25 Julio 2014
EL MISMO, PERO MÁS POTENTE. El VW Gol de Oyola pasa un vado con la velocidad de la categoría N-1 en la temporada anterior. El domingo vuelve, pero como un A-6.
El campeón de la clase N-1 viene dando un largo, larguísimo suspiro desde diciembre, pensando en el Campeonato Provincial de rally. Eso cambiará el domingo para Mauricio Oyola. “Me dieron ganas de correr, sobre todo porque estoy en mi tierra”, explica el motivo del retorno. Oyola, además de basarse en sus sensaciones, también encontró motivos para regresar por sus amistades, que quieren tener al piloto local en Juan Bautista Alberdi. Por eso no extrañó su felicidad en la conferencia de presentación de la cuarta fecha que se hizo en la sede municipal de la ciudad del sur.
“Me decidí casi a último momento; mis amigos también tienen ganas de que corra”, explicó. Oyola, como muchos pilotos del rally tucumano, es víctima de los costos que se dispararon en los últimos meses. Es bien sabido que en los deportes mecánicos la pasión deportiva, en demasiadas ocasiones, es destruida por cuestiones de dinero.
Con el aliento de amigos, familiares y un apoyo fundamental del “Russo Competición”, Oyola está listo para volver. “Correré con el mismo auto, pero lo hice A-6”, detalló el alberdiano. El piloto del VW Gol no apostó a una categoría superior improvisadamente, sino que recuerda el buen rendimiento que tuvo la temporada anterior, marcando tiempos muy cercanos a los A-7. Con el auto que usará este fin de semana, pero siendo N-1, logró el título en su tierra.
Oyola incursionará en la categoría donde está el líder más firme del torneo. En la A-6 manda, con más de 30 puntos de ventaja, Juan María Posse. En el otro extremo de la realidad está la clase N-6. Menos de un punto separa a Carlos Martínez de Ricardo Fernández. En la N-1, Fabián Scalora tiene una buena ventaja, pero el hábil piloto no debe confiarse en la divisional que cuenta con la mayor cantidad de autos. La A-7 tiene el duelo familiar en punta entre Miguel Reginato y su hijo Andrés. En las clases más chicas, la A-5 y A-5s, las distancias entre líderes y escoltas no sobrepasan los 10 puntos. Alberdi promete emociones.
“Me decidí casi a último momento; mis amigos también tienen ganas de que corra”, explicó. Oyola, como muchos pilotos del rally tucumano, es víctima de los costos que se dispararon en los últimos meses. Es bien sabido que en los deportes mecánicos la pasión deportiva, en demasiadas ocasiones, es destruida por cuestiones de dinero.
Con el aliento de amigos, familiares y un apoyo fundamental del “Russo Competición”, Oyola está listo para volver. “Correré con el mismo auto, pero lo hice A-6”, detalló el alberdiano. El piloto del VW Gol no apostó a una categoría superior improvisadamente, sino que recuerda el buen rendimiento que tuvo la temporada anterior, marcando tiempos muy cercanos a los A-7. Con el auto que usará este fin de semana, pero siendo N-1, logró el título en su tierra.
Oyola incursionará en la categoría donde está el líder más firme del torneo. En la A-6 manda, con más de 30 puntos de ventaja, Juan María Posse. En el otro extremo de la realidad está la clase N-6. Menos de un punto separa a Carlos Martínez de Ricardo Fernández. En la N-1, Fabián Scalora tiene una buena ventaja, pero el hábil piloto no debe confiarse en la divisional que cuenta con la mayor cantidad de autos. La A-7 tiene el duelo familiar en punta entre Miguel Reginato y su hijo Andrés. En las clases más chicas, la A-5 y A-5s, las distancias entre líderes y escoltas no sobrepasan los 10 puntos. Alberdi promete emociones.
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