26 Julio 2014
La inflación anual cerraría 2014 en torno del 40%. Con un aumento promedio del 30% en los salarios nominales de los trabajadores del país, la pérdida del poder adquisitivo sería, en promedio, del 7%. Con estas proyecciones, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), analizó no sólo el impacto de la suba de los precios relativos de la economía, sino también la mayor incidencia que tendría el Impuesto a las Ganancias sobre los ingresos reales de los asalariados.
En un informe reciente, que elaboraron los economistas Nadin Argañaraz, Andrés Mir y Sofía Devalle, el instituto señaló que para los trabajadores “lo relevante es su ingreso después del Impuesto a las Ganancias; es decir, una aproximación a su salario disponible para el consumo o para el ahorro”. Además, en el reporte se advirtió que las condiciones para tributar Ganancias no fueron ajustadas al nuevo índice de inflación, a partir de las recomposiciones salariales. “Durante este año, y hasta la fecha, no se han actualizado los mínimos, las deducciones ni los tramos de las escalas de alícuotas. Si en lo que resta del año no se hace ninguna actualización de alguno de los parámetros del impuesto, aumentará la incidencia dentro del salario neto”, subrayó.
Ante este escenario, el Iaraf afirmó que sin escalas actualizadas de tributación, el impacto negativo de Ganancias sobre los salarios reales se consolidaría, al tiempo que se sumaría al efecto de pérdida en el poder de consumo, provocada por “una inflación superior al aumento nominal acordado” de los ingresos.
Ponderaciones
A modo de marco de referencia, los autores del informe compararon, en base a cinco salarios de bolsillo de 2013, la relación entre el Impuesto a las Ganancias y los ingresos netos. Así, sobre un sueldo de $ 16.000, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 3,9%; en 2014, el porcentaje sube a 6,5%. En un sueldo de $ 18.000, el impacto fue en 2013 de 6,1%; en 2014, la relación sube a 8,9%. En ingresos más altos también se puede percibir la incidencia del tributo. Por ejemplo, sobre un sueldo de $ 20.000, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 8,2%. Este año, el porcentaje sube a 11,2%.
El Iaraf también calculó la incidencia en un sueldo neto de $ 22.000. Sobre este monto, el impacto del tributo fue de 10,2% durante el año pasado. En 2014, el porcentaje se incrementa a 13,4%. Por último, el organismo midió la incidencia sobre un sueldo neto $ 25.000. En esta caso, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 14% y en 2014, el porcentaje trepa a 18,5%.
Para hacer estas mediciones, el Iaraf consideró, en todos los casos, el ejemplo de un empleado casado con dos hijos a cargo, y cuyo cónyuge no percibe ingresos mensuales. Además, tuvo en cuenta el Sueldo Anual Complementario (SAC) en el cálculo del tributo anual. “Se aprecia un fuerte aumento de la incidencia del Impuesto a las Ganancias”, subrayaron los autores del informe técnico.
El organismo midió la pérdida del poder adquisitivo del salario real, luego del pago del Impuesto a las Ganancias (considerando que no hay cambios de parámetros para tributar el impuesto en lo que resta del año). “Se aprecia que la caída en el ingreso neto disponible, luego de afrontar el impuesto, se ubicaría entre un 9,6% y un 12%”, advirtió el organismo.
“Resulta interesante descomponer la anterior pérdida, tanto por el factor de la inflación como por el factor impositivo. Así, se percibe que, por ejemplo, que en el caso de un asalariado con un sueldo mensual de $ 16.000 en 2013, la pérdida de poder adquisitivo luego del pago del impuesto sería este año del 9,6%, atribuible un 74% a la inflación y un 26% a la creciente incidencia del Impuesto a las Ganancias”, remarcaron los autores.
“Inconsistencias técnicas”
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó ayer como “oportuno” el pedido de debate sobre el Impuesto a las Ganancias que formuló el titular del opositor Frente Renovador, Sergio Massa. Sin embargo, criticó “inconsistencias técnicas” en los proyectos presentados por la oposición, según la agencia DyN. Sobre la posibilidad de una baja de Ganancias, advirtió que “si la percepción de ingresos por la menor tributación se convierte en tenencia de moneda extranjera, no contribuimos al ahorro, al consumo, ni a la expansión económica”, argumentó. Consideró que las propuestas de la oposición y de los gremios “no tienen una dimensión de lo que generaría” la modificación del tributo. “No toman en cuenta la base de datos existente para ver cómo afectaría a los recursos”, observó.
