25 Julio 2014
EN FOCO. Gassenbauer sube a las redes sociales fotos de los cooperativistas. Esta es de su muro de Facebook. foto tomada de la red social facebook.com
La lupa de la opinión pública se puso otra vez durante los últimos días sobre el programa “Argentina Trabaja”, que depende del Ministerio de Desarrollo Social. Sobre todo, para escudriñar la injerencia de los dirigentes del oficialismo en el manejo de las cooperativas de trabajo. La denuncia de la cooperativista Paola Ruarte en la Justicia Federal contra el legislador alperovichista Guillermo Gassenbauer reavivó la controversia.
Aunque algunos políticos lo niegan públicamente, es vox populi tanto en los ámbitos oficiales como en los barrios que las cooperativas dependen desde un principio de ministros, legisladores de la capital, intendentes del Gran San Miguel de Tucumán (GSMT) y concejales de la ciudad. Según pudo saber LA GACETA, apenas se supo qué cupo de planes se le asignaría a Tucumán -en 2009-, comenzó el reparto. Los dirigentes con mayor capacidad territorial y de movilización habrían sido citados, por grupos, a la Casa de Gobierno, según recordó una fuente del justicialismo. Allí se les habría asignado un cupo: entre dos y una treintena de cooperativas.
En los papeles, los grupos de trabajo quedaron a cargo de los dirigentes barriales. El aporte de los dirigentes, en tanto, habría sido clave para la logística, administración y supervisión de las tareas, recordó un parlamentario oficialista. El rédito político, en tanto, fue casi inmediato: tuvieron a disposición cuadrillas de trabajo visibles en barriadas.
LA GACETA cotejó datos brindados por diversos dirigentes. De acuerdo con esa información, los más “bendecidos” fueron los intendentes del GSMT. El capitalino Domingo Amaya lidera la tabla, con 34 cooperativas.
En su jurisdicción se radicaron otras 80 cooperativas. Estas quedaron bajo el mando de concejales y legisladores. Los beneficiarios comenzaron a usar la ropa de trabajo color arena y los buzos azules identificatorios del plan, pero también las pecheras con el nombre o apodo de cada dirigente: es usual ver en los barrios las verde flúo de Carlos Assán o las amarillas con un corazón rojo de Carolina Vargas Aignasse. Al momento del lanzamiento del programa, ambos eran legisladores. Ahora, él se desempeña como secretario de Saneamiento y ella, como secretaria General de la Gobernación.
En el ranking, a Amaya le sigue el yerbabuenense Daniel Toledo, con 25. Por detrás, lo secunda el taficeño Javier Pucharras, que sumó 20. En el grupo que habría alcanzado la quincena hay tres jefes municipales: Zacarías Khoder (Banda del Río Salí), César Dip (San Isidro de Lules) y Julio Silman (Alderetes). Al cierre de la nómina está Luis Morghenstein, de Las Talitas, con una decena.
A ellos se sumaron siete comunas del GSMT: San Felipe, Los Nogales, Cevil Redondo, San Pablo, El Manantial, El Cadillal y San José.
El mapa del reparto cambió levemente tras los comicios de 2011. Las cooperativas lideradas por quienes no resultaron electos fueron, en algunos casos, reasignadas. Trascendió, por ejemplo, que las de la ex concejala Teresa Felipe habrían sido “heredadas” por Gassenbauer.
“Las cooperativas son codiciadas. Permitieron contener a dirigentes desocupados y, a la vez, generar un trabajo territorial propio”, valoró un legislador del alperovichismo.
En Desarrollo Social reconocen que Carolina Vargas Aignasse, Gerónimo Vargas Aignasse, Hugo Cabral y algunos de los intendentes como Pucharras y Morghenstein están entre los que mejor han sabido encaminar los trabajos. Los diferenciaron de otros que no han propiciado el desarrollo de las etapas de programa porque “les convenía tener a la gente visible en la calle barriendo en vez de en un taller productivo”.
En internet
En las redes sociales abundan las fotos de dirigentes con sus cooperativas. Por ejemplo, en la información de perfil de la cuenta de Facebook vinculada a Carolina Vargas Aignasse, se consigna: “tenemos cuatro cooperativas que realizan tareas comunitarias en toda la capital”. En tanto, en Twitter, Gassenbauer sube fotos de grupos de trabajo casi todos los días. Por su parte, en una publicación del blog del ex concejal y actual defensor del Pueblo Hugo Cabral se había consignado, en 2011, que tenía “a cargo” las agrupaciones “Atilio Santillán”, “Hilda Guerrero” y “Bernardo de Monteagudo”.
