25 Julio 2014
VIEJO ASPECTO. La peatonal Muñecas fue remodelada en la década del 90, cuando instalaron nuevos pisos; desde entonces se hizo poco y nada.
En el punto en el que se cruzan se nota la diferencia: una de ellas tiene algunas características de paseo peatonal (piso uniforme, por ejemplo), y la otra, en cambio, parece una simple calle céntrica por la que no transitan vehículos. Todo indica que esa y otras desigualdad entre las peatonales Muñecas y Mendoza, respectivamente, se borrarán. Desde el Municipio capitalino adelantaron que en un mes comenzará con la construcción del Centro Comercial a Cielo Abierto (CCCA). Se trata de un emprendimiento urbanístico de revalorización de las dos peatonales que requerirá una inversión de $ 70 millones (también incluye la revalorización de la plaza Independencia).
Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana de la capital, indicó que en este momento la Municipalidad está compatibilizando su propia propuesta con la de la Federación Económica de Tucumán para hacer una presentación única en la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. “Ya habíamos presentado el proyecto, pero nos pidieron que lo readecuemos. En no más de una semana estará nuevamente en Buenos Aires. Calculamos que las obras van a empezar a fines de agosto”, confirmó. También dijo que les urge hacerlo porque se acerca el período de lluvias, lo cual puede generar demoras (abrirán una calle y cerrarán otra simultáneamente para optimizar el desarrollo de la actividad comercial).
El concepto de shopping a cielo abierto propone cambios en las veredas y en las calles para establecer un solo nivel, y en el sistema de desagüe, que se hará a nuevo. Además, colocarán pantallas LED que brindarían información y transmitirán publicidades; instalarán nuevas áreas para descanso de las personas, con mesas y asientos públicos y privados; mejorarán la luminaria y los frentes de los comercios; instalarán pérgolas con plantas, y se adecuarán las veredas para las personas discapacitadas.
Esperanza
El desconocimiento, el deseo de mejorar las ventas y las malas experiencias se mezclan en las opiniones de algunos comerciantes cuando se refieren a este proyecto. Mario Kotszer, propietario de la Feria del Libro, aún recuerda el tiempo “indefinido” que duró la última obra realizada en Muñecas, durante la intendencia de Oscar Paz. “Fue muy complicado aquel tiempo. Espero que con este proyecto se respeten los plazos”, pidió. Por su parte, Isaac Rubinstein, que tiene un negocio en Mendoza al 700, remarcó que aunque ignora los detalles del proyecto, le parece que será beneficioso para la sociedad si se lo hace correctamente.
Miguel Molina, comerciante y vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, confirmó el buen ánimo que impera entre los comerciantes agrupados en la cámara. “Sabemos que con un proyecto así tenemos que sacrificar algo en términos económicos mientras se hagan las obras. Serán unos seis meses, pero el futuro es promisorio”, se esperanzó. Destacó también que el desalojo de los vendedores ambulantes generó un crecimiento en la clientela y anunció que funcionarios de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación encabezarán una reunión con comerciantes y vecinos para que puedan aportar ideas para embellecer las peatonales.
Cautela
Entre los urbanistas reina la cautela. El arquitecto y docente universitario Hugo Ahumada Ostengo opinó que aquellas propuestas dirigidas a ganar espacios públicos de calidad e incrementar el área peatonal siempre serán bienvenidas. Eso sí: dijo que en las nuevas peatonales deben priorizar a los “ciudadanos” por encima de los “compradores” (ver “Caminar la ciudad...”).
Héctor Bomba, titular de la cátedra Urbanística II de la Facultad de Arquitectura de la UNT, opinó en la misma línea: las peatonales deben ser inclusivas y no privilegiar únicamente lo comercial. “Un error sería intervenir un espacio público imitando lo privado. Sí estoy de acuerdo con la recuperación del pavimento, el mejoramiento de los frentes, la seguridad, el control y la limpieza. Pero que todo esto lleve consigo la inclusión; que sea para el bien de todos y no sólo para el sector privado”, comentó. Por último recomendó que se incluya un patrón vegetal para mitigar la temperatura: “ya no se pueden plantar árboles en ese espacio, aunque sí enredaderas; podrían funcionar como un recurso intermedio”.
Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana de la capital, indicó que en este momento la Municipalidad está compatibilizando su propia propuesta con la de la Federación Económica de Tucumán para hacer una presentación única en la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. “Ya habíamos presentado el proyecto, pero nos pidieron que lo readecuemos. En no más de una semana estará nuevamente en Buenos Aires. Calculamos que las obras van a empezar a fines de agosto”, confirmó. También dijo que les urge hacerlo porque se acerca el período de lluvias, lo cual puede generar demoras (abrirán una calle y cerrarán otra simultáneamente para optimizar el desarrollo de la actividad comercial).
El concepto de shopping a cielo abierto propone cambios en las veredas y en las calles para establecer un solo nivel, y en el sistema de desagüe, que se hará a nuevo. Además, colocarán pantallas LED que brindarían información y transmitirán publicidades; instalarán nuevas áreas para descanso de las personas, con mesas y asientos públicos y privados; mejorarán la luminaria y los frentes de los comercios; instalarán pérgolas con plantas, y se adecuarán las veredas para las personas discapacitadas.
Esperanza
El desconocimiento, el deseo de mejorar las ventas y las malas experiencias se mezclan en las opiniones de algunos comerciantes cuando se refieren a este proyecto. Mario Kotszer, propietario de la Feria del Libro, aún recuerda el tiempo “indefinido” que duró la última obra realizada en Muñecas, durante la intendencia de Oscar Paz. “Fue muy complicado aquel tiempo. Espero que con este proyecto se respeten los plazos”, pidió. Por su parte, Isaac Rubinstein, que tiene un negocio en Mendoza al 700, remarcó que aunque ignora los detalles del proyecto, le parece que será beneficioso para la sociedad si se lo hace correctamente.
Miguel Molina, comerciante y vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, confirmó el buen ánimo que impera entre los comerciantes agrupados en la cámara. “Sabemos que con un proyecto así tenemos que sacrificar algo en términos económicos mientras se hagan las obras. Serán unos seis meses, pero el futuro es promisorio”, se esperanzó. Destacó también que el desalojo de los vendedores ambulantes generó un crecimiento en la clientela y anunció que funcionarios de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación encabezarán una reunión con comerciantes y vecinos para que puedan aportar ideas para embellecer las peatonales.
Cautela
Entre los urbanistas reina la cautela. El arquitecto y docente universitario Hugo Ahumada Ostengo opinó que aquellas propuestas dirigidas a ganar espacios públicos de calidad e incrementar el área peatonal siempre serán bienvenidas. Eso sí: dijo que en las nuevas peatonales deben priorizar a los “ciudadanos” por encima de los “compradores” (ver “Caminar la ciudad...”).
Héctor Bomba, titular de la cátedra Urbanística II de la Facultad de Arquitectura de la UNT, opinó en la misma línea: las peatonales deben ser inclusivas y no privilegiar únicamente lo comercial. “Un error sería intervenir un espacio público imitando lo privado. Sí estoy de acuerdo con la recuperación del pavimento, el mejoramiento de los frentes, la seguridad, el control y la limpieza. Pero que todo esto lleve consigo la inclusión; que sea para el bien de todos y no sólo para el sector privado”, comentó. Por último recomendó que se incluya un patrón vegetal para mitigar la temperatura: “ya no se pueden plantar árboles en ese espacio, aunque sí enredaderas; podrían funcionar como un recurso intermedio”.
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Luis Lobo Chaklián
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