue de lo mejor de Atlético ante San Martín el domingo.
29 Julio 2014
Franco Sbuttoni no necesita aferrarse a un monólogo eterno de excusas para decir lo que le nace del corazón, asegura. El lungo siente la camiseta de Atlético. “Cuando pasás un tiempo en un club como éste que te hace sentir como en tu casa, le tomás cariño”, jura como quien todavía no puede sacarse de la cabeza en su día de descanso este último fin de semana de consagración en la serie clásica con San Martín.

“Y es que es muy importante, sobre todo si la ganás. Estoy contento de haberle dado una alegría al hincha de Atlético, le estoy muy agradecido por todo lo que hace por el club todos los días. Y sé como se toma el clásico y haberlo ganado en las dos canchas es una alegría para ellos”, Sbuttoni se pone del lado de la gente, expresa lo que el hincha diría a corazón abierto, aunque, de hecho, sabe que dos amistosos no son nada comparado con lo que se viene.

“Nuestro objetivo es llegar bien al campeonato, al inicio del domingo (contra Crucero, a las 17, en el Monumental). Estos partidos nos sirvieron para acercarnos a la gente, para que ellos agarren cariño con los jugadores que todavía no conocen. Y también sirvió esta serie para que el futbolista que viene de afuera sepa qué es un clásico tucumano”.

Sbuttoni es un trompo. Gira y gira sobre una misma idea, la que todos conocen y sueñan unir con la realidad a fin de año. “Festejar el ascenso a Primera todos juntos en diciembre”, dice “Gringo” sabiendo que los 21 partidos que vendrán en el torneo de Transición de la B Nacional no tendrán nada de sencillos. Ni de visitante ni en el “José Fierro”. “La realidad es que no siempre te van a salir las cosas porque si no no habría que jugar el torneo. Los demás también juegan, trataremos de hacer lo mejor, debemos hacernos fuertes y ganar el broche de oro”.

Una imagen continúa picando, desde la noche del domingo, en 25 de Mayo y Chile. Sbuttoni abandona el estadio con dos cajas. A lo lejos, no dicen nada; de cerca, se ve un juego de tazas de primera línea. “Ja, sí, son buenas. El que sabe más o menos de cocina sabe que son buenas”, dice sobre sus nuevas piezas. Es tiempo de agradecer. “Un amigo me las trajo de regalo. Creo que son del laburo, así que por las dudas no digamos nada más, ja, ja, ja”.

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