24 Julio 2014
INCANSABLE. Pese a sus 38 años, Carlos Chacana demuestra que tiene un físico privilegiado y mete fuerte, en todas.
Corrió, marcó, raspó y demostró panorama para ser el primer toque de un San Martín que ayer dejó una grata impresión. Lucas Bossio comenzó a pagar con creces la confianza que depositaron en él. Por eso se llevó todos los aplausos cuando Osvaldo Bernasconi decidió sustituirlo en el segundo tiempo.
Bossio llegó para tapar uno de los talones de Aquiles que tuvo San Martín en la pasada temporada: el puesto de volante central. Y demostró no ser ningún improvisado; aportó lo suyo y se fue feliz por el triunfo de su equipo. “Es buena la evolución que el equipo demostró desde el domingo hasta este partido. Eso demuestra que vamos por el buen camino”, explicó el jugador oriundo de Wenceslao Escalante, Córdoba.
Bernasconi decidió cambiar el dibujo táctico, y allí apareció él para transformarse en un estandarte. El volante surgido de las divisiones inferiores de Arsenal armó una interesante sociedad con Matías Galvaliz, y juntos hicieron frente a un mediocampo con oficio como el del jujeño.
Pero Bossio pide tranquilidad y no se sube a ningún pedestal. “Yo trato de aportar lo mío; lo que sé hacer. Por suerte las cosas salieron de acuerdo a lo que venimos trabajando”, dijo, dejando en claro que el único objetivo es llegar bien al inicio del torneo. “Estamos ensayando diferentes variantes. Sabemos que nuestro objetivo es el ascenso, por lo que debemos tener diferentes opciones para encarar los partidos”, sentenció.
La derrota en el clásico le dejó un sabor amargo. Perder siempre duele y más si se cae frente al enemigo íntimo; pero Bossio pone la cara. “Fue nuestro primer partido y, hasta ese día, casi no habíamos hecho fútbol. Ahora estamos un poco mejor y vamos a seguir creciendo con el correr de las horas”, dijo, y subió la apuesta.
“A pesar de que sean amistosos los queremos ganar; el domingo vamos a ir con todo. Queremos darle una alegría a nuestra gente”, avisó.
Decidido a hacer historia, Bossio pone su sacrificio al servicio del equipo. “Sueño con el ascenso”, dijo el volante, ese que ‘mete’, pero también juega.
Bossio llegó para tapar uno de los talones de Aquiles que tuvo San Martín en la pasada temporada: el puesto de volante central. Y demostró no ser ningún improvisado; aportó lo suyo y se fue feliz por el triunfo de su equipo. “Es buena la evolución que el equipo demostró desde el domingo hasta este partido. Eso demuestra que vamos por el buen camino”, explicó el jugador oriundo de Wenceslao Escalante, Córdoba.
Bernasconi decidió cambiar el dibujo táctico, y allí apareció él para transformarse en un estandarte. El volante surgido de las divisiones inferiores de Arsenal armó una interesante sociedad con Matías Galvaliz, y juntos hicieron frente a un mediocampo con oficio como el del jujeño.
Pero Bossio pide tranquilidad y no se sube a ningún pedestal. “Yo trato de aportar lo mío; lo que sé hacer. Por suerte las cosas salieron de acuerdo a lo que venimos trabajando”, dijo, dejando en claro que el único objetivo es llegar bien al inicio del torneo. “Estamos ensayando diferentes variantes. Sabemos que nuestro objetivo es el ascenso, por lo que debemos tener diferentes opciones para encarar los partidos”, sentenció.
La derrota en el clásico le dejó un sabor amargo. Perder siempre duele y más si se cae frente al enemigo íntimo; pero Bossio pone la cara. “Fue nuestro primer partido y, hasta ese día, casi no habíamos hecho fútbol. Ahora estamos un poco mejor y vamos a seguir creciendo con el correr de las horas”, dijo, y subió la apuesta.
“A pesar de que sean amistosos los queremos ganar; el domingo vamos a ir con todo. Queremos darle una alegría a nuestra gente”, avisó.
Decidido a hacer historia, Bossio pone su sacrificio al servicio del equipo. “Sueño con el ascenso”, dijo el volante, ese que ‘mete’, pero también juega.
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