En un informe reciente, que elaboraron los economistas Nadin Argañaraz, Andrés Mir y Sofía Devalle, el instituto señaló que para los trabajadores “lo relevante es su ingreso después del Impuesto a las Ganancias; es decir, una aproximación a su salario disponible para el consumo o para el ahorro”. Además, en el reporte se advirtió que las condiciones para tributar Ganancias no fueron ajustadas al nuevo índice de inflación, a partir de las recomposiciones salariales. “Durante este año, y hasta la fecha, no se han actualizado los mínimos, las deducciones ni los tramos de las escalas de alícuotas. Si en lo que resta del año no se hace ninguna actualización de alguno de los parámetros del impuesto, aumentará la incidencia dentro del salario neto”, subrayó.
Ante este escenario, el Iaraf afirmó que sin escalas actualizadas de tributación, el impacto negativo de Ganancias sobre los salarios reales se consolidaría, al tiempo que se sumaría al efecto de pérdida en el poder de consumo, provocada por “una inflación superior al aumento nominal acordado” de los ingresos.
Ponderaciones
A modo de marco de referencia, los autores del informe compararon, en base a cinco salarios de bolsillo de 2013, la relación entre el Impuesto a las Ganancias y los ingresos netos. Así, sobre un sueldo de $ 16.000, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 3,9%; en 2014, el porcentaje sube a 6,5%. En un sueldo de $ 18.000, el impacto fue en 2013 de 6,1%; en 2014, la relación sube a 8,9%. En ingresos más altos también se puede percibir la incidencia del tributo. Por ejemplo, sobre un sueldo de $ 20.000, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 8,2%. Este año, el porcentaje sube a 11,2%.
El Iaraf también calculó la incidencia en un sueldo neto de $ 22.000. Sobre este monto, el impacto del tributo fue de 10,2% durante el año pasado. En 2014, el porcentaje se incrementa a 13,4%. Por último, el organismo midió la incidencia sobre un sueldo neto $ 25.000. En esta caso, la relación impuesto/salario neto fue, en 2013, de 14% y en 2014, el porcentaje trepa a 18,5%.
Para hacer estas mediciones, el Iaraf consideró, en todos los casos, el ejemplo de un empleado casado con dos hijos a cargo, y cuyo cónyuge no percibe ingresos mensuales. Además, tuvo en cuenta el Sueldo Anual Complementario (SAC) en el cálculo del tributo anual. “Se aprecia un fuerte aumento de la incidencia del Impuesto a las Ganancias”, subrayaron los autores del informe técnico.
El organismo midió la pérdida del poder adquisitivo del salario real, luego del pago del Impuesto a las Ganancias (considerando que no hay cambios de parámetros para tributar el impuesto en lo que resta del año). “Se aprecia que la caída en el ingreso neto disponible, luego de afrontar el impuesto, se ubicaría entre un 9,6% y un 12%”, advirtió el organismo.
“Resulta interesante descomponer la anterior pérdida, tanto por el factor de la inflación como por el factor impositivo. Así, se percibe que, por ejemplo, que en el caso de un asalariado con un sueldo mensual de $ 16.000 en 2013, la pérdida de poder adquisitivo luego del pago del impuesto sería este año del 9,6%, atribuible un 74% a la inflación y un 26% a la creciente incidencia del Impuesto a las Ganancias”, remarcaron los autores.
“Inconsistencias técnicas”
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó ayer como “oportuno” el pedido de debate sobre el Impuesto a las Ganancias que formuló el titular del opositor Frente Renovador, Sergio Massa. Sin embargo, criticó “inconsistencias técnicas” en los proyectos presentados por la oposición, según la agencia DyN. Sobre la posibilidad de una baja de Ganancias, advirtió que “si la percepción de ingresos por la menor tributación se convierte en tenencia de moneda extranjera, no contribuimos al ahorro, al consumo, ni a la expansión económica”, argumentó. Consideró que las propuestas de la oposición y de los gremios “no tienen una dimensión de lo que generaría” la modificación del tributo. “No toman en cuenta la base de datos existente para ver cómo afectaría a los recursos”, observó.