El sistema de cooperativas “Argentina Trabaja” nació en agosto de 2009, tras la derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas. Meses después, Tucumán fue la primera provincia en implementarlo. En un principio, fueron 250 los grupos. Ahora suman 476 porque se desdoblaron: de 60 miembros por cooperativa, hoy hay 30. En 2012, la Nación anunció cambios para limitar el uso político, lograr el espíritu original de las cooperativas y que ello derive en la constitución de Pymes autónomas.
Aunque algunos políticos lo niegan públicamente, es vox populi tanto en los ámbitos oficiales como en los barrios que las cooperativas dependen desde un principio de ministros, legisladores de la capital, intendentes del Gran San Miguel de Tucumán (GSMT) y concejales de la ciudad. Según pudo saber LA GACETA, apenas se supo qué cupo de planes se le asignaría a Tucumán -en 2009-, comenzó el reparto. Los dirigentes con mayor capacidad territorial y de movilización habrían sido citados, por grupos, a la Casa de Gobierno, según recordó una fuente del justicialismo. Allí se les habría asignado un cupo: entre dos y una treintena de cooperativas.
En los papeles, los grupos de trabajo quedaron a cargo de los dirigentes barriales. El aporte de los dirigentes, en tanto, habría sido clave para la logística, administración y supervisión de las tareas, recordó un parlamentario oficialista. El rédito político, en tanto, fue casi inmediato: tuvieron a disposición cuadrillas de trabajo visibles en barriadas.
LA GACETA cotejó datos brindados por diversos dirigentes. De acuerdo con esa información, los más “bendecidos” fueron los intendentes del GSMT. El capitalino Domingo Amaya lidera la tabla, con 34 cooperativas.
En su jurisdicción se radicaron otras 80 cooperativas. Estas quedaron bajo el mando de concejales y legisladores. Los beneficiarios comenzaron a usar la ropa de trabajo color arena y los buzos azules identificatorios del plan, pero también las pecheras con el nombre o apodo de cada dirigente: es usual ver en los barrios las verde flúo de Carlos Assán o las amarillas con un corazón rojo de Carolina Vargas Aignasse. Al momento del lanzamiento del programa, ambos eran legisladores. Ahora, él se desempeña como secretario de Saneamiento y ella, como secretaria General de la Gobernación.
En el ranking, a Amaya le sigue el yerbabuenense Daniel Toledo, con 25. Por detrás, lo secunda el taficeño Javier Pucharras, que sumó 20. En el grupo que habría alcanzado la quincena hay tres jefes municipales: Zacarías Khoder (Banda del Río Salí), César Dip (San Isidro de Lules) y Julio Silman (Alderetes). Al cierre de la nómina está Luis Morghenstein, de Las Talitas, con una decena.
A ellos se sumaron siete comunas del GSMT: San Felipe, Los Nogales, Cevil Redondo, San Pablo, El Manantial, El Cadillal y San José.
El mapa del reparto cambió levemente tras los comicios de 2011. Las cooperativas lideradas por quienes no resultaron electos fueron, en algunos casos, reasignadas. Trascendió, por ejemplo, que las de la ex concejala Teresa Felipe habrían sido “heredadas” por Gassenbauer.
“Las cooperativas son codiciadas. Permitieron contener a dirigentes desocupados y, a la vez, generar un trabajo territorial propio”, valoró un legislador del alperovichismo.
En Desarrollo Social reconocen que Carolina Vargas Aignasse, Gerónimo Vargas Aignasse, Hugo Cabral y algunos de los intendentes como Pucharras y Morghenstein están entre los que mejor han sabido encaminar los trabajos. Los diferenciaron de otros que no han propiciado el desarrollo de las etapas de programa porque “les convenía tener a la gente visible en la calle barriendo en vez de en un taller productivo”.
En internet
En las redes sociales abundan las fotos de dirigentes con sus cooperativas. Por ejemplo, en la información de perfil de la cuenta de Facebook vinculada a Carolina Vargas Aignasse, se consigna: “tenemos cuatro cooperativas que realizan tareas comunitarias en toda la capital”. En tanto, en Twitter, Gassenbauer sube fotos de grupos de trabajo casi todos los días. Por su parte, en una publicación del blog del ex concejal y actual defensor del Pueblo Hugo Cabral se había consignado, en 2011, que tenía “a cargo” las agrupaciones “Atilio Santillán”, “Hilda Guerrero” y “Bernardo de Monteagudo”.
El sistema de cooperativas “Argentina Trabaja” nació en agosto de 2009, tras la derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas. Meses después, Tucumán fue la primera provincia en implementarlo. En un principio, fueron 250 los grupos. Ahora suman 476 porque se desdoblaron: de 60 miembros por cooperativa, hoy hay 30. En 2012, la Nación anunció cambios para limitar el uso político, lograr el espíritu original de las cooperativas y que ello derive en la constitución de Pymes autónomas.
Temas
Domingo Amaya
NOTICIAS RELACIONADAS