27 Julio 2014
La encañonan junto a su hija y le roban el auto
Dos motociclistas armados amenazaron de muerte a una vecina de Barrio Sur cuando sacaba el vehículo de la cochera en Bolívar al 100 Los vecinos dijeron que la inseguridad se volvió incontrolable y que los arrebatan a toda hora. La Policía investiga el hecho.
ESQUINA PELIGROSA. Los vecinos contaron que los arrebatos son frecuentes en el cruce de Bolívar y Moreno.
Fueron al menos cinco minutos de terror los que vivieron una abogada y su hija adolescente el viernes a la noche en una cochera de barrio Sur, donde dos delincuentes amenazaron con matarlas y les robaron el auto. “Fue todo muy violento”, resumió María Ximena Rodríguez Grau. La mujer de 34 años estaba acompañada por su hija de 17 y sus dos perros caniche cuando ocurrió el hecho, en Bolívar al 100.
Eran las 22 y Rodríguez Grau debía ir a buscar a su esposo de su lugar de trabajo. Como no tenía pensado bajar del auto, salió de su casa en pijamas y caminó media cuadra hasta llegar a la cochera donde guardaban el Fiat Palio modelo 2005 de la familia. Ella, su hija y las mascotas entraron a buscar el vehículo y cerraron el portón sin poner llave. Cuando estaban por poner el auto en marcha, entraron dos hombre en una moto.
“No cierren que ya estoy saliendo”, les gritó la mujer. Pero los delincuentes corrieron hacia ella. Uno la apuntó con un arma y la obligó a bajar del auto, mientras su cómplice agarraba a la adolescente. “Nos decían que nos iban a matar y nos pedían plata y celulares”, recordó la abogada. Como ninguna de las dos había llevado dinero, se pusieron más violentos. “Nos pidieron que nos demos vuelta, contra otro auto, los perritos ladraban como locos”, agregó la mujer.
Temor
“Tuve mucho miedo, sabía que la puerta estaba cerrada y que nadie nos iba a escuchar. Temí no sólo la muerte, sino que le hicieran algo peor a mi hija, que la secuestraran”, relató Rodríguez Grau, todavía atemorizada. En un momento, uno de los asaltantes caminó hacia el portón y su cómplice trató de maniobrar el Fiat Palio. “Le dije a mi hija que se meta debajo del auto donde estábamos apoyadas, que es del vecino”, contó la letrada. En ese instante, el ladrón que había subido al auto puso en marcha el motor y salió de la cochera. Lo mismo hizo su compañero, a bordo de la motocicleta en la que habían llegado.
Rodríguez Grau y su hija aguardaron unos segundos hasta que se animaron a salir del lugar para pedir ayuda. La mujer les pidió prestado un teléfono celular a dos chicas que pasaban por la cuadra y llamó a su marido para comunicarle lo que acababa de pasar.
Arrebatos
Ayer los vecinos no salían de su asombro cuando se enteraban de lo sucedido. Lo que les sorprendía -explicaron- era la modalidad del hecho, pues están acostumbrados a los arrebatos. “El martes al mediodía estaba con una amiga en la esquina de Lavalle y Entre Ríos, vinieron dos tipos en una moto, uno se bajó y le quitó la cartera a ella”, contó Mercedes Uslenghi.
Relatos como el de la vcina se repetían a cada paso en la cuadra de la cochera donde le robaron el auto a la abogada. Eduardo Corbalán, otro vecino, relató que a su hija le arrancaron el celular y la cartera dos motoarrebatadores en la esquina de Bolívar y Moreno. “Esto ya no da para más”, se quejó el hombre. Con él coincidió Ramón Celiz, un taxista que tiene parada en esa esquina. “Es una cosa de locos lo que pasa aquí, la inseguridad es impresionante, pasan en motos, armados, y roban a toda hora”, aseguró el chofer, mientras señalaba que estaciona con los seguros de las puertas activados para evitar ser asaltado.
Los vecinos reclamaron que, si no hay policías suficientes para que recorran el barrio, al menos se instalen cámaras de seguridad a modo de prevención para poder salir a la calle tranquilos.
Eran las 22 y Rodríguez Grau debía ir a buscar a su esposo de su lugar de trabajo. Como no tenía pensado bajar del auto, salió de su casa en pijamas y caminó media cuadra hasta llegar a la cochera donde guardaban el Fiat Palio modelo 2005 de la familia. Ella, su hija y las mascotas entraron a buscar el vehículo y cerraron el portón sin poner llave. Cuando estaban por poner el auto en marcha, entraron dos hombre en una moto.
“No cierren que ya estoy saliendo”, les gritó la mujer. Pero los delincuentes corrieron hacia ella. Uno la apuntó con un arma y la obligó a bajar del auto, mientras su cómplice agarraba a la adolescente. “Nos decían que nos iban a matar y nos pedían plata y celulares”, recordó la abogada. Como ninguna de las dos había llevado dinero, se pusieron más violentos. “Nos pidieron que nos demos vuelta, contra otro auto, los perritos ladraban como locos”, agregó la mujer.
Temor
“Tuve mucho miedo, sabía que la puerta estaba cerrada y que nadie nos iba a escuchar. Temí no sólo la muerte, sino que le hicieran algo peor a mi hija, que la secuestraran”, relató Rodríguez Grau, todavía atemorizada. En un momento, uno de los asaltantes caminó hacia el portón y su cómplice trató de maniobrar el Fiat Palio. “Le dije a mi hija que se meta debajo del auto donde estábamos apoyadas, que es del vecino”, contó la letrada. En ese instante, el ladrón que había subido al auto puso en marcha el motor y salió de la cochera. Lo mismo hizo su compañero, a bordo de la motocicleta en la que habían llegado.
Rodríguez Grau y su hija aguardaron unos segundos hasta que se animaron a salir del lugar para pedir ayuda. La mujer les pidió prestado un teléfono celular a dos chicas que pasaban por la cuadra y llamó a su marido para comunicarle lo que acababa de pasar.
Arrebatos
Ayer los vecinos no salían de su asombro cuando se enteraban de lo sucedido. Lo que les sorprendía -explicaron- era la modalidad del hecho, pues están acostumbrados a los arrebatos. “El martes al mediodía estaba con una amiga en la esquina de Lavalle y Entre Ríos, vinieron dos tipos en una moto, uno se bajó y le quitó la cartera a ella”, contó Mercedes Uslenghi.
Relatos como el de la vcina se repetían a cada paso en la cuadra de la cochera donde le robaron el auto a la abogada. Eduardo Corbalán, otro vecino, relató que a su hija le arrancaron el celular y la cartera dos motoarrebatadores en la esquina de Bolívar y Moreno. “Esto ya no da para más”, se quejó el hombre. Con él coincidió Ramón Celiz, un taxista que tiene parada en esa esquina. “Es una cosa de locos lo que pasa aquí, la inseguridad es impresionante, pasan en motos, armados, y roban a toda hora”, aseguró el chofer, mientras señalaba que estaciona con los seguros de las puertas activados para evitar ser asaltado.
Los vecinos reclamaron que, si no hay policías suficientes para que recorran el barrio, al menos se instalen cámaras de seguridad a modo de prevención para poder salir a la calle tranquilos.